Llega el final de la jornada. Después de 36 años de trabajo continuo en el lugar de trabajo que considero mi casa, es la hora de decir adiós. Adiós a las madrugadas o las salidas tarde de la Universidad.
Este es el último boletín de contacto que dirijo y presento para todos ustedes, mis apreciados colegas y alumnos, quienes me brindaron su confianza y acogida. Solo me queda espacio para dar gracias a Dios por haberme mantenido en la institución durante todos estos años, a tantas y tantas personas que pasaron por las aulas de la Universidad, a las cuales les pude impartir un mínimo de conocimiento.
Gracias a todas las personas que me apoyaron y creyeron en mi trabajo al frente de los cursos que dirigí y de las diversas actividades que desarrollé, en que confiaron que yo podría generar un éxito a la institución.
Gracias al Dr. Alberto Montoya Puyana, al Dr. Hernán Prada Niño (q.e.p.d.), a las Dras. Marina Gutiérrez de Piñeres, Luz Marina Bueno Mogollón, al Dr. Eleazar Uribe Pinilla, al Dr. Jorge Enrique Silva Duarte, a la Dra. Eulalia García Beltrán, al Dr. Álvaro Gómez Ortiz, al Dr. Víctor Manuel Sarmiento Gómez, a todas las personas que me colaboraron para que mis actividades fueran exitosas; al Ing. José Gregorio Hernández Sánchez, Richard Antonio Arciniegas Pacheco, a los Contadores Públicos Arnaldo Heli Solano Ruiz, Gabriel Vázquez Tristancho, Héctor Cesar Chacón Gutiérrez, a Cesar Darío Galvis Moreno, María Victoria Puyana Silva, y a otras tantas personas en quienes me apoyé y me prestaron su gentil concurso, este próximo 3 de febrero saldré de la Institución como entré: con la frente en alto y con la satisfacción del deber cumplido.
Gracias a todos ustedes que con su apoyo y críticas, lograron que este sueño se volviera realidad.
Hasta pronto.
Jorge Eliécer Ardila Correa