Colombia y Estados Unidos: los países en el corazón de una verdadera influenciadora

Mar 20, 2024 | Cultura y humanidades

Hace ya 11 años que la bumanguesa Angy Porras González dejó su bolso de estudiante de Licenciatura en Educación Infantil en la Universidad UNAB para empacar su maleta y viajar a Estados Unidos, no sin antes dejar su consigna: “en mi corazón está el querer volver a Colombia para trabajar por su educación”. De esta manera emprendió un camino que la ha llevado, durante este tiempo, a ser “el orgullo de su familia”.

“Cada paso cuenta”, menciona Porras González cuando recuerda cómo era su vida mientras estudiaba en la UNAB. “Yo vivía en Bucaramanga cuando comencé mi carrera, luego nos pasamos a vivir a Piedecuesta. Yo recibí un descuento para estudiar porque mi mamá también es graduada del programa, pero luego recibí el apoyo de la UNAB con una beca por promedio ponderado académico, entonces era un descuento importante para mí. Allí tuve mi primer trabajo debido a la beca que me habían otorgado”, contó la licenciada. 

Su convicción como docente comenzó desde muy pequeña al cursar su bachillerato en la Escuela Normal Superior de Bucaramanga, pero no realizó su ciclo complementario al decidir ingresar a la Universidad porque se inclinó a vivir la misma experiencia de su mamá. “Tuve la sorpresa de tener profesoras que también fueron profesoras de mi mamá, al igual que muchas de sus compañeras también fueron mis docentes, eso me formó a ser una persona que, cuando tiene algo en mente, por eso va”, añadió Angy. 

Cuando terminó sus estudios en 2013,  decidió marcharse a Estados Unidos para trabajar como AuPair con la finalidad de aprender inglés, pues sabía que eso le iba a abrir muchas puertas para estudiar su maestría en el exterior. Al terminar su trabajo como cuidadora de niños regresó a Colombia para trabajar un año en un colegio bilingüe y luego irse, de nuevo, para empezar su sueño de estudiar un posgrado.

“En ese tiempo estuve en una relación a distancia con mi novio, regresé a Estados Unidos a seguir estudiando un inglés más académico, nos casamos y ahí conseguí mi permiso para trabajar todavía como cuidadora. Allí me dieron una recomendación laboral y arranqué a trabajar como docente de educación infantil”, señaló la docente.  

La santandereana trabajó tres años como profesora del programa federal de educación infantil y preescolar de Estados Unidos conocido como Head Start, proyecto que según ella “tiene una misión y visión similar a la de los programas del Bienestar Familiar en Colombia, así que quienes participan son poblaciones de escasos recursos socio-económicos, y una gran mayoría de familias y niños inmigrantes. Mi título universitario de la UNAB fue 100 % convalidado como un título obtenido en una universidad del estado de Washington, y esto junto al hecho de ser bilingüe y hablar español, fue clave para ser contratada como profesora en este programa”.

Español, ruso, vietnamita, chino, punjabi, somalí, tigrinia e inglés fueron algunos de los idiomas que hablaban los niños con los que trabajó durante su primer año como docente. Tres años después de haber arrancado su rol de docencia, Angy comenzó su maestría en Educación – Ciencias de Aprendizaje y Desarrollo Humano (Master of Education – Learning Science and Human Development) de la University of Washington (UW) – College of Education, en Seattle, en Estados Unidos. Su proyecto de grado fue un impulso de su trabajo con los diferentes niños con los que se empezó a relacionar.. 

“Como proyecto de grado desarrollé una investigación cualitativa, estudio de caso, en el cual examiné la evaluación del aprendizaje en preescolar para estudiantes multilingües desde la teoría de enseñanza culturalmente receptiva (Culturally Responsive Teaching; Geneva Gay, 2018). Hice un análisis conceptual desde la teoría de enseñanza culturalmente receptiva del instrumento de evaluación del aprendizaje más utilizado en Estados Unidos en programas de educación infantil”, afirmó.

La tutora de Angy, la doctora y docente Soojin Oh Park, la incentivó a presentar sus  hallazgos en conferencias académicas, y a trabajar como coautoras en un proyecto de investigación que da continuidad a su proyecto de maestría. “Nuestro actual proyecto está enfocado en los desafíos de equidad que presenta la evaluación en educación infantil para niñas y niños multilingues, y cómo las educadoras y educadores de eduación infantil resisten la discriminación linguistica y cultivan espacios de aprendizaje prósperos para las niñas y niños bilingues emergentes. Esto es un trabajo que estoy haciendo de manera no remunerada y que me nace hacer para desafiar esa perspectiva de déficit que muchos en Estados Unidos tienen hacia las personas que tenemos una primera lengua distinta al inglés. Es sin duda parte de ese sueño que tengo de mejorar la educación inicial”, dijo.

Angy se graduó el año pasado como Magister en Educación – Ciencias de Aprendizaje y Desarrollo y actualmente trabaja como Coach de Educación del programa Head Start, además de su labor investigativa.

“Lo que más quiero destacar es ese amor que tuvo mi familia hacía mí, miro hacia atrás y recuerdo que el hecho de que mi abuela pagara mis estudios tenía que valer cada peso. Ahora estoy lejos y soy migrante, pero parte de este trabajo es para decir que en mi corazón está el querer regresar a Colombia porque como país valemos la pena. Quiero trabajar por y para mi país, y siento que todo lo aprendido acá y tanto amor por la Educación me llevan a la conclusión de que una maestra es una verdadera influencer”.