Rosana Fonseca: un ejemplo de los nuevos comienzos

Sep 30, 2024 | Facultad de Economía y Negocios, UNAB Tec – Estudios Técnicos y Tecnológicos

El caso de Rosana Yasmín Fonseca es una fuente de inspiración, ya que luego de 21 años ejerciendo en el sector salud decidió tomar un cambio de rumbo en su vida, volviendo a las aulas a estudiar, esta vez de manera virtual, el pregrado profesional en Seguridad y Salud en el Trabajo. Su historia es un testimonio de que siempre estamos a tiempo para experimentar nuevos caminos, de acceder a más conocimiento, y de que aunque tengamos experiencia consolidada en un campo, esta se puede complementar con aquello nuevo que queramos intentar.

¿Cómo fue la experiencia de volver a salir a prácticas profesionales?

Ser parte de la primera promoción de Seguridad y Salud en el Trabajo de la universidad fue un desafío único. En ese entonces, no contábamos con una plataforma que nos facilitara la búsqueda de empresas, por lo que dediqué todo mi empeño a encontrar una oportunidad de prácticas, ya que era la única materia que me faltaba para graduarme. El proceso no fue fácil por lo que decidí ampliar mi búsqueda en el sector salud, donde había trabajado durante 21 años. Fue entonces cuando encontré una oferta en una clínica nueva y sin pensarlo mucho, envié mi hoja de vida recibiendo su llamada al día siguiente. La entrevista inicial se realizó en la clínica, pero el coordinador de Seguridad y Salud en el Trabajo me informó que la posición no era para la clínica, sino para la Congregación Dominicas de Santa Catalina de Sena, específicamente en la Casa General. Me explicó que necesitaban un profesional para coordinar y ejecutar las acciones del sistema de seguridad y salud en el trabajo.

Al día siguiente, asistí a una entrevista en la Casa General con la ecónoma general, Sor Gilma Henao, quien sigue siendo mi jefa inmediata. Durante la entrevista, Sor Gilma me explicó en detalle la misión y visión de la congregación, así como sus diversas organizaciones, incluyendo colegios y clínicas. Enseguida me sentí alineada con sus valores y principios, lo que hizo que la experiencia fuera aún más significativa.

Inicié mis labores al día siguiente, y desde el primer momento, tuve la autonomía para definir cómo utilizar mis conocimientos y habilidades. Pude aplicar todo lo aprendido en la universidad, experimentando así un crecimiento profesional y personal. La experiencia fue muy gratificante, y en cada evaluación, recibí comentarios positivos. Pasaron alrededor de diez meses y, debido a temas de contratación, no podían sostener  mi contrato por más tiempo por lo que tuve que retirarme.

Pasó un mes cuando me volvieron a llamar con una nueva oferta laboral. Esta vez, para formar a la provincia. Actualmente, estoy llevando todo el compendio de cosas maravillosas que implica la congregación. Ha sido un gran esfuerzo por parte de la organización crear el cargo de coordinador, ya que no existía antes.

La empresa en la que laboro actualmente tiene presencia en casi todas las regiones de Colombia, así como en Ecuador y Costa Rica. Además de los colegios rosaristas, también cuentan con clínicas en Bogotá (Clínica Nueva) y en Ecuador (Clínica Pasteur). Incluso tienen un hotel en Villa de Leyva dedicado al turismo. Las áreas administrativas y las casas donde conviven las hermanas también forman parte de la organización, y hay trabajadores que se encargan de estas responsabilidades contractuales, lo que requiere una constante supervisión y coordinación.

¿Cómo aplicas tus conocimientos de SST en una comunidad religiosa?

Como coordinadora, debo entender el funcionamiento de cada centro de costo. Mi primer paso fue realizar una evaluación exhaustiva de cada uno, identificando sus necesidades, proyecciones y el estado del sistema de seguridad y salud en el trabajo. A partir de ahí, comenzamos a plantear estrategias. Cada centro de costo ya contaba con un líder encargado del proceso, pero faltaba seguimiento, controles y comunicación con los miembros del consejo sobre el estado actual del sistema de gestión. La intención de la coordinación era establecer un sistema de comunicación interno y externo, y trabajar en los procesos que estaban atrasados o no se habían cumplido.

Ha sido un trabajo dispendioso, pero después de un año y medio, ya estamos en la fase de auditorías. La idea es que desde la coordinación gestionemos el manejo de las cosas macro, alineadas con la misión y visión de la congregación. El objetivo es tener acceso a la información y al proceso, y que todos hablemos el mismo idioma en cuanto a las cosas macro.

¿Qué puedes destacar de la formación que te brindó el programa de Seguridad y Salud en el Trabajo de la UNAB?

Estudié de manera virtual y, aunque a veces escuchaba comentarios de que la virtualidad no enseña, me considero afortunada de haber estudiado virtualmente y de haber logrado el objetivo de ejercer mi carrera. La UNAB nos brindó una oportunidad grandísima, especialmente a personas como yo, que ya no tenemos 20 años, sino 50.

Estoy muy agradecida con la universidad por el acompañamiento y la asertividad con la que me enseñaron. Siempre nos decían que nos preparemos un poco más y que no separemos nuestro rol como personas en nuestras áreas laborales. Todas las materias fueron propicias y las he necesitado. El pensum coincidió con todo lo que he requerido, y el tema ético y de valores es fundamental, ya que sin ellos no se puede llegar muy lejos. Además, el apoyo económico fue crucial para mí, ya que terminé becada. El hecho de que nos dijeran “sí se puede y yo te ayudo” fue esencial para mi proceso, y por eso nunca me he desvinculado de la UNAB.

¿Cuál o cuáles profesores fueron determinantes en tu proceso formativo en la Universidad? ¿Qué huella dejaron en ti?

Aún mantengo contacto con algunos de ellos. En la sede de Bogotá de la UNAB, la profesora Luz Helena Hernández es inolvidable. Ella es ese farol que te dice “esfuérzate”. Su cariño y afecto por los egresados es un amor. La profesora Tatiana Heredia fue formadora en muchas de las áreas que cursamos y me sigue enseñando muchísimo. Hemos generado un proyecto para ayudar con las prácticas dentro de la congregación y hemos tenido muchos practicantes. Con la profesora Tatiana estamos trabajando en ese convenio de la forma más propicia con los estudiantes y así ayudarles a conseguir vacantes de práctica más fácilmente para que no tengan que vivir la situación que yo enfrenté.

El profesor Freddy López nos acompañó en todo el proceso con las materias. Nos enseñó a manejar el tiempo y a ser efectivos. Nos impulsó mucho en nuestro último proyecto sobre seguridad vial, un tema que me ayudó muchísimo porque en los colegios hay rutas y fue muy acertado. La profesora Yenny Nieves de la Rosa fue en su momento la mano derecha en todos los procesos administrativos. Nos escuchaba si teníamos una problemática con alguna materia o en los procesos de la universidad, y me ayudó con la beca. Esto es una fortuna. En el camino hemos dejado personas importantes y es valioso quedarse con aquellas que ayudan y enseñan siempre.

¿Cómo te fortaleces profesionalmente ¿Qué estás aprendiendo en este momento?

Hice una especialización en riesgos laborales porque considero que uno no puede quedarse solo con la carrera profesional. El mundo sigue avanzando y la seguridad y salud en el trabajo exige formación continua. Mi idea es hacer la maestría con la UNAB en sostenibilidad y economía circular, aunque aún está en proceso.

He realizado numerosos diplomados en sostenibilidad, ergonomía laboral, atención jurídica a la accidentalidad y un diplomado internacional en competitividad en las organizaciones con riesgos laborales en la Universidad de Cataluña. He entendido que hay que formarse constantemente y no quedarse rezagado.

Para aquellos estudiantes que están a punto de graduarse como profesionales en SST, ¿qué consejo les darías para asumir los retos que presenta el sector laboral?

Les diría que el ser humano es la esencia. Si te formas para apoyarlos estás en el camino correcto. Deben fortalecerse mucho en la negociación, no para imponer sino para proponer. Las organizaciones necesitan negociadores inteligentes que aporten a la resolución de conflictos, algo latente en nuestro país. Deben fortalecerse en el proceso de riesgo psicosocial, ya que nuestro país atraviesa una época complicada. Si no lo vemos como importante, tendremos grandes brechas sociales.

Ser creativo es crucial porque no siempre se tienen los recursos o el apoyo del empleador. Debemos apoyarnos en nuestra creatividad. La preparación continua es supremamente importante. Dentro de los gremios de trabajadores, debemos ser un ejemplo a seguir para que la organización se alinee con nosotros y así reducir el riesgo de accidentalidad y malas prácticas.