La Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), desde la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), construye un acuerdo de cooperación para consolidar procesos de formación en Propiedad Intelectual con la Dirección Nacional de Derecho de Autor (DNDA), entidad adscrita al Ministerio del Interior, de la cual su director general es Edwin Robles Chaparro, graduado UNAB.
Robles Chaparro se graduó como abogado de esta Universidad en 1997, además se especializó en Derecho Público en la misma y es especialista en Propiedad Intelectual, Propiedad Industrial, Derecho de Autor y Nuevas Tecnologías de la Universidad Externado de Colombia.
“Es muy importante porque se está construyendo el nuevo Plan Nacional de Desarrollo, se están enfocando en las diferentes políticas públicas y entre esas está la de Derecho de Autor, entonces hay que incluir a la academia, no solo a aquellos actores de la cadena que participan de las obras, porque no solamente son musicales, son audiovisuales, literarias que tiene otro tipo de titulares de derechos, tanto de autor como conexos que requieren de especial protección”, expuso el directivo.
Este mes se firmará el acuerdo de cooperación entre las dos instituciones y los primeros talleres están programados para los próximos meses de abril y mayo. “Se realizarán procesos de formación conjunta que puedan ser certificables para nuestros investigadores o estudiantes, unas rutas de formación en propiedad intelectual de acuerdo con las áreas de conocimiento que manejamos dentro de la UNAB”, compartió Gerly Carolina Ariza Zabala, directora de la OTRI.
No solo podrían participar los estudiantes e investigadores de la UNAB, también estaría abierta la posibilidad para la primera infancia, se está pensando en articular esas actividades para el Instituto Caldas y para el programa de Vocaciones Científicas del proyecto Generación ConCiencia de la Dirección de Investigaciones de la UNAB.
Esta iniciativa surge en medio de la relevancia que ha tomado la Inteligencia Artificial (IA), con respecto a si esas creaciones realizadas por esta tecnología, pueden ser consideradas como obras dentro del derecho de autor. “Actualmente a nivel Colombia, andino y latinoamericano, inclusive a nivel americano, no se consideran ese tipo de creaciones como obras y no son sujetas de protección del Derecho de Autor, en la medida que la legislación está diseñada para que solo sean consideradas como obras, las creaciones del intelecto humano”, explicó Robles Chaparro.
Actualmente desde la DNDA uno de los retos principales es lograr que Colombia entre al Tratado de Beijing, “un instrumento internacional, de protección para los actores, en Colombia en efecto existe la Ley llamada Fanny Mickey que les da una retribución o contraprestación por comunicación pública, pero a nivel internacional Colombia está en vía de ratificar este tratado que otorga esa misma protección a todos los países que hacen parte del convenio”, manifestó Robles Chaparro.
En el país por año, en promedio, la DNDA aprueba 90 mil registros de obras, siendo Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga y Pereira las ciudades que más registros solicitan. “En materia de inspección, vigilancia y control, nosotros vigilamos a las sociedades de gestión colectiva, que no son solo Sayco y Acimpro, también existen otras de directores, productores, actores y escritores de obras audiovisuales, así como el Centro Colombiano de Derechos Reprográficos en materia de obras literarias”, finalizó el Director Nacional de la DNDA.
