Liliana Patricia Amaya Cote, una maestra apasionada por la música, está llevando a cabo una revolución educativa. Su trayectoria profesional es un testimonio de dedicación, innovación y amor por la enseñanza. Desde sus ocho años ha sentido fascinación por la música, lo que la llevó a construir su perfil profesional incluyendo un pregrado Cum Laude en Música, un título de Especialización en Necesidades Educativas Especiales y una Maestría Laureada en Educación, cuyo tema fue “Evaluación del uso de la realidad aumentada en la educación musical” todos estos programas académicos de la UNAB. Liliana se ha convertido en una fuerza transformadora dentro de la enseñanza musical en Bucaramanga.
La incorporación de tecnologías como la realidad aumentada y virtual en el proceso de aprendizaje no es, para Liliana, un desafío a temer, sino una oportunidad emocionante para enriquecer la educación musical y trascender los métodos tradicionales de enseñanza. Lejos de verse abrumada por la rapidez con la que evoluciona la tecnología, Liliana y su equipo se han montado en el “bus de la innovación”, decididos a no quedarse atrás, en cambio, liderar el camino hacia una educación más interactiva y envolvente.
¿Cuál fue su inspiración?
A partir de la pérdida de su padre, descubrió cómo la música servía no solo como su vocación sino como su salvación, reafirmando su compromiso de enseñar y servir a los demás a través de su arte. Esta experiencia profundamente personal ha infundido a su enseñanza una nueva dimensión de empatía y conexión emocional, haciendo de la música un vehículo para la curación y el crecimiento personal.
En mayo de 2021, en medio de un panorama educativo desafiante marcado por la pandemia del COVID-19, nació Mezzoforte, esta iniciativa emergió de la necesidad de adaptar la educación musical a un público diverso y en constante cambio. Durante años, Liliana había experimentado el dinamismo de la educación musical, lo que le permitió observar una brecha significativa en la oferta educativa. Esta observación se convirtió en una de las piedras angulares de Mezzoforte: la convicción de que la música es universal y debería ser accesible para todos, independientemente de su edad, condición o aspiraciones profesionales. La idea era clara: enseñar música más allá del deseo de dedicarse profesionalmente a ella, abriendo las puertas a aquellos que simplemente desean disfrutar y participar en el arte musical.
El inicio de Mezzoforte fue modesto, enfrentando los desafíos habituales de cualquier nuevo proyecto. Tardó tres meses en atraer a sus primeros estudiantes, quienes llegaron principalmente por referencias. Con paciencia y dedicación, lograron construir una comunidad educativa que hoy alberga entre 70 y 80 estudiantes en modalidad online, apoyados por un equipo de 15 profesores altamente calificados y comprometidos con la filosofía inclusiva de la escuela.
“Mezzoforte no es solo un nombre; es una declaración de principios”. Derivado del término italiano que significa “medio fuerte”, simboliza el equilibrio y la accesibilidad de la música para todos. La escuela se enorgullece de acoger a aquellos con la pasión y el deseo de aprender, independientemente de sus habilidades innatas.
Implementación de la tecnología en la educación musical
Las clases virtuales son toda una experiencia. Implementando un equipo de cámaras, cada una enfocando el instrumento estudiado desde distintos ángulos para brindar una mayor facilidad de aprendizaje al estudiante, quienes a veces resaltan que las clases virtuales llegan a ser mejores por lo descriptivas que son, sumado a la ventaja de poder ser tomadas desde la comodidad de su hogar. Uno de los obstáculos que se puede percibir en este método de enseñanza es la latencia en el audio al tocar al tiempo el profesor y el estudiante, sin embargo, es cuestión de adaptabilidad. “Al principio mis profesores me decían, ¿tú cómo te acostumbraste a dictar las clases así? y yo les comentaba que cuestión de adaptarse. Tiempo después me comentaban que tenía razón y que ya es natural para ellos como para sus estudiantes desarrollar las clases con esa latencia.” – Comenta Amaya.
Liliana ha extendido su influencia más allá del aula, utilizando las redes sociales (a través de su cuenta de Instagram @escuela.mezzoforte) como una plataforma para compartir contenidos educativos y establecer colaboraciones significativas. Su asociación con la editorial Piano Adventures como embajadora punta de lanza en Bucaramanga, subraya el reconocimiento y la confianza en su metodología de enseñanza. Esta colaboración no solo ha enriquecido el currículum de su escuela, sino que también ha influido en otras instituciones en la ciudad, promoviendo una metodología efectiva en la enseñanza musical.
La meta que se han planteado busca no solo ampliar sus clases online, sino además contar con un estudio de piano y otros instrumentos más amplio, a ser usados por estudiantes desde los cuatro años en adelante. Proyectos interesantes se acercan para la escuela en colaboración con algunas agrupaciones importantes de la ciudad y el apoyo de las universidades de la región.
En el futuro, busca integrar nuevas tecnologías en su enseñanza como la realidad aumentada y virtual, asegurando que los estudiantes, sin importar la edad, no solo adquieran conocimientos, sino que también experimenten la alegría y la transformación que la música puede traer a sus vidas.
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