Enfermeros y psicólogos de la UNAB, en alianza con líderes comunitarios, trabajan en la Comuna 14 de Bucaramanga enfocados en la salud mental de miles de habitantes más allá de un centro médico.

Por Pastor Virviescas Gómez

Reportero con 39 años de experiencia y tres Simón Bolívar.

publicaciones@unab.edu.co

¿Qué tienen en común las ciudades de Harare y Bucaramanga? ¿Qué hacen en Zimbabue Dixon Chibanda, y a 11.737 kilómetros de distancia Jhon Freddy Argüello Duarte? ¿Existe un puente tan largo que una el selvático sudeste africano y la cordillera de los Andes? ¿Qué es y qué papel juega “Funegui”? ¿Y a todas estas qué tienen que ver los habitantes de la Comuna 14?

Para este caso, el principio de todas las cosas está en el trabajo que el psiquiatra Chibanda y la psicóloga alemana Ruth Verhey emprendieron en 2006 creando el programa Friendship Bench, que al traducirlo con algunos ajustes es ‘Banquillo Amigable’, nombre detrás del cual hay una propuesta de enorme impacto social ya que convoca por un lado a niños, adolescentes y adultos de los barrios Morrorico, Albania, Miraflores, Los Sauces, El Diviso, Buena Vista y Buenos Aires, lo mismo que a personas con reconocimiento en sus comunidades, y por el otro a profesionales de Enfermería y Psicología de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) para hablar de su salud mental y brindarles tanto acompañamiento como soluciones.  

Esta es una estrategia encaminada al abordaje de la salud mental comunitaria, con las debidas adaptaciones que se han hecho para la singular realidad colombiana. Y no es tan complejo como aparenta, ya que la fórmula es empoderar a los líderes comunales con herramientas básicas de salud mental para hacer el ejercicio de orientadores. Es decir, personas comunes y corrientes que se sientan a escuchar a los demás en su propio espacio barrial y a partir de una técnica relacionada con la resolución de problemas ayudan a ver la situación desde otra perspectiva y plantear respuestas a esos problemas apremiantes.

Jhon Freddy Argüello Duarte, profesor del programa de Enfermería UNAB, lidera en Bucaramanga un novedoso programa de atención en salud comunitaria / Foto: Pastor Virviescas Gómez

“Ese es el ‘puente’ que, debido a las características de nuestra cultura donde hay tanta estigmatización, resulta tan importante para generar esta estrategia que redunda en beneficio de sectores marginados”, afirma el profesor Argüello Duarte. Por supuesto que cuando determinado caso psicoemocional adquiere dimensiones clínicas o psiquiátricas, entonces los orientadores efectúan la remisión a las entidades de salud correspondientes.

Todo empezó hace seis años, cuando gracias al apoyo de la Comisión Fulbright se invitó a la enfermera con formación doctoral Sandra Cadena –quien en Estados Unidos trabaja en el área de salud mental–, con el objetivo de fortalecer el crecimiento de los estudiantes de Enfermería de la UNAB. Ella está casada con el psiquiatra santandereano Juan Guillermo Cadena y juntos con la Fundación para el Desarrollo de la Neurociencia (Funegui) se convirtieron en aliados del “Banquillo Amigable”.

De esa sinergia surgió la idea de estructurar un centro comunitario en salud mental como una línea diferencial que no existía, aunque por norma debería crearse (Ley 1616 de 2013 y Resolución 4886) atendiendo la política sanitaria para generar la rehabilitación basada en la propia comunidad. Entonces fue cuando se enteraron de la iniciativa de Dixon Chibanda y esta cayó como anillo al dedo. A comienzos de 2023 y con el auspicio del Icetex vino a esta ciudad Ruth Verhey, quien se encargó del primer entrenamiento de orientadores.

Hoy Elizabeth, Maribel, Marleny, María Cristina, Miriam, Oswaldo y Vladimir son siete de los líderes comunitarios que integran el equipo, sumándose la docente Mónica Molina, la psicóloga Doris Amparo Barreto, directora de la Unidad de Transformación Social de la UNAB, y ocho estudiantes de Enfermería UNAB que también se han formado para tal función. “La misma comunidad es consciente de la importancia que tiene la necesidad de trabajar, conjunto con nosotros, en la salud mental de miles de habitantes de esos cerros nororientales. Así que desde el primer momento siempre han estado dispuestos a seguir adelante”, agrega Argüello Duarte.

La psiquiatra alemana Ruth Verhey ha brindado asesoría en el programa el ‘Banquillo Amigable’, una iniciativa concebida en África / Foto: Juan Camilo Rueda Sarmiento

Al finalizar este año y superada la tramitología oficial, aseguran que tendrán instalados cuatro “banquillos amigables” (cerca al Centro de Salud del Isabu, en El Plan, en Albania y en El Retorno), pero no de madera como en Zimbabue sino de cemento y más duraderos como los que hay en los parques de esta región. Serán los habitantes de la Comuna 14 quienes los instalen, los pinten y los cuiden. Su meta es impactar inicialmente al menos a 36 personas por semana y en una segunda fase a 150 por semana, en un ciclo de al menos seis sesiones de encuentro.

Paralelamente y en llave con el enfermero William Pataquiva, de la Clínica de Girón, se están extendiendo al 70 % de los colegios de ese municipio del área metropolitana, enfocados específicamente en las habilidades psicosociales para la vida y la salud mental de la población escolar, siguiendo las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que contemplan la salud mental como el estado de bienestar donde cada individuo desarrolla su potencial para afrontar las tensiones de la vida diaria y trabajar de manera fructífera para sí mismo y para el aporte a su comunidad, siendo consciente de sus actitudes y aptitudes psíquicas, emocionales y físicas.

Jhon Freddy Argüello y sus colegas tienen presente que la Enfermería es una profesión de carácter holístico enfocada al abordaje humano desde trece dominios que abarcan la promoción de la salud, el componente clínico y otros aspectos no menores como la tolerancia al estrés y el confort, por decir algunos. “Al final de cuentas la salud mental es un asunto de todos y para todos, de tal manera que si trabajamos interdisciplinariamente podremos llegar a hacer una cobertura más amplia en toda la sociedad”, concluye, invitando a que no solo más docentes y estudiantes de Enfermería y Psicología se les sumen, sino también instituciones como el Club Rotario y empresas que financien esta política social. Más que soñadores, son trabajadores de sueños.

El trabajo con la comunidad es la esencia y por ello sus dirigentes sociales se han involucrado de lleno con el ‘Banquillo amigable’ / Foto: Juan Camilo Rueda Sarmiento

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