Gratitud por ayudar a las personas

Nov 28, 2024 | Facultad de Ciencias de la Salud

En esta edición tuvimos la oportunidad de entrevistar a Luis Alejandro Rivero, Médico UNAB (2010) especializado en el campo de la cirugía bariátrica y laparoscópica.

¿Qué te motivó a elegir la medicina como profesión y en especial, a enfocarte en la cirugía bariátrica y metabólica?

Inicialmente no iba a estudiar medicina, quería ser ingeniero, mi papá es ingeniero y siempre ha sido mi héroe. Aunque me iba bien en el colegio en general, siempre tuve una mayor inclinación por la biología. Sin embargo, el evento decisivo fue un accidente que tuve jugando baloncesto en último año en el colegio, un trauma en el ojo derecho con destrucción del lagrimal y del párpado. El doctor Alberto Luis Díaz, un brillante oftalmólogo de la FOSCAL fue quien me operó. A pesar de que tenía miedo por la cirugía, su presencia, profesionalismo y forma de hablarme y explicarme me hicieron sentir muy tranquilo.

La cirugía fue exitosa y al recordar verlo primero con el traje de cirugía y luego en su consultorio con traje formal, se generó en mí como otra versión de héroe y admiración. Ahí decidí volverme médico y yo creo que también mi inclinación por la rama quirúrgica de la medicina.

Mi interés por la cirugía bariátrica surge en cuarto año de especialización, el doctor Garavito, cirujano de tórax, me preguntó si pensaba en hacer alguna subespecialidad, yo le dije que me parecía interesante la laparoscopia avanzada y bariátrica. Me presentó un amigo suyo que hacía cirugía bariátrica y empecé a ayudarle en cirugía. Cuando vi los resultados y cambio de vida de los pacientes me decidí por esta rama.

¿Cómo tu trayectoria profesional ha moldeado al médico que eres actualmente?

He sido afortunado cuando miro hacia atrás desde que empecé a estudiar medicina, la UNAB es un excelente Universidad, tiene un programa académico muy completo, buenos profesores y sitios de práctica. 

En mi formación de posgrado en cirugía general en la UIS tuve la oportunidad de aprender en un hospital universitario en donde hay mucho volumen de casos por ser centro de referencia, se ve de todo, se hace muy buena práctica quirúrgica tanto en técnica abierta como laparoscópica.

Pero para responder la pregunta solo la trayectoria profesional le da a uno experiencia. Yo creo que hay una parte muy importante del éxito de un médico y es  el buen trato a un paciente, el respeto, la responsabilidad y la empatía. Un profesor de psiquiatría nos decía “el éxito de un médico está en su presentación personal y en tratar bien a su paciente”. y eso no es de universidad. Eso viene desde la casa. Mi mamá es ama de casa y en nuestra formación y crianza ha sido la persona más disciplinada, amorosa, y exigente al tiempo. Mi hermano y yo estamos profundamente orgullosos y agradecidos con ella. Ella fue quien nos enseñó a tener responsabilidad, respeto, empatía y compasión con las personas. Mis padres son pilares fundamentales de lo que soy hoy.

Es muy diferente sentirse un superhéroe y creer que me tienen que guardar respeto por ser un cirujano, a sentirme agradecido con la vida por tener la oportunidad de ayudar personas mediante la práctica de esta rama de la medicina. 

Realmente la gratitud es la madre de todas las virtudes y ha sido fundamental para escalar hasta donde me encuentro hoy en día. Eso viene de familia.

¿Qué iniciativas has generado para fortalecer la medicina bariátrica en la región? ¿Tienes algún proyecto en desarrollo?

En Colombia aún no existe cirugía bariátrica con aval universitario y el manejo integral de la obesidad, por lo menos en Bucaramanga no se lleva a cabo. Excepto por el doctor Luis Ernesto López, quien fue mi profesor y ha sido un gran influenciador y apoyo también en mi deseo por estudiar bariátrica.

Cuando decidí irme del país, tuve la oportunidad de ir a México a formarme como cirujano integral de obesidad. El Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (CMCOEM) tiene varios sitios de entrenamiento con aval universitario y reuniones académicas durante todo el año. 

Fui muy afortunado porque apliqué en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez con el maestro José Guadalupe Rodríguez Villareal, quien tiene más de 35 años de experiencia en el campo, más de 50.000 procedimientos bariátricos y aprendí muchísimo. No sólo es operar, la obesidad se debe tratar como un problema multifactorial, algo que en muchas partes de Colombia no se aborda correctamente, ya que los pacientes después de su operación no reciben el seguimiento adecuado.

Esta experiencia me llevó a fundar Bariartricolombia, un grupo de médicos especialistas que se encargan del sobrepeso y la obesidad en los pacientes de forma integral. 

Contamos con un psiquiatra, una médica especialista en medicina del deporte, una médica con magister en nutriología, una médica internista y un profesional que enseña a todos los pacientes mindfulness. 

Entendemos que la obesidad y el sobrepeso tienen un componente cognoscitivo y emocional muy marcado, y es fundamental que el paciente aprenda a conocerse e identificar los factores de su entorno que lo han llevado a la condición en la que se encuentra actualmente. Queremos que el paciente desarrolle una nueva mentalidad donde sepa cómo alimentarse, ejercitarse y mantener su salud mental de manera independiente y proactiva.

A pesar de que cirugía bariátrica se hace ya hace dos décadas en Bucaramanga, me siento muy orgulloso y contento de ser pionero en la región en el enfoque integral de la atención del paciente en el tema de cirugía bariátrica y de estar ejerciendo lo que a mí me gusta de manera ética y profesional.

¿Qué profesores fueron determinantes en tu proceso formativo en la Universidad?

El cuerpo docente de la UNAB está lleno de muy buenos profesores y seres humanos, pero lógicamente hay ciertas experiencias que marcaron, por ejemplo, recuerdo que en tercer semestre el primer corte lo tenía muy mal, era difícil salvarlo. El doctor Carlos Páramo estaba haciendo reemplazo del coordinador de básicas. Subí a decirle que quería cancelar la materia porque estaba muy colgado, y tuvo una forma muy particular de hacerme caer en cuenta de que me estaba rindiendo cuando faltaba aún la mitad del semestre. A partir de esa charla recuerdo que la cafetería, la tienda de Nacho, los partidos de básquet pasaron a un segundo plano y la biblioteca fue como mi hogar. 

Logré recuperar el semestre y aunque la nota no era la mejor, la satisfacción vino del esfuerzo y todo lo que tuve que gestionar para recuperar el semestre.

El doctor Carlos Alberto García, patólogo, tuvo una influencia importante en el área de formación en investigación. Gracias a su apoyo y a un convenio con la UIS pude exponer un trabajo de grado en Chile, lo que me permitió tener una experiencia académica internacional y relacionarme con personas del campo. Fue importantísimo para mejorar mi hoja de vida y entrar unos años después a la UIS a cirugía

En séptimo semestre conocí al doctor Miguel Iván Rodríguez, por él fue que estudié cirugía. Un profesor muy particular y divertido, cercano, bromeaba mucho y aparte de eso tenía una técnica quirúrgica elegante. En su consulta, cada diez minutos una carcajada de él y sus pacientes. Entonces vi una versión del cirujano más cercana a lo que yo soy, muy empático, las bromas en el quirófano, la buena música y un gusto por enseñar que no ha parado con el paso de los años.  Él prácticamente me apadrinó. Hoy en día seguimos hablando de vez en cuando y le tengo un enorme cariño. 

En ese mismo semestre cirugía se veía con psiquiatría. Había pasado el primer 50 % de psiquiatría cómodo y era muy difícil perderla. Entonces empezaba a llegar tarde por quedarme en cirugía.

Me quedó la materia en 2.9, fui a hablar con el profe German Rueda buscando algún trabajo o taller adicional que pudiera entregar para subir la nota, pero pues la enseñanza de vida ya estaba en curso, debía asumir las consecuencias de mis actos. En su momento sentí indignación, rabia, tristeza, pena. Perder una materia no entraba en mi cabeza, pero realmente fue la enseñanza más importante por el impacto que tuvo dentro, no sé cómo explicarlo.

Para aquellos estudiantes que están a punto de graduarse como médicos, ¿qué consejo les darías?

Le diría que la formación nunca termina, sean curiosos por el conocimiento siempre, corroboren lo que aprendan. No tengan miedo de enfrentar nuevos retos.

La ética profesional debe ser la base de todo lo que hagan, ya que la persona que tienen frente a ustedes puede ser alguien cercano. Enamórense de la medicina, es decir del conocimiento médico durante cada semestre, en los exámenes para especialización preguntan de todo. 

Cada paciente viene con sus propios miedos y preocupaciones, luego no hay que tomarse nada personal, el paciente es sagrado. 

Tengan buenas relaciones con sus compañeros, más adelante un compañero de promoción puede ser el director de un hospital al que pasen la hoja de vida para trabajar o puede ser quien esté en entrevista evaluándolos a ustedes como aspirantes a una especialidad. 

Por último y aunque parezca como muy normal, traten de hacer deporte, hacer higiene del sueño, alimentarse muy bien y de ser posible meditar todos los días.