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Desembarcaron los refuerzos extranjeros

Feb 8, 2010 | Institucional

Por Pastor Virviescas Gómez

Fueron llegando paulatinamente después de extenuantes viajes desde sus países de origen y llevamos dos semanas viéndoles por los pasillos, aulas y accesos a la UNAB.

Unos hablan inglés, otros francés y unos más español como lengua materna, aunque los nueve tienen los mismos propósitos: aprovechar al máximo su estadía, hacer amigos, explorar el territorio colombiano y ampliar su perspectiva del mundo.

Son ellos Vianka Sierra (Estados Unidos), Aicha M¿sa (Inglaterra), Shunaxhi López y Víctor Palacios (México); Yolaine Delmas, Quentin Beaurepere, Remi Viriot y Virgil Corbucci (Francia), y la peruana Fiorela Malía.

Coinciden en afirmar que están maravillados con la atención que les han proporcionado y que están fascinados con los campus, la gente y calidad de la UNAB, pero que les cuesta trabajo orientarse en la ciudad, para no hablar del caos de tránsito donde pocos conductores respetan las señales y menos al peatón.

Departiendo una flauta de queso y un jugo de cajita brindados por la directora de la Oficina de Relaciones Internacionales, Adriana Martínez Arias, los estudiantes de intercambio accedieron dialogar con Vivir la UNAB y contarnos qué expectativas tienen, qué les ha gustado y qué no, por qué razones escogieron este destino, qué experiencias quieren vivir.

La timidez queda hecha trizas en menos de un minuto, tan pronto Shunaxhi relata que su hogar está en las laderas del volcán Popocatepetl, en la ciudad mexicana de Puebla, que su nombre es de origen indígena y significa virgen, y que tras analizar el plan de estudios de la UNAB no lo dudó un instante y empacó maletas hacia el sur.

Su paisano Víctor acota que se imaginaba una ciudad muy calurosa y que se animó cuando otros mexicanos le dijeron que en estos parajes abundan las chicas hermosas.

Virgil, así como los otros tres franceses, provienen de Montpellier (sur de Francia), y tomaron la decisión -dice él- más que por la información que encontraron en Google, por las indicaciones que les diera Gihovana Milena Ordóñez Roa, la ex profesora de la UNAB que conoció al estudiantes francés Gregory Alves, de quien se enamoró cuando éste vino de intercambio hace un par de años y con quien contrajo matrimonio y hoy viven en Francia aunque su propósito es regresarse a Bucaramanga.

Yolaine pensó en principio Bogotá, pero cambió el tamaño, la soledad y el frío de la capital, por la comodidad de Bucaramanga. Ella tiene claro que lo menos que hará será hablar en francés. Quiere mejorar el español para así contemplar la posibilidad de vincularse a una de las tantas multinacionales galas asentadas en América Latina.

Fiorela podía ir a Ecuador y Chile, pero optó por venirse desde su natal Talca hasta esta ciudad que es paso obligatorio para cientos de peruanos que habitan en Venezuela y hacen un recorrido agotador en los buses de Ormeño que dos veces a la semana pasan por la carrera 27.

A Vianka la atrajo otro motivo. Su madre (Ana L. Osorio) es santandereana, sus abuelos habitan en Bucaramanga y por eso decidió viajar desde Arizona para conocer sus orígenes y de paso aprender la lengua castellana. ¿También voy a divertirme mucho y aprender de esta cultura¿, dice.

La británica Aicha se fijó en Colombia porque su profesora de español en Londres es una barranquillera que por encima de la prevención de sus padres a aventurarse en un país sobre el que en el exterior perduran muchos temores (sobre todo por la seguridad), la convenció de venir a esta tierra de montañas, ríos, mares, música y carnavales.

Unos cuantos ya estuvieron en el Cañón del Chicamocha y esperan con ansiedad que llegue marzo para irse a la Costa Atlántica.

Remi ha saboreado todo tipo de comida, pero lo que no ha podido comer son las hormigas culonas y está dichoso con la carne asada. A Yolaine lo que no le pasa es el mute y Shunaxhi extraña, como todos los mexicanos, el picante al desayuno, almuerzo y comida.

También ya probaron la rumba, aunque Virgil afirma que ¿aquí es muy difícil aprender a bailar, porque todas las mujeres van demasiado rápido y nosotros somos lentos para movernos¿. En cambio Aicha se desenvuelve con igual soltura en todos los ritmos, desde el vallenato hasta la cumbia y el merengue, pero dice que no ha visto muchos lugares para divertirse en la noche.

Quentin recalca que los estudiantes con los que ha tratado le han parecido simpáticos, aunque no ha logrado habituarse a tantas preguntas sobre su vida y el interés por lo que hacen o dejan de hacer. Remi extraña las actividades culturales y de diversión que ha visto en otras universidades, aun organizadas por los propios alumnos. ¿Me parece que falta vida en la Universidad¿, manifiesta.

Durante los próximos seis meses estudiantes y profesores de la UNAB tendrán la oportunidad de interactuar con ellos y así a lo mejor se entusiasmen en imitarlos e ir a otro país en busca de conocimiento y experiencias que los formen como profesionales y como personas.

Fiorela reflexiona en voz alta: ¿En la vida hay que tomar muchos riesgos y las oportunidades no se presentan siempre. Hay quienes tienen muchas oportunidades; otros una o dos. La idea de vivir es arriesgar, porque quien no lo hace no gana o no pierde. Somos jóvenes, así que ¡anímense!¿.

 Recepción

El rector Alberto Montoya Puyana y la directora de Relaciones Internacionales, Adriana María Martínez Arias, han preparado para este jueves 11 de febrero, un acto de reconocimiento dirigido a los estudiantes internacionales y los de movilidad nacional beneficiados con becas del Banco Santander.

El evento se llevará a cabo a partir de las 11 de la mañana en la Sala de Juntas, quinto piso del Edificio Administrativo ¿Armando Puyana Puyana¿.

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