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La “fiesta” de la lectura

Sep 6, 2011 | Cultura y humanidades

Vivir la UNAB reproduce las palabras del rector de la Universidad, Alberto Montoya Puyana, durante la ceremonia de inauguración de la novena Feria del Libro de Bucaramanga, Ulibro 2011, cumplida el lunes 29 de agosto en el Auditorio Mayor “Carlos Gómez Albarracín”.

Para vivir más, para detenerel tiempo, para saber que estamos vivos, para saber que no estamos solos, para saber, para aprender, para aprender a pensar, para descubrir el mundo, para conocer otros mundos, para conocer a los otros, para conocernos a nosotros mismos, para compartir un legado común, para crear un mundo propio, para reír, para llorar, para consolarnos, para desterrar la melancolía, para ser lo que no somos, para no ser lo que somos, para dudar, para negar, para afirmar, para huir del ruido, para combatir la fealdad, para refugiarnos, para evadirnos, para imaginar, para explorar, para jugar, para pasarlo bien, para soñar… ¡para crecer!

33 razones para leer que nos comparte Victoria Fernández, directora de los Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil, de España. Motivos a los que cada uno de ustedes, señoras y señores, podrían sumarles uno o dos más.

Y es que cuando le preguntaban al vate antioqueño Darío Jaramillo Agudelo por qué y qué leía, atinó a responder: “Leo novelas y poemas y ensayos porque son inútiles. Los leo por esa razón y, de paso, niego cualquier utilidad práctica de este tipo de lecturas, si bien, para contradecirme y continuar impávido, tendría que aclarar que esa costumbre tan inútil como leer novelas puede ser muy útil en ciertos momentos”.

Rápidamente, argumentaba el maestro Jaramillo Agudelo, me voy enredando en mi propia madeja de contradicciones sólo con el deliberado propósito de envolverlos a ustedes en la convicción que tengo acerca de la formidable y deliciosa utilidad de lo inútil.

Confesaba su pertenencia a una subespecie humana llamada lector compulsivo y advertía: “En la historia figuran algunos creadores que tenían la misma característica. También hay muchos chiflados quela comparten. Yla mezcla de los anteriores, locos que son celebridades, como el más de ambas cosas, el más loco y el más célebre, don Quijote de la Mancha, encerrado entre sus libros que sustituyen la realidad”.

Cito a este ‘chiflado’, más cuerdo que todos nosotros, como excusa para darle la bienvenida al maestro DaríoJaramillo Agudelo -unode los protagonistas de Ulibro 2011-, extensiva a todos ustedes: editores, escritores, críticos, periodistas, ensayistas, semiólogos, profesores, estudiantes, doctores, bachilleres, músicos, poetas, locos, lectores compulsivos y almas en pena.

Hemos arribado a la novena versión de la Feria del Libro de Bucaramanga, que este año tiene como frase de batalla: “Leer por naturaleza”. Y lo hacemos con la satisfacción enorme que nos produce sembrar la semilla, regarla y cosechar los frutos que la lectura de un libro útil, o inútil, puede engendrar en cada quien, sin distingo de credo, estrato o tinte político.

Esta Feria, más que una empresa que demanda recursos superiores a los 450 millones de pesos y un esfuerzo descomunal durante el año previo, es el regalo quela Universidad Autónomade Bucaramanga les brinda a los santandereanos o a quienes extravían su camino y ya tienen por costumbre acompañarnos durante esta semana de goce pagano.

Sea este el momento de agradecerles a los 86 expositores y entidades como el Ministerio de Cultura, la Gobernación de Santander, el Instituto Municipal de Cultura y empresas como Ecopetrol, TGI, Electrificadora de Santander-Empresas Públicas de Medellín, Corporación Autónoma para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (Cdmb), Cámara de Comercio de Bucaramanga, Telebucaramanga, Coopfuturo, Autopistas de Santander, Indupalma y el diario El Espectador, que saben cuánto cuesta hacer cultura y actúan en consecuencia. También el apoyo de J.J. Sonido, Canal Regional TRO y Hotel Solar Chicamocha.

“Leer por naturaleza” fue pensado porque queremos propiciar escenarios que fomenten la lectura como algo instintivo, que nazca de cada ser humano sin imposiciones, ni obligaciones, sino que sea un placer.

Este es el propósito que alienta ala Junta Directivay ala Comunidad UNABa acolitar las propuestas de la directora de Ulibro, Karen Patricia Vásquez López, y de un comité del que forman parte el vicerrector Administrativo y Financiero, Gilberto Ramírez Valbuena, así como los decanosJuan Carlos HederichMartínez e Iván Darío Montoya Osorio, los directores de ProgramaSonia YanethLizarazo Ortegay Carlos Acosta Posada, más los profesores Norma Cecilia Serrano Díaz,Carlos Acosta DeLima, Ángel Nemecio Barba Rincón, Judith Lucía del Socorro Ramírez Carrero,Luis Fernando RuedaVivas yRicardo JaramilloPulgarín, con el infatigable respaldo de al menos 350 estudiantes voluntarios y otros 30 docentes.

Aspiramos a contar con 25 mil visitantes presenciales y siete mil virtuales, para alcanzar unas ventas superiores a los 300 millones de pesos que motiven a estos osados expositores y fondos editoriales a programar su presencia para la próxima edición.

Como en las anteriores ocasiones en las que hemos tenido la dicha de compartir con un Carlos Monsiváis o un Fernando Vallejo, por cierto hoy elegido ganador de los 150 mil dólares del Premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) en Lenguas Romances, para esta novena versión les hemos preparado un variado menú de ‘pesos pesados’ que comprende al Premio Nobel Alternativo de Economía, el pensador chileno Manfred Max Neef, pasando por los periodistas María Jimena Duzán, Yineth Bedoya,Alberto SalcedoRamos y Plinio Apuleyo Mendoza, los escritores Florence Thomas y Susana Castellanos, los ambientalistas Julio Carrizosa Umaña, Bart Van Hoof y Brigitte Baptiste, el embajador de Colombia en la India,Juan AlfredoPinto, o la revelación, Antonio Ungar, venido desde el futuro Estado de Palestina a corroborar los dones que le valieron el Premio Herralde de Novela.

El complemento a esta constelación de personajes es una variopinta programación musical que empieza esta noche con el acostumbrado concierto de nuestra Orquesta Sinfónica UNAB y concluye el próximo sábado con la rumba de La 33, más las veladas a cargo de agrupaciones como Septófono, Nocturnal Santandereano, Big Band, Invasión Zarabanda, El Barbero del Socorro, David Jácome y su saxofón catalán, o el maestro uruguayo Leo Maslíah.

Ulibro 2011 serán seis días en los que la comunidad del oriente colombiano podrá encontrarse con los autores, las letras y las expresiones artísticas de forma amplia y gratuita.

Ulibro es un compromiso de responsabilidad social que asume la UNAB, para que el ejercicio de educar no se limite a las aulas de clase, sino que permita trascender y ofrecer a la comunidad la oportunidad de acceder a un evento que reúne literatura, cine, música y teatro, y que contribuye a la formación de ciudadanía.

Bienvenidos, gócense esta fiesta, aprovechen a los conferencistas, bailen, cnten y pequen. Cada libro comprado será un pecado perdonable que nos alejará de aquellas naciones bárbaras donde la gente no compra, ni lee e incluso no tiene libros en sus casas.

En agosto de 2012 nos veremos para celebrar los primeros 10 años de Ulibro y ya verán qué sorpresas les depararemos.

Gracias por refrendar esta relación, que en palabras de  Jaramillo Agudelo nos sumerge en dos placeres añadidos a la lectura propiamente dicha: El placer del silencio, que inmerso en una novela o en un poema hace que el mundo exterior se borre con todos sus ruidos. El segundo, que aniquilada la realidad de afuera también su tiempo desaparece, se reduce, se olvida, y el único tiempo válido esel tiempoen que transcurre la narración.

Un reino mágico que acorte la brecha terrenal de una Colombia en conjunto que lee poco -1,6 libros por año- o de unos jóvenes que apenas consultan 0,7 textos escolares por año frente a los 10 propuestos por la Unesco, y que nos permita dar las zancadas para acercarnos al promedio mexicano de 2,5; argentino de 3,2; español de 7,7; al noruego de 18 libros por año o al europeo, donde hay una librería por cada 15 mil habitantes.

Un país y que me disculpe el maestro Jaramillo Agudelo por citarlo tanto, en el que simplemente les atravesemos los libros a los niños por dondequiera que vayan, en el salón de clase o en la casa, en el bus o el consultorio, en el parque o en su propio cuarto, hasta que al fin, emboscados, sus hijos y mis nietos caigan en la tentación.

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