
En el programa de Música de la Universidad UNAB, las historias que se tejen a través de los sonidos son tan valiosas como las que se escriben en un pentagrama. Y pocas trayectorias representan mejor esa conexión entre arte, territorio y narración que la del maestro Adolfo Hernández Torres, profesor, compositor y arreglista que ha logrado traducir en música la esencia profunda de la imagen y la emoción cinematográfica.
Con una carrera que combina la formación académica sólida con una sensibilidad profundamente humana, Hernández ha incursionado en la composición y el diseño sonoro para cine y documental, construyendo puentes entre la creación musical y las narrativas audiovisuales que exploran lo colombiano desde múltiples miradas.
Música para la imagen: cuando el sonido cuenta la historia
Su trabajo se ha proyectado en producciones como Pablus Gallinazo, documental disponible en RTVC Play, en el que la música no solo acompaña la historia, sino que la impulsa, dialoga con ella y le da nuevos significados.

También fue el compositor de la banda sonora del documental Camino del Chicamocha, una obra que explora la relación entre paisaje y memoria sonora. Sobre esta experiencia, el maestro afirma que l proceso de creación musical fue una experiencia intensa con el objetivo de capturar la esencia sonora y cultural del lugar. Se seleccionaron instrumentos que reflejaran la identidad local, incorporando sonidos característicos como el de las mulas, pájaros y el sonido del cañón, con la intención de que la música no solo acompañe visualmente, sino que también emane de los propios sonidos del entorno”.
Esa búsqueda de autenticidad sonora también se evidencia en su participación en Kekar, película que narra la vida de un héroe anónimo del periodismo colombiano. La música de esta producción, titulada Curos–Málaga, fue concebida como un homenaje a las raíces andinas y a los sonidos de Santander, integrando timbres autóctonos en un lenguaje contemporáneo que dialoga con la emoción de las imágenes.
Del aula al estudio: el arte de formar desde la experiencia
En su labor docente, el maestro Hernández encarna el espíritu de la formación integral que distingue al programa de Música UNAB. Su experiencia profesional se convierte en una plataforma de aprendizaje para los estudiantes, quienes encuentran en su cátedra un espacio donde la teoría se conecta con la práctica, y la creación se convierte en un acto reflexivo y significativo.
Más allá de las partituras, el maestro impulsa a sus estudiantes a explorar la música como lenguaje narrativo, como medio de expresión social y como territorio de innovación. Su trabajo con la comunidad académica ha contribuido a fortalecer las líneas de creación en composición, producción y experimentación sonora, ámbitos que hoy posicionan al programa como un referente en el oriente colombiano y el país.
En este contexto, el programa de Música continúa fortaleciendo su posición en la región y el país, avanzando con determinación en el proceso de renovación de la Acreditación en Alta Calidad. Este compromiso reafirma su misión de formar músicos íntegros, creativos y con impacto social, respaldados por estándares académicos rigurosos, proyección artística permanente y una visión educativa centrada en la excelencia, la innovación y la pertinencia cultural.
Paralelamente, el proyecto académico vive un momento histórico con el proceso de reforma curricular, el cual avanza exitosamente y se encuentra en una etapa decisiva de consolidación. Este nuevo plan de estudios dialoga con las tendencias contemporáneas del arte sonoro, los avances de la escena musical global y las dinámicas de las industrias creativas y culturales, incorporando líneas de formación en producción musical, creación interdisciplinar, pedagogía y tecnologías aplicadas a la música. Así, el programa se proyecta hacia un futuro donde los estudiantes y graduados continúan ocupando espacios relevantes, innovando, transformando y aportando al desarrollo cultural del país y del mundo.
Un llamado a nuestros graduados
Esta nota busca también reencontrarnos con quienes han hecho parte de esta historia. A nuestros graduados, queremos recordarles que el programa de Música sigue creciendo, innovando y soñando con ustedes. Que nuestras aulas, escenarios y festivales siguen siendo su casa; un lugar donde cada logro de nuestros profesores, como el del maestro Hernández, refleja el camino que ustedes ayudaron a construir.
Les invitamos a mantenerse conectados con nuestra comunidad, a compartir sus proyectos, a inspirar con su ejemplo a las nuevas generaciones y a seguir sintiendo orgullo por llevar el sello Música UNAB, sinónimo de excelencia, sensibilidad y transformación.