En las calles, parques y tejados de la ciudad habitan animales que suelen pasar desapercibidos o ser vistos con malos ojos, como palomas, iguanas, murciélagos, chulos o zarigüeyas, pero las personas no los reconocen como habitantes esenciales del ecosistema urbano. Ante esta realidad, Narrativas teatrales sobre la fauna urbana, una creación colectiva con población juvenil, proyecto de investigación del programa de Artes Audiovisuales de la Universidad UNAB, busca transformar la manera en que esta población se relaciona con la naturaleza en la ciudad y, así, cambiar los imaginarios negativos.

“Queremos que los estudiantes se acerquen a las especies urbanas desde una mirada sensible y creativa. A través del teatro, del vestuario y de la expresión corporal, los jóvenes construyen historias que cuestionan los prejuicios hacia animales como las palomas, los murciélagos o los lagartos, y reconocen su papel en el equilibrio del ecosistema urbano”, explicó René Alexander Palomino Rodríguez, profesor del programa en mención e investigador principal.

La propuesta se desarrolla con estudiantes de las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS) y el Colegio Jorge Ardila Duarte, institución educativa pública con énfasis en formación artística donde se especializan en distintas expresiones como el teatro, la danza, la música y las artes visuales. Además, cuenta con el acompañamiento de la Fundación Invisibles Arte y Todos, instituciones vinculadas con el apoyo de la Universidad UNAB para ampliar el alcance de la propuesta.

A partir de talleres de cocreación, los participantes combinan el conocimiento científico sobre las especies con la exploración artística y narrativa. En estos espacios se construyen los guiones, personajes y piezas visuales que se plasmarán en la futura obra de teatro que el equipo prepara como muestra del desarrollo.

“La metodología que desarrollamos parte del intercambio entre saberes. Los biólogos aportan la comprensión ecológica de las especies, los diseñadores de modas de la UTS trabajan el vestuario escénico como forma de representar sus características, y el teatro se convierte en el puente que permite reflexionar sobre la convivencia con estos seres en la ciudad”, aseguró Laura Lucía Serrano Bernal, docente UNAB e investigadora.

La propuesta utiliza el arte como herramienta pedagógica para fortalecer el pensamiento crítico y ambiental en adolescentes. Los talleres llevan a los jóvenes de la observación científica a la creación estética, para que comprendan a profundidad la vida urbana. “A través de la dramatización, los estudiantes no solo aprenden sobre ecología, sino que expresan sus emociones y percepciones frente a la naturaleza que los rodea. Es un proceso de aprendizaje vivencial y significativo”, señaló Palomino Rodríguez.

Moda y arte para educar en sostenibilidad

La investigación busca contribuir a la educación ambiental y para esto, la participación del programa de Diseño de Modas de la UTS es clave, ya que ha permitido integrar la creación visual y material que amplían la experiencia escénica. Los trajes que están confeccionando los estudiantes simbolizan las especies seleccionadas e invitan a repensar la relación entre estética, sostenibilidad y respeto por la biodiversidad.

“Diseñar vestuarios inspirados en animales urbanos es una oportunidad para que los estudiantes comprendan la conexión entre el arte, la ciencia y la educación ambiental. Cada pieza se convierte en un acto de comunicación. Es una forma de decir que la naturaleza también habita en la ciudad y que convivir con ella es posible”, destacó Serrano Bernal.

Desde febrero de 2025 se trabaja en articular procesos de investigación y creación con la formación ciudadana, lo que ha generado espacios de diálogo entre jóvenes, docentes y artistas.

Más allá de una obra de teatro, se plantea una estrategia educativa para el reconocimiento y la valoración del entorno urbano como un ecosistema compartido. “Uno de los mayores logros es ver a los estudiantes reconocerse como parte del territorio. Cuando se ponen en el lugar del otro, haciendo referencia a los animes como las aves, los reptiles y los mamíferos, entienden que todos compartimos la ciudad. Esa empatía es el primer paso hacia la conservación”, concluye René Palomino