A sus 27 años, la santandereana Gabriela Gómez Mantilla ya ha vivido en cinco países, ha trabajado para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), y hoy adelanta el primer semestre de una beca completa de doctorado en la American University en la ciudad de Washington (EE. UU.). Aunque su trayectoria la ha llevado a ejercer su profesión como abogada en diferentes partes del mundo, para ella las bases surgieron en la UNAB, donde descubrió la investigación y el pensamiento crítico que hoy guían su carrera hacia temas como la seguridad internacional.

Gabriela nació en Barrancabermeja donde creció viendo a sus padres, ambos periodistas, cubrir escenarios de conflicto y trabajar con comunidades vulnerables de la zona. Esos referentes cercanos hicieron que desde niña se interesara por aportar a la realidad de su entorno. “Desde pequeña fue muy claro para mí que yo quería trabajar en temas que tuvieran que ver con la respuesta al conflicto armado y a la violencia”, recuerda.
Cuando tenía 10 años llegó a Bucaramanga junto a su familia y desde entonces ingresó a estudiar al Instituto Caldas. Sus padres son egresados de la UNAB, por lo que su recorrido escolar les hizo ver con claridad en dónde realizaría sus estudios de pregrado. “La UNAB siempre fue una opción muy clara. El campus me encantaba, siempre lleno de naturaleza, pero también veía que la universidad se movía a otro nivel: había conversación, diálogo, eventos internacionales, me parecía fascinante”.
Ingresó al programa de Derecho en 2015 y tan pronto empezó clases, Gabriela quiso vivir su proceso universitario más allá de las aulas. Desde el primer semestre se vinculó a diferentes actividades de investigación y de énfasis social que ofrecía su facultad, las cuales, según afirma, fueron decisivas en su perfil profesional. Con mucho cariño reconoce a la docente María Eugenia Bonilla Ovallos como una de las figuras más influyentes en su formación. Tal como lo afirma Gabriela, la actual directora del Instituto de Estudios Políticos (IEP) de la UNAB fue quien la involucró desde muy temprano en proyectos de investigación de este instituto.
Aquella oportunidad abrió una puerta a la investigación que terminó configurando la forma en que quería poner en práctica el Derecho. “En la UNAB no solo hicimos revisión bibliográfica, realmente investigamos problemáticas reales del territorio. Por ejemplo, en un estudio sobre delincuencia juvenil hablamos directamente con adolescentes condenados y con autoridades del sistema. Eso es investigación real, y la hicimos desde los primeros semestres”.

Gabriela también hizo parte de la Clínica Jurídica de la UNAB en la que atendió especialmente temas migratorios durante la diáspora venezolana que se vivió hace algunos años. Con el tiempo además participó en congresos nacionales gracias a los semilleros de investigación a los que pertenecía y, más adelante, ganó una beca para estudiar un semestre en la Universidad Autónoma de Yucatán con la que tenía convenio su facultad. “Eso expandió mis horizontes por completo. Allí pude ver temas de derecho internacional y relaciones internacionales que quizá no habría explorado si no me hubiera postulado a una movilidad”.
Estando en sus últimos semestres, Gabriela logró realizar una pasantía en el Departamento de Seguridad Pública de la Organización de Estados Americanos (OEA). Posteriormente hizo su judicatura en la Corte Constitucional de Colombia analizando casos de violaciones a derechos fundamentales. Estas dos experiencias le fueron útiles para ingresar a la ONU poco después de graduarse en 2021. Allí estuvo durante más de dos años como agente legal y operativa en el programa de voluntariado internacional.
Todo este bagaje, con el que logró balancear la teoría con la práctica desde instancias iniciales de su carrera, fue determinante para su inserción laboral. “Cuando me acerqué a las instituciones donde quería trabajar, no solo decía que tenía un pregrado en Derecho. Decía que tenía experiencia en derechos humanos, seguridad y convivencia por todo lo que pude hacer en la carrera. Eso marcó toda la diferencia”.
Después de pasar por la ONU, ganó una nueva beca para realizar una maestría en Derecho internacional, relaciones internacionales y ciencias políticas. Este posgrado fue interdisciplinar, lo que le permitió realizar sus estudios en la Universidad de Glasgow (Escocia), en el Instituto de Estudios Internacionales de Barcelona (España) y en la Universidad Libre de Bruselas (Bélgica). Esta maestría no solo le permitió vivir en estos tres países, también fortaleció su interés por los temas que hoy son el centro de su investigación doctoral: terrorismo y violencia política.

En 2025 Gabriela fue seleccionada para adquirir la tercera beca de su registro académico, esta vez para realizar un doctorado en la American University de Estados Unidos. La última semana de agosto inició el primer semestre de su PhD en Justicia, derecho y criminalidad en la ciudad de Washington. La beca, que cubre todos sus gastos de matrícula y sustento, le da la posibilidad de trabajar como asistente de investigación en esta universidad.
Con su proyecto doctoral, busca analizar las respuestas que los Estados dan a las acciones terroristas, en especial aquellas de tipo militarizadas. “Mi idea es revisar si esas respuestas son éticas, si se ajustan al derecho internacional y cómo se justifican como legales. Los Estados usan el derecho como un lenguaje para avanzar proyectos políticos, incluso cuando sus acciones no se ajustan del todo a la norma”.
Desde la capital de Estados Unidos reconoce que sin la formación en investigación aplicada desde el derecho con enfoque social que recibió en la UNAB no habría llegado tan lejos. Es seguro que el futuro de Gabriela le traerá nuevas oportunidades fuera del país, pero su deseo no es alejarse de Colombia. “Nunca ha estado en mis planes irme de manera permanente. Creo que vale la pena quedarse y construir un país donde la vida sea decente y la seguridad esté garantizada”.
Por ahora, tiene claro lo que quiere alcanzar con sus estudios doctorales y en los próximos escenarios laborales que conquiste: donde sea que esté, aspira seguir investigando y aportando al entendimiento de los fenómenos sociales que marcan al mundo y a su país.






