“En España hay docentes que investigan sobre Colombia y pues me identifiqué, en este momento el país está en una situación coyuntural de trabajo por la paz y es muy importante sumar ahí desde la academia, desde el liderazgo político, cultural y de todos los ámbitos. Tenemos el reto de desarrollar y crear condiciones para que los ciudadanos se empoderen de esa riqueza que es el ser humano, desde el diálogo”, expresó Alcides Yáñez Pérez, quien llegó este año desde la Universidad Complutense de Madrid, a realizar una estancia doctoral de tres meses, el pasado 10 de abril en el Instituto de Estudios Políticos (IEP) de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB).
Aunque tiene de radicado en España, más de cinco años, Yáñez Pérez es de Colombia, nació en Ábrego, Norte de Santander, en una familia numerosa, diez hermanos en total, como las del siglo pasado, con ambos padres descendientes de españoles. Estudió su bachillerato en Pamplona en la Escuela Nacional de Varones, luego se fue la capital a formarse en Filosofía en la Universidad Santo Tomás de Bogotá hacia 1990. Regresó a Norte de Santander, a trabajar en Cúcuta. Allí se dedicó a la docencia en instituciones públicas en primaria y después de tiempo completo en educación media, orientando las áreas de filosofía, ciencias políticas y economía.
Su pasión por la docencia surgió de la motivación de su padre, quien siempre tuvo el deseo de que él se enfocara en la academia y también porque dice que entendió que la educación es el factor de desarrollo más importante con el que un ser humano puede crecer. Por eso se siguió formando, en ese sentido realizó varias especializaciones como en Docencia Universitaria, otra en Orientación Vocacional y Ocupacional, en la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), en Gestión de Proyectos en la Universidad de Pamplona y más tarde hizo una maestría en Educación con mención en Pedagogía en la Universidad de Robert Wiener (UWiener) de Perú y a la vez daba cátedra en la UFPS.
Para 2018 Alcides experimentó momentos “agridulces”. Fue el año en que se quedó sin voz, lo que le significó hacer un alto en la docencia, pero también la época en la que decidió radicarse en el país europeo y asumir nuevos retos. “La voz es la herramienta principal de un docente, recuerdo que estaba en un aula de clase y de pronto se ahogó mí voz, no puede seguir, se me salieron las lágrimas y fue trágico. Tras un año de terapia y gracias a la ciencia en las manos de la fonoaudióloga Daniela Mejía recuperé la voz”.
En contraste, en medio de dicha crisis rememoró que de joven había aplicado a un doctorado en Filosofía en Technische Universität Dresden (TUD), en Alemania y que por razones familiares quedó pendiente, entonces ya en Europa, decidió darle continuidad, inicialmente hizo un máster en Teoría Cultural y Política Democrática en la Universidad Complutense de Madrid y a ese proceso le siguió el doctorado en Ciencias Políticas de la Administración y Relaciones Internacionales, que lo trajo de regreso a su país de origen.
“En el caso concreto a la UNAB, por el sentido de identidad, del emprendimiento académico local, conecté lazos académicos en esta prestante de Bucaramanga y Colombia, que ya se irá internacionalizando, porque es la tendencia hoy. También hubo un nexo con el profesor español, Gerónimo Ríos, quien ha trabajado en Colombia y que ha hecho docencia en la UNAB y me contactó con la directora del IEP, María Eugenia Bonilla hasta lograr la estancia doctoral”.
Una estancia que tiene objetivo desarrollar un plan de trabajo corto dentro de la investigación que viene adelantando, sobre el proceso de construcción de paz en Colombia y la idea es trabajar sobre el capítulo tres de su tesis, es decir el diseño metodológico e instrumento de investigación y en lo posible alcanzar a aplicarlos para recoger la información.
Para el nortesantandereano el proceso de paz es continuo, no se trata de firmar la paz y ya está, se construye diariamente, su tesis va desde la perspectiva de la paz positiva, que le apunta a ir transformando esos conflictos que son naturales en el ser humano y continuamente hay que estar desarrollando esa cultura para que la paz sea un proceso estable y duradero como han querido los anteriores firmantes de acuerdos de paz en el país.
“También me inspira mucho la experiencia política de Gandhi en Oriente y en África, lo que he visto es que siempre parten de una concepción antropológica del hombre no como ser violento por naturaleza, sino de violencia por conflictos mal manejados en lo personal, mental y luego social”, señaló.
Un propósito que va ligado a la democracia, que si bien es un sistema político, ampliamente reconocido hoy a nivel global, porque en la mayoría de países intentan regirse por este, hay que entender que democracia no es proceso electoral que es lo que habitualmente pasa en Colombia cada cuatro años, es tan solo es uno de los elementos estructurales del sistema político y democracia implica una actividad continua, superar la insatisfacción política que es alta en el país, según Yáñez.
“Ya he cursado durante dos años la parte teórica, de la formación académica del doctorado y en este momento, estamos diseñando los instrumentos de la investigación para hacer el estudio de campo, una vez se recoja la información, falta hacer el análisis de la investigación y acto seguido continuar escribiendo la tesis que tengo estimado depositarla en la Universidad, el próximo año en junio, en un año aproximadamente”, explicó el estudiante de doctorado. Para él estar en la UNAB ha sido una experiencia enriquecedora, por el ambiente ecológico que tiene la Universidad, que le es muy agradable, lo que ha cautivado su atención y el equipo humano del IEP, bajo la dirección de la profesora María Eugenia, de acoger generosamente al visitante académico para que se sienta bien, eso ha hecho que le genere una buena atmósfera académica y para su estancia ha sido significativo.
