Mauricio Toro, presidente de Icetex, habló con la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) sobre lo que ha sido su primer año de gestión, cómo afronta la mala reputación de la entidad y el rol de las universidades privadas en el plan de ampliación de cobertura que adelanta. Toro estuvo presidiendo la última junta directiva de la entidad la cual tuvo como sede la UNAB.
Bajo su liderazgo el Icetex se ha empezado a autodenominar como una entidad social, ¿cómo están percibiendo esa nueva condición los usuarios de Icetex?
Lo primero que hemos dicho es que nosotros abogamos por una entidad que sea cada vez más humana. Queremos que quien pueda ingresar a Icetex sienta que esta entidad ya no es financiera de llegar, prestarle, decirle págueme y luego desaparecernos, sino que es una entidad al servicio de los jóvenes que quiere acompañar ese proyecto de vida. Durante su estancia en la universidad ver cómo con el Icetex logra créditos menos costosos, más humanos, y sobre todo, que eviten el sobreendeudamiento de los jóvenes, que es lo que ha generado de alguna manera que Icetex haya venido arrastrando una reputación tristemente mala, cuando es una entidad que le ha permitido a cinco millones de colombianos estudiar y hacer su proyecto de vida.
El Icetex publicita ahora sus créditos como 0 % de interés, ¿cómo es eso posible?
Los créditos de nosotros, por primera vez, para quienes están en amortización ya no son con el IPC más 14 puntos de interés, sino más dos puntos. Hicimos una reducción histórica en la tasa de interés de quienes están amortizando para que puedan pagar más rápido ese crédito y continuar con su ciclo formativo.
Una entidad que es netamente financiera, y sobreendeuda a un estudiante, afecta la productividad y la competitividad porque un estudiante si se demora mucho pagando el crédito nunca va a continuar con lo que sigue, el que está en la técnica no pasa a la tecnológica, el de la tecnológica no arranca la profesional universitaria y el profesional que quiera hacer su especialización no puede sino hasta dentro de 10 años.
Luego se gradúan y viene la parte más difícil, empezar a pagar. Pero, gracias al esfuerzo de las universidades hoy no capitalizamos intereses, no tenemos tasa de interés, solo el IPC. Eso nos permite evitar el sobreendeudamiento para que continúen sus estudios.
¿Qué entiende hoy el Icetex por financiación justa?
Lo primero que tenemos que decir es que las utilidades del Icetex son reinvertidas en todos estos esfuerzos para garantizar vinculación, salud mental y demás. Para nosotros lo primero es poder garantizar que los créditos tengan una tasa menor, nuestro interés no es crecer y crecer el patrimonio de la entidad hasta que sea el más grande de Colombia, si eso no está impactando directamente en menores tasas con mejores prácticas comerciales. Para nosotros un crédito justo es acabar con la capitalización de intereses que fue lo que hicimos en esta administración. La capitalización de intereses hacía que durante el estudio le cobraran intereses sobre intereses, y por eso, un crédito de 50 millones al iniciar la carrera, terminaba siendo de 80 millones al momento de graduarse y tener que empezar a pagar.
La gente puede decir “pero sin eso el Icetex cómo va a tener recursos para prestar a otras personas”, pero nuestra mirada es a largo plazo. Cuando tengo menos sobreendeudamiento tengo mejor recaudo, y al final, tengo más posibilidades de crecer como lo hemos venido haciendo. Este año crecimos 5.6 % en colocación de créditos, y 17.3 % en las líneas de corto y mediano plazo, eso demuestra algo positivo. El crecimiento sí se está dando con créditos más justos.
Icetex anunció la línea de crédito territorial con la que aspiran llegar a 193 municipios del país, ¿cuáles son esos municipios y qué metas se plantearon ustedes allí?
Cuando llegamos a la entidad nos encontramos que el Icetex se había concentrado en tres ciudades: Cali, Medellín y Bogotá. En esas ciudades hay mucha más oferta de financiación pero cuando uno se va para un municipio alejado, allá no hay ni bancos. Allá es donde hay menos tasa de tránsito entre los que salen del colegio y entran a la universidad, allá es donde tenemos que llevar esta oferta. No es que vayamos a descuidar las demás ciudades, las vamos a seguir atendiendo pero cómo hacemos una mejor redistribución para que esos jóvenes de esas regiones puedan formarse y que el único camino que les quede no sea la ilegalidad o la pobreza.
Para seleccionar esos municipios cruzamos tres variables: menor tasa de tránsito entre el colegio y la universidad, mayor número de necesidades básicas insatisfechas y presencia de conflicto armado.
Dentro de la línea territorial ustedes plantean que jóvenes con resultados de hasta 170 puntos en las Pruebas Saber 11 se puedan postular, ¿a qué obedece esta flexibilización?
Esto implica entender que allá el mérito académico no es el mismo que en una ciudad capital. Cuando yo le digo a un joven que necesita 300 puntos, eso lo saca alguien en Bogotá, Medellín o Bucaramanga, pero eso no pasa en un municipio alejado donde el mérito es 170. El mejor bachiller en esas zonas saca 170. Cómo les pido 230 si allá históricamente nunca se ha dado ese puntaje.
¿Cuál es el papel de las universidades privadas en este proceso de actualización de la entidad y con miras a la Reforma a la Educación que se está planteando desde el Ministerio de Educación?
Lo primero es que el sistema mixto universitario es y será una realidad, donde concurren las universidades públicas y privadas tiene que seguir existiendo una conversación. Icetex trabaja de la mano con ambos tipos de universidades y presta dinero tanto para estudio como para sostenimiento. Quienes pretenden decir que Icetex se tiene que acabar desconocen por completo la realidad del sistema mixto de educación superior y el papel que ha tenido la entidad para ayudar a cinco millones de colombianos.
Actualmente tenemos 2.200.000 jóvenes por fuera del sistema, la universidad pública no los va a poder acoger a la velocidad que se espera y son las universidades privadas las que están tomando la iniciativa de aumentar esa cobertura de la mano con las públicas. Lamento mucho las intenciones que han tenido algunos de tratar de acabar con este mecanismo de financiación que además es admirable, que tiene cambios que hacerse, sí, que nos hemos equivocado y lo estamos corrigiendo, sí. Pero si acabamos con la entidad dejamos un millón de usuarios fuera del sistema, es decir pasaríamos a tener más de 3.000.000 por fuera.
En ese sentido se ha hablado de ‘marchitar’ los préstamos a nivel de pregrado y ‘migrar’ con más dedicación al posgrado, ¿eso es correcto?
No hay nada de cierto. Eso fue una discusión que terminó generando un artículo de unas personas que tratan de acabar con el Icetex, artículo que no va más dentro de esos borradores de reforma. Lo que hay que decir es que no se pretende el marchitamiento del otorgamiento de créditos más justos y sociales dentro de Icetex, lo que se pretende es preparar la entidad para que cuando se dé la cobertura pública gratuita universitaria, cuando sea que eso ocurra, el Icetex tenga la posibilidad de ir migrando, aumentar su cobertura en posgrados en Colombia y en el exterior.
Necesitamos avanzar en algo muy importante y es crecer en cobertura en pregrado pero también estimular los posgrados, vamos a sacar una línea especial para estimular los estudios posgraduales en colombia y el exterior para los colombianos que quieren continuar con sus estudios.
Habla de pasar de ser solo una entidad que presta dinero a acompañar proyectos de vida, ¿cómo se materializa esto en la práctica?
Cada año que pasa un joven que sale del colegio y no empieza su educación superior, reduce el 30 % de posibilidades de que vaya a volver a estudiar. Por eso esta entidad social está destinada a créditos con tasa de interés justa, a mejor servicio, calidad y atención.
Una entidad de más de 70 años no se cambia en uno, pero vamos haciendo cosas.
Ya hemos firmado acuerdos con diferentes entidades públicas como Fiduprevisora para que contraten personas recién graduadas que hayan estudiado con crédito del Icetex, porque en la medida que ellos pagan es que yo puedo prestarle a los que vienen detrás. También lo estamos haciendo con la SAE y vamos avanzando en conversaciones con empresas como 4-72, Bavaria, entre otros.
También hablamos de salud mental porque es un problema de todo el sistema educativo. En Comunidad Icetex firmamos un convenio con una plataforma que va a permitir atender a 15.000 jóvenes en citas prioritarias para acompañarlos en algunos problemas de salud mental.
Y como mientras los jóvenes que se gradúan esperan conseguir su primer empleo, se desactualizan, tenemos alianzas con 14 entidades para ofrecer cursos de actualización en diferentes áreas del conocimiento.
¿Cuál es su meme favorito del Icetex?
Son cientos. “Un crédito del Icetex dura más que una olla Imusa” (risas). Qué bueno que el humor se tome siempre las redes, si desde el humor se pueden hacer reflexiones. Lo que no se puede permitir es la degradación y esta es una entidad que desafortunadamente lleva una carga reputacional negativa pero que termina dándole la posibilidad a muchos.
Aquí hay grandes figuras colombianas que han estudiando gracias a Icetex, la alcaldesa de Bogotá, el exministro de Hacienda, el embajador de Colombia en Estados Unidos, el presidente de Bavaria.
La meta que nos hemos proyectado es ser la entidad más querida por los colombianos en 2026, pero digo: paciencia. No todo se cambia en un año.
