Ingeniera Civil de profesión, Andrea Amaya Ibáñez lidera la transformación de los campus de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) desde el área de Infraestructura y Operaciones. La renovación de espacios amigables y coloridos para estudiantes y colaboradores le ha dado una nueva cara a nuestra Institución.
Reconocemos su labor como mujer líder en un campo en el que generalmente priman los hombres. Según un informe desarrollado por la Fundación Universitaria Salesiana en 2021, que cruzó información con el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior, del Observatorio Laboral para la Educación del Ministerio de Educación, del Sistema Público de Empleo y de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, en Colombia se podía evidenciar que en los últimos cinco años se graduaron de esta área 13 mil personas, de las cuales solo el 25 % pertenecen al género femenino*.
Andrea señala que el género no es un requisito para cumplir sueños, “yo creo que cada quien debe ser lo que sueña. No he buscado estadísticas de la cantidad de hombres y mujeres que son ingenieros civiles, no es un requisito ser de un determinado género para estudiarlo ni para ejercerlo. La igualdad de género la construimos cada uno, desde los sueños, las aspiraciones, la responsabilidad y la disciplina. La pasión y el gusto por lo que hacemos debe ser el motor que nos mueve cada día a enfrentar los retos de la vida”.
Ibáñez comentó que si bien en la obra el trabajo de fuerza lo hacen los hombres, también ha visto mujeres haciéndolo. Trabajar en estos espacios lo describe como maravilloso, “el ambiente es de respeto, responsabilidad, metas diarias, compañerismo y aprender a valorar la sencillez de los seres humanos”.
Escogió la carrera de ingeniería civil porque le ofrecía la posibilidad de desempeñarse en varias labores como el diseño, construcción de edificaciones, vías, aguas, suelos. Es una profesión que tiene muchas ramas en las cuales especializarse. Andrea se proyectó estructurando y gestionando proyectos.
Ibáñez lleva tres años y seis meses como integrante de la comunidad UNAB y sobre su experiencia dice que “el proceso de renovación de los espacios ha sido una bonita experiencia. Ver a los muchachos disfrutarlos es satisfactorio. El reto es combinar los trabajos que ejecutamos con la universidad funcionando y la resistencia de algunas personas al cambio, pero es gratificante ver que una vez terminado les encanta el resultado final”.
En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, le preguntamos qué mujer la inspira.“Tengo a mi alrededor muchos ejemplos de vida que inspiran desde la sencillez, la sonrisa, la amabilidad, el compromiso y la perseverancia. Mi mamá, Nata y Andreita, las personas que trabajan conmigo en la dependencia; Diana y Mireyita, colaboradoras de Aseo y servicio. El homenaje es para ellas”, respondió.
