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La estudiante que sueña con ser saxofonista de la UNAB

Oct 2, 2024 | Cultura y humanidades, Impacto social

Así como las canciones sirven para ‘tocar’ corazones, ‘tocar’ este órgano de nuestro cuerpo sirve para cumplir los sueños de los demás. Esta es la historia de Sara Isma Hefziba Vargas Guarín, una joven saxofonista de 21 años que comenzó a estudiar Música en la Universidad UNAB en el segundo semestre del 2024. Su situación económica le impedía hacerse con su propio instrumento, pero gracias a la iniciativa de un grupo de personas de Canadá y de la misma Universidad, ahora tiene el saxofón que la acompañará durante los 10 semestres de formación.

Sara Isma Hefziba Vargas Guarín es estudiante de primer semestre del programa de Música y sueña con ser Saxofonista de la UNAB. / Foto Erika Díaz Rangel

Antes de recibir una invitación para el pasado lunes 23 de septiembre, a las 11:00 a. m., en el quinto piso del Edificio Administrativo Armando Puyana Puyana del campus El Jardín, las opciones de seguir estudiando su programa no eran muy claras, pese a que ella es beneficiaria de las becas entregadas por la Alcaldía de Bucaramanga.

Sara Isma Hefziba Vargas Guarín y su padre Raúl Esteban Vargas Mutis. / Foto Erika Díaz Rangel

Ser saxofonista de la UNAB, un sueño

Cargada de nervios, Sara llegó a su cita junto a su padre, el señor Raúl Esteban Vargas Mutis, también nervioso y pensativo. En la sala principal de reuniones los esperaban el vicerrector académico, Franz Dieter Hensel Riveros; el director del programa de Música, Vladimir Quesada Martínez, el profesor Cibel Andrés Villate Quezada; y María Viviana Torres Gómez y Doris Amparo Barreto Osma, de la Dirección de Transformación Social de la UNAB.

“Hoy estamos celebrando el poder de las manos unidas, una forma de hablar sobre el poder de la solidaridad y la transformación social que hacemos en la UNAB. Uniendo voluntades podemos hacer transformaciones significativas y alterar de manera profunda las vidas humanas. Es para mí un honor poder estar acá, celebrando algo vital en la sociedad como lo es la solidaridad, desde las becas, la aceptación y compromiso de nuestro programa, y el trabajo que como institución venimos realizando en la transformación de nuestro entorno”, afirmó el Vicerrector Académico.

La Dirección de Transformación Social de la UNAB fue la encargada de gestionar toda la iniciativa para recibir el regalo para la saxofonista de la UNAB. / Foto Erika Díaz Rangel
Franz Dieter Hensel Riveros entregó unas declaraciones y felicitó a la estudiante saxofonista de la UNAB. / Foto Erika Díaz Rangel

Manizales, Palmira, Cali, Bogotá, Medellín, Caldas y Barrancabermeja tienen algo en común, más allá de pertenecer a la geografía colombiana y la unión que caracteriza a los originarios. En estas ciudades nacieron las personas que hoy por hoy dirigen y ejecutan Amigos Colombianos en Calgary, un proyecto que brinda acompañamiento a los diferentes colombianos que emigran a esta ciudad ubicada en Alberta, Canadá. El grupo perteneciente a este propósito logró reunir el dinero suficiente para, desde allá, brindar su apoyo a la estudiante de primer semestre, graduada de la Institución Educativa Nuestra Señora del Pilar.

Después de las palabras del vicerrector, el maestro Vladimir Quesada Martínez, director del programa de Música, dio las gracias al equipo de Transformación Social por ser los gestores del regalo para Sara y resaltó las diferentes rutas que la Universidad brinda para poder tener una experiencia universitaria única en la UNAB. “Desde el programa hemos brindado oportunidades a nuestra estudiante y es importante que ellos conozcan cómo es el mundo de la Universidad, qué significa estudiar música profesionalmente y quiero agradecer la presencia del señor padre porque eso nos demuestra el apoyo y la manera en el que la familia abraza a sus hijos para romper el mito de creer en el arte”.

Sara y su padre se levantaron de sus sillas para agradecer por las palabras brindadas por este grupo de docentes y directivos de la Universidad, procedieron a abrir un regalo que estuvo sobre la mesa durante los 50 minutos de reunión y que se encontraba dentro de un maletín de cuero. Sus ojos llenos de lágrimas fue la primera reacción de Sara mientras su padre se acercaba a grabar con su teléfono celular el reflejo de las emociones de su hija, futura saxofonista de la UNAB.

Sara Isma Hefziba Vargas Guarín es graduada de la Institución Educativa Nuestra Señora del Pilar. / Foto Erika Díaz Rangel

“Quiero confesar que siento demasiadas emociones, gratitud con todos los que participan en la formación académica de mi hija. Este regalo es importante y valioso para ella y para nosotros. La UNAB es una prestigiosa Universidad y me siento orgulloso que mi hija esté estudiando acá, los profesores le han ayudado mucho y la academia musical será su futuro porque está enamorada de este arte”, afirmó don Raúl Vargas, quien cada mañana trae a su hija a clases para luego atender su litografía en la calle 13 #33 – 39, en el centro de Bucaramanga.

Ya con el saxofón en sus manos, la futura saxofonista de la UNAB logró contener sus emociones y resaltó que “me siento muy emocionada porque cumplí un sueño que empecé a tener hace menos de un año. Ellos saben que la música siempre me ha gustado, quiero ser una gran profesional y cumplir todas mis metas como música. Todos ustedes son unos ángeles en mi vida para lograr lo que me propuse”.

Sara Isma Hefziba Vargas Guarín, estudiante de Música UNAB. / Foto Erika Díaz Rangel
María Viviana Torres Gómez, Doris Amparo Barreto Osma, Cibel Andrés Villatre Quezada, Vladimir Quesada Martínez, Sara Isma Hefziba Vargas Guarín, Raúl Esteban Vargas Mutis y Franz Dieter Hensel Riveros.

La estudiante de primer semestre hace parte de los más de 100 estudiantes que actualmente cursan los diferentes semestres del programa de Música, el cual cumplió 30 años en este 2024 y ha graduado más de 430 maestros en música a lo largo de estas tres décadas de trabajo académico.

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