Los apellidos Rey Peñaranda han sonado por años en los salones y pasillos del Bloque N, donde funciona el programa de Música de la Universidad UNAB. El amor por la música, los violines y los pianos proviene desde hace más de 50 años.
Juan Diego, el segundo de tres hijos de una familia de músicos y quien se graduó como Músico UNAB en diciembre de 2023, es el personaje de esta historia musical, pues en menos de una semana comenzará a ver clases en la Maestría en Interpretación de Viola en el Conservatori Liceu de Barcelona (España), gracias a la obtención de una beca de la Fundación Carolina entre los que participaron más de 36.000 aspirantes.
Este graduado UNAB fue seleccionado luego de participar en diferentes etapas como una audición con una obra de repertorio libre, hecha en una serie de diferentes videos, y un número de cartas motivacionales para participar en los diferentes masters que ofrece la beca.
“Esta es una gran oportunidad que brinda mucho crecimiento musical, estar en Europa estudiando música influye también en el trabajo que realicé durante el pregrado en la UNAB porque es la música que estudié durante casi cinco años. Esta beca de estudio tiene una gran particularidad y es que parte del trabajo que aprendimos debemos retribuirlo a nuestro país, en este caso Colombia, añadió el graduado.
Músico UNAB desde niño
“Juandi”, como le dicen sus familiares y amigos, empezó a estudiar violín cuando tenía siete años junto a su hermano mayor Julián Andrés Rey Peñaranda . Ambos tienen muchas cosas en común, una de ellas la persona que los perfeccionó como músicos: la maestra del programa Irina Litvin. De igual manera y debido a la contextura de sus manos, Juan Diego tomó la decisión, a sus 15 años, de pasar a tocar la viola.
“Yo adquirí las primeras bases junto a mi hermano, pero a los ocho o nueve años empecé a estudiar con la maestra Irina, a quien aún la considero como tal y quien con el tiempo me recomendó pasar a la viola. Con el violín gané tres festivales de arcos de la UNAB, fui solista con la Sinfónica Juvenil y trabajé con la Orquesta Sinfónica de la UNAB. Con la viola fui jefe de violeros de la Orquesta de Arcos de la Universidad, miembros de la OSU y actualmente también soy miembro de la Filarmónica de Colombia”, añadió el músico UNAB de 23 años.
Según la Real Academia Española, el solfeo o arte de solfear es cantar algo marcando el compás y pronunciando los nombres de las notas. Esta es una de las habilidades que, como músico, ha desarrollado en la UNAB, así como la perfección de otros instrumentos como el piano o la guitarra.
“Mi proceso musical es un 90 % parte de la maestra Irina, la Universidad me brindó bases en temas de solfeo, armonía, forma y análisis, y la oportunidad de trabajar en equipo con las diferentes orquestas que tiene la oferta del programa. Ahora como graduado, quiero decir que es una carrera compleja y completa, con mucha teoría, con campos de análisis, es una profesión muy amplia donde la desmotivación llega muchas veces, pero la disciplina y la perseverancia es lo que complementa el talento que tengamos y la educación que obtenemos”, finalizó el músico UNAB.
Y aunque José Alejandro Rey Peñaranda, el hijo menor de esta familia de melómanos e intérpretes, se decantó por la Economía, su pasión por el piano también lo ha llevado a compartir escenarios con sus dos hermanos mayores y sus padres.
