Los amantes del cine recibieron dos noticias tristes durante estos quince días. El miércoles 5 de julio falleció, a causa de un infarto, el director argentino, Fabián Bielinsky, de 47 años, cuando realizaba una producción en Brasil. Así mismo, el director uruguayo, Juan Pablo Rebella, de 32 años, se quitó la vida el pasado 6 de julio.
Fabián Bielinsky era reconocido por haber dirigido las películas “Nueve Reinas” (2000), ganadora de 21 premios internacionales, y “El Aura” (2005), por la cual el lunes pasado había sido galardonado con seis estatuillas en la entrega de los premios Cóndor de Plata.
El director se encontraba en Brasil para realizar una selección para un comercial, según confirmó Augusto Giménez Zapiola, amigo de Bielinsky y dueño de la productora publicitaria en la que estaba trabajando. Agregó que cuando ya estaban todos los de la productora listos para viajar, él no aparecía en el aeropuerto, entonces lo fueron a buscar y no contestaba. Tuvieron que derribar la puerta y estaba muerto”.
La Secretaria de Cultura de Argentina y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) declararon día de duelo del cine argentino.
Bielinsky, nacido el 3 de febrero de 1959 en Buenos Aires, estaba casado y tenía un hijo de 11 años.
En el caso de la muerte del cineasta uruguayo, Juan Pablo Rebella, sus allegados dijeron que lo hallaron sin vida en su casa de Montevideo.
Su legado está marcado por las películas 25 watts y Whisky, con las que recorrió el mundo y ganó premios. Rebella nació en 1974, estudió en la Universidad Católica, filmó los cortos Buenos y Santos y Víctor y los elegidos, y poco después comenzó a trabajar con dos amigos y dirigió los filmes 25 Watts y Whisky, consideradas por los críticos cinematográficos como dos de las mejores películas del cine uruguayo. La primera de ellas es una comedia que exhibe las desventuras cotidianas de tres jóvenes abúlicos, durante una tarde de calor en Montevide.
La película Whisky es un drama sobre tres personajes solitarios por el que obtuvo en España el Premio Goya 2005 al mejor filme extranjero. La película también ganó el premio Luis Buñuel a la mejor película iberoamericana de 2005 y en Cannes, el premio de la Federación
Internacional de Prensa Cinematográfica (Fipresci) y el premio Mirada original, segundo en importancia de la sección oficial Una Cierta Mirada.
Tomado de BBC Mundo y periódico El Clarín
