Durante su permanencia en Colombia trabajó como realizadora de televisión, investigadora periodística y hasta jefe de prensa de campañas políticas, entre otras ocupaciones, pero decidió darle un nuevo rumbo a su vida explorando oportunidades en otros países. Fue así como hace 16 años viajó a España, país que escogió porque no hablaba otro idioma diferente al castellano, para iniciar de "cero" una nueva vida como estudiante.
Y a costa de esfuerzos, sacrificios y sobre todo, mucho trabajo durante esos años, fue que Santos logró abrirse paso en un ambiente profesional que exige altos niveles de capacitación. Ella obtuvo en el viejo continente los títulos de doctora en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid; máster en Escritura de guiones cinematográficos de la Universidad de Alcalá de Henares y máster en Historia y estética del cine de la Universidad Autónoma de Madrid.
"El llegar a España como estudiante fue difícil -afirma-, porque el nivel de conocimiento de ellos con respecto al mío era diferente, sobre todo en humanidades tienen una experiencia y un conocimiento más amplio que el nuestro que a lo mejor es demasiado local y llegué a un ambiente en el que tenía que conocer de la historia del arte mundial, de la historia en general y de España. En lo laboral fue muy difícil porque en ese entonces había muchísimos periodistas entonces cuando pedía un trabajo siempre me decían que había cientos de periodistas españoles, por eso decidí seguir estudiando".
Fue a comienzos de esta década cuando Santos conoció a quien sería su mentor y eje de su actividad profesional en la actualidad: el empresario financiero José María Castañé, quien durante años coleccionó documentos y fotografías relacionados con la historia de Europa en el siglo XX, especialmente acerca de la Segunda Guerra Mundial. De ahí nació lo que hoy es el centro de actividades de Santos: la Fundación José María Castañé, de la cual es su directora y que está "dedicada al estudio, análisis historiográfico y difusión de las principales manifestaciones de la humanidad a lo largo del siglo pasado", explica.
Santos es una convencida de que el componente teórico de la Universidad debe dosificarse en la vida profesional, donde lo que prima es la práctica. "Hoy no manejo los discursos teóricos, vivo una realidad diferente que es la práctica. Sí, lo que se ha estudiado sirve, pero todo tiene una medida de aplicación, salvo que queramos ser ciento por ciento teóricos, no podemos quedarnos ni en un extremo ni en el otro. Valoro lo que aprendí en la Universidad, pero en el límite justo para decir que la realidad está afuera y cuando tengo que aplicar alguna teoría lo que veo es la práctica de mi oficio, la práctica de mi discurso".
Afirma que los profesionales de hoy, sea cual sea su especialidad, deben ser "toderos". "No puedo hablar de un perfil del comunicador en Colombia, porque hace 16 años que no estoy aquí, pero sí puedo hablar del profesional que se requiere en Europa y se resume en una frase: tiene que ser muy competitivo. El profesional debe saber aplicar todo a nivel de nuevas tecnologías: informática básica, búsqueda en Internet y manejo de nuevos y mejores programas; debe defenderse en el ámbito administrativo o empresarial y debe saber otro idioma".
