Seleccionar página

El esquimal de Barrancabermeja

Sep 1, 2008 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Pastor Virviescas G?mez
pavirgom@unab.edu.co

El d?a en que a Nahum Montt le ordenaron subirse a la bicicleta bajo el sol infernal de Barranca para ir a reponer un ejemplar de Vanguardia Liberal que supuestamente no recibi? un suscriptor -y al llegar result? que ya hab?a aparecido-, esa misma ma?ana el gremio de los voceadores perdi? un ?gil colega pero la nueva literatura colombiana gan? una figura.

En ese justo momento, Nahum decidi? alejarse de los bultos de peri?dicos e irse a Bogot? para explorar el camino de las letras en la Universidad Nacional. Dej? atr?s dos a?os de madrugadas repartiendo suscripciones y opt? por ser escritor, no sin antes aguantar mucha hambre. ?

En 1999 public? ?Midnight Dreams?, pero el reconocimiento le llegar?a en 2004, cuando con la novela ?El Eskimal y la Mariposa?, gan? el Premio Nacional de Novela Ciudad de Bogot?, y en su casa empezaron a verlo ya no como el bicho raro que se encerraba a leer y parir cuartillas, sino como ?el escritor?.

Luego de esta obra editada por Alfaguara y considerada por algunos como una ?radiograf?a visceral y po?tica de la violencia colombiana de los a?os 80 y 90 del siglo XX?, Montt (de 41 a?os), dio a luz en 2008, ?Lara?, una novela para quienes no conocen o pretenden olvidar a Rodrigo Lara Bonilla, el ministro de Justicia asesinado en la noche del 30 de abril de 1984 en Bogot? por sicarios al servicio del asesino y narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria.

Montt, invitado a la Feria del Libro de la UNAB, Ulibro 2008, es un tipo corpulento, de barba, con el cabello recogido por una cola de caballo, que se r?e como el Pap? Noel y que extra?a los sancochos de bocachico a la orilla del r?o Magdalena sobrevolado por un ej?rcito de moscas y zancudos. Al lado de su prominente abdomen lleva siempre una mochila, mientras tararea una canci?n de ese maestro de la iron?a llamado Joaqu?n Sabina.

Junto a Enrique Serrano, Andrea Cote y Pablo Montoya, Montt se cree un gran embajador de Santander en las grandes ligas de la literatura, mientras otros les endilgan el remoquete de ?generaci?n del petr?leo?, porque no encontraron otro nombre que ponerles.


?
?De d?nde sale su nombre que m?s parece emparentado con Sinuh?, el egipcio?

De? esas excentricidades propias de Barranca. Mi viejo dijo ?vamos a ponerle un nombre b?blico? y cogi? la Biblia y sali? el profeta menor Nahum, que nada m?s tiene una p?gina. Peor me salv? porque la p?gina anterior era Abacud y la siguiente Sofon?as. El apellido s? es de un ancestro franc?s que entr? por Caribe, reg? su simiente y tal vez por el mismo hecho desapareci? misteriosamente, sin dejarnos plata ni lengua, sino el apellido no m?s. Se juntan ese nombre tan raro de la Biblia y ese apellido y quedo casi como un seud?nimo.


?
?Usted es un profeta de las tempestades?

La mayor?a de los profetas estaban locos y la misma sociedad los calificaba como tal. Eran aqu?llos que alucinaban y en medio de la alucinaci?n ve?an el futuro. Yo estoy alucinando, pero no soy un profeta del pasado que es algo muy fracasado, sino que estoy fascinado con la historia reciente de este pa?s. Lo que trato es de alumbrar esa historia reciente y tal vez encontrar algunas claves que nos ayuden a sobrevivir en el futuro.


?
Cuando la Tropical Oil Company (Troco) lleg? a Barranca a comienzos del siglo XX, se caracterizaba al puerto por cuatro letras P: Petr?leo, Plata, Polic?as y Prostitutas. ?C?mo es que en esa tierra germinen escritores y poetas, y no s?lo guerrilleros y paramilitares?

Enrique Serrano la define de una manera muy bella y dice que Barranca es una encrucijada, un cruce muchos caminos. Su naturaleza de puerto, de lugar a donde llegan gentes de todo el pa?s y del mundo le dio ese matiz multicultural para que germinen cosas raras o al menos cosas que no se dan en el resto del pa?s.

Hablando con Carlos Vives la otra vez que estuvimos en Barranca, le comentaba de esa cosas raras que se dan all?, y ?l me dec?a que no era raro, sino el r?o Magdalena que arrastra las historias y nos da una identidad. ?l le da esa propiedad m?gica al r?o Magdalena, que es el gran patr?n de las historias que all? se generan.


?
?C?mo es que Nahum Montt en lugar de ser un ejecutivo de Ecopetrol jubilado a los 40 a?os, se desv?a hacia la literatura?

En mi casa nunca faltaron los libros. De hecho pertenezco a esa generaci?n de lectores que se cre? en Colombia por all? en los a?os 70 y 80, donde los libros llegaban a nuestras casas a trav?s de unas revistas del C?rculo de Lectores, y mi viejo que le?a Papill?n y una cantidad de relatos polic?acos, nos dec?a a sus tres hijos que escogi?ramos un libro. Entonces para hacerlo nos d?bamos unas palizas y cuando llegaba el libro entonces era un problema porque lo estaba leyendo el uno o el otro.

Adem?s, yo estudi? en el Seminario San Pedro Claver de Barranca que queda en una loma y en la parte de abajo hab?a un puesto de refrescos donde vend?an raspados enormes que tardaba uno cuarenta minutos en para acabarlos. En esa ?poca hab?a doble jornada, de 7 a 12 y de 2 a 5, as? que siempre almorzaba temprano y me regresaba a leer novelitas de vaqueros que colgaban como si fueran calzoncillos sec?ndose al sol. Por 10 centavos arrancaba? a leer una novelita, pero como ten?a que regresar a clase le dec?a a ?Barranquilla? que me faltaban tantas p?ginas y que me la reservara para cuando saliera, porque quedaba intrigado con lo que har?an el sherif o los cuatreros.

Ese negocio ten?a la propiedad de transformarse y a las seis de la tarde empezaban a llegar las muchachas, y uno vestido de seminarista. Entonces me gritaban: ?Pich?n de cura, qu? hace ah? leyendo novelas, ?v?yase para su casa! En esos a?os me le? cientos de novelas de vaqueros.

Admir? mucho a un autor espa?ol, Silver Kain, y ahora que estuve en Europa descubr? que era un espa?ol, Gonz?lez Ledesma, que escribe novelas negras y polic?acas.


?
?Qu? hizo entonces que el futuro cura se descarriara y se convirtiera en escritor?

Creo que se nace, es como una especie de destino. Yo hab?a estudiado ingenier?a electr?nica aspirando alguna vez a ocupar un cargo importante en Ecopetrol, peor despu?s me di cuenta que entre m?s me met?a en electr?nica m?s le?a, y un d?a renunci? a eso y empec? a estudiar literatura en la Nacional. Usted se imaginar? lo feliz que se puso mi padre cuando le dije.

Pienso que es como una funci?n que se modela desde la infancia con esas lecturas que le contaba, y despu?s es un camino muy largo, en el que termina uno condicionado por la terquedad. Conmigo ven?an cuarenta amigos que quer?an ser escritores y de todos ellos quedo yo. Lo otro, es nunca perder esa capacidad de so?ar y de asombrarse con tanta realidad que nos toca vivir.

?
?El peor libro que ha pasado por sus manos cu?l es?

Lo tengo es mi mesa de noche, es lo m?s querido que tengo.

?
?Al menos las iniciales del autor?

Es una novela de R.H. Moreno Dur?n. Cuando tengo alg?n ataque de insomnio, este libro tiene la propiedad m?gica de que arranco a leerlo y en tres a?os no he podido pasar de la p?gina quince. Me leo un p?rrafo y quedo profundamente dormido, como un beb?. No necesito somn?feros, porque para eso tengo ese libro de R.H.

?
??Lara? es la versi?n novelada de un magnicidio para no ganarse un tiro de quienes lo mandaron a acribillar?

Siento que la historia hay que narrarla desde las distintas orillas. En ?El Eskimal y la Mariposa? la hab?a abordado desde los criminales que estuvieron detr?s de los atentados que dieron muerte a tres candidatos presidenciales en 1989. Con ?Lara? me arriesgu?, contando la historia desde la c?pula, mostrando a estos personajes que han sido ejemplares para nuestra historia reciente como Rodrigo Lara o don Guillermo Cano, que tambi?n aparece en la novela y que me la salv?.

Fue un esfuerzo que me cost? tres a?os de investigaci?n, un borrador que quem? y finalmente esta versi?n que sali? bastante sint?tica, pero yo quer?a un relato r?pido y vertiginoso, que rompiera la monoton?a tradicional de los manuales de Historia, que nos aburren a todos tambi?n.

?Lara? es un relato que aprovecha los recursos del g?nero polic?aco para atrapar la atenci?n del lector. Esta novela est? dirigida a la gente joven, para que recreen esa ?poca y sepan que todos los problemas que tenemos ahora no vienen de dos o tres a?os, sino de mucho tiempo atr?s.


?
?Compenetrarse tanto con el personaje como para encerrarse noches enteras con ?l, a escuchar sus discursos y beber una botella de licor?

Termin? rayado… qued? loco. Esto es comparado a lo que llaman Periodismo de inmersi?n, que es meterse en la piel del personaje. Con Lara me cost? much?simo porque hab?a todo un c?rculo de amor puro alrededor de ?l y lo hab?an convertido en una especie de m?rtir de la democracia. Yo ten?a que ponerle carne y hueso, volverlo humano, rastre? cantidad de cosas y en ese proceso me consegu? unos casetes con los discursos cuando ?l fue senador y ministro, y eran los que ?l ten?a como copias personales. En la biblioteca del Senado no se consigue ning?n casete de esa ?poca, entonces cog? los de ?l, los ?remasteric?? y lo pon?a en las noches mientras destapaba a mi amigo Johnny el caminante o a Sir Edwards. Me pon?a a tomar con Lara y la gente de la cuadra terminaba preocupada porque escuchaban esa voz, que es una voz de la conciencia, que dice cosas que nos van a pasar, que nos est?n pasando y que nos seguir?n pasando. La gente dec?a ?este vecino se enloqueci?; en lugar de poner m?sica pone a un loco que nos dice lo que nos est? pasando? y la gente no sab?a que ese ?loco? hab?a dicho eso m?s de veinte a?os atr?s.

?
?Escribir? alg?n d?a sobre la violencia de los a?os 70, 80 y 90 en el Magdalena Medio?, ?de los cad?veres que bajaban por el r?o y encima de ellos los chulos?

No lo s?, tal vez. Uno siempre vive espantando los temas. En estos momentos estoy trabajando varios proyectos al mismo tiempo y a Barranca y Santander los trato de espantar, pero me llegan disfrazados de un personaje o de otro, y los echo, pero luego reaparecen hasta que finalmente no aguante m?s y termine escribiendo.

Sobre Barranca en particular, esa d?cada de los 80 que fue tan dura porque viv?amos con una econom?a de guerra, hab?a dos paros a la semana porque los sicarios sal?an a matar los lunes y los mi?rcoles, y hab?a que tener leche en polvo y granos, porque uno no sab?a hasta cu?ndo iba a durar. En alg?n momento tendr? la suficiente madurez para escribir esta historia. Uno siempre est? aprendiendo y ojal? llegue el momento en que est? suficientemente maduro y la pueda abordar sin caer en relatos pat?ticos o quedarme en lo escabroso y lo macabro.

?
?Por qu? raz?n usted le recomendar?a a un adolescente que lea en lugar de perder el tiempo frente al televisor o esclavizado por el chat?Entiendo que los j?venes de esta ?poca est?n leyendo much?simo m?s que nosotros, que simplemente le?amos novelitas de vaqueros colgadas de tiras de caucho. Ahora ellos con Internet son capaces de leer y de enterarse qu? es lo que ocurre en este mundo. ?Que lean! Y a quienes se puedan pasar la vida sin escribir, les digo que no escriban porque es un oficio muy duro y mal pago. Lo mejor que uno la puede pasar es en este tipo de eventos como la Feria del Libro de la UNAB, pero es casi como un destino a la soledad, a estar uno trabajando en silencio, rob?ndole horas a la noche y a la madrugada para hacerlo. Aqu?l que pueda sobrevivir sin escribir, que lo haga, pero aqu?l que no pueda hacer otra cosa en la vida, ?bienvenido a este destino!

Ir al contenido