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Fiebre amarilla, epidemiólogos UNAB explican sobre eventual expansión del virus en zonas urbanas

Abr 25, 2025 | Facultad de Ciencias de la Salud, Salud y tecnología

El Ministerio de Salud ha confirmado 56 casos de fiebre amarilla en Colombia en lo corrido del año, lo que ha llevado al Gobierno Nacional a declarar la emergencia sanitaria. El brote, cuyo epicentro se encuentra actualmente en el departamento del Tolima, ha encendido las alarmas en todo el país, incluyendo Bucaramanga, donde las autoridades sanitarias han empezado a trabajar sobre la toma de precauciones ante una posible expansión urbana del virus.

Fiebre Amarilla
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos infectados llamados Aedes aegypti. / Foto tomada de internet

A diferencia de brotes anteriores, limitados a selvas tropicales y zonas rurales, los nuevos casos se están reportando en territorios de clima templado como Tolima y Caldas, lo cual sugiere que la enfermedad podría estar ganando terreno en zonas antes consideradas de bajo riesgo.

La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por la picadura de mosquitos infectados, principalmente del tipo Aedes aegypti, el mismo vector responsable del dengue. “Lo que estamos viendo en estos momentos es un fenómeno inquietante, la fiebre amarilla, que tradicionalmente ha tenido un ciclo selvático, está mirando a contextos urbanos. Si una persona enferma llega a la ciudad y es picada por un mosquito, se puede generar un nuevo brote urbano. Tenemos los vectores aquí mismo, en las ciudades, eso quiere decir que el riesgo de transmisión de fiebre amarilla se amplifica”, explicó el médico Juan Carlos Uribe Caputi, magíster en epidemiología y docente de la UNAB.

La preocupación se acentúa por el desconocimiento y la desinformación en torno a la vacuna, la principal medida de prevención. “Desde 2013, la Organización Mundial de la Salud ha establecido que una sola dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla ofrece inmunidad de por vida”, afirmó la microbióloga Mirta Yamile Pineda Vargas, docente e investigadora de la UNAB.

La vacuna es, según Pineda Vargas, la barrera más eficaz para detener la propagación. En Colombia, está disponible de forma gratuita y es parte del esquema obligatorio para quienes viajan a zonas endémicas. “Las personas vacunadas una sola vez en la vida ya están protegidas. El problema es con quienes nunca han sido vacunados. A ellos hay que llegar urgentemente. No podemos permitir que un brote que podría controlarse con una simple dosis se convierta en una crisis nacional de salud pública”.

En cuanto a los síntomas, la fiebre amarilla se presenta como una enfermedad febril aguda, muy parecida al dengue en sus fases iniciales, con malestar general, dolores musculares, fiebre y cefalea. Sin embargo, hay una diferencia clave: la ictericia, o coloración amarilla en ojos y piel, causada por el daño hepático que provoca el virus. “Esto puede llevar incluso a fallos hepáticos severos y, en casos extremos, a la muerte. Por eso hablamos de una enfermedad potencialmente grave”, añadió Uribe Caputi.

El Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública, SIVIGILA, ha intensificado el monitoreo de casos en todo el país. Sin embargo, los especialistas advierten que la vigilancia no puede sustituir la prevención activa. “No se trata solo de contar los casos, sino de cortar la cadena de transmisión con vacunación y control vectorial. La vigilancia es una herramienta diagnóstica, pero no es curativa. Lo que necesitamos es transformar los datos en decisiones ágiles y efectivas. Si detectamos un foco, hay que actuar de inmediato: vacunar, intervenir el entorno, educar a la comunidad. Solo así lograremos frenar la expansión del virus”, aseguró el magíster en epidemiología.

¿Qué acciones se pueden implementar en casa para prevenir la proliferación del virus?

Ambos expertos coinciden en que la ciudadanía debe asumir un rol protagónico en la prevención. Las medidas básicas como el uso de repelente, ropa que cubra la piel, y la eliminación de aguas estancadas en patios, terrazas y recipientes domésticos, siguen siendo fundamentales para reducir la presencia del mosquito.

“Eliminar los criaderos del vector es una acción sencilla que todos podemos hacer desde casa. No hay excusas. El mosquito no necesita selvas ni ríos para reproducirse. Le basta un patio con una matera olvidada, una botella con agua en un rincón, una planta con exceso de riego. Si cada familia revisa su casa una vez por semana y elimina cualquier foco potencial, podemos frenar la epidemia antes de que toque a la puerta”, señaló Pineda Vargas.

Con un panorama en evolución y un virus que se adapta a nuevos entornos, los expertos hacen un llamado a no bajar la guardia. “La fiebre amarilla no es cosa del pasado. Es un riesgo real y presente. Bucaramanga no está exenta. Y aunque contamos con una vacuna eficaz, esta solo sirve si se aplica. De nada sirve tener el antídoto si no lo usamos”, concluyó Uribe.

 Recomendaciones para prevenir la fiebre amarilla

  • Vacunarse: la vacuna es segura, gratuita y protege de por vida.
  • Usar repelente y ropa que cubra la piel, sobre todo en zonas con riesgo.
  • Evitar aguas estancadas y eliminar criaderos de mosquitos en casa.
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