Alentadas por Gloria Correa Arango y Beatriz Betancur Álvarez, 16 mujeres del municipio de Barichara (Santander) elaboran joyas, accesorios, flores, animales, móviles, adornos navideños, postales, libretas, álbumes, portarretratos, abanicos, lámparas y grabados en un proceso tan singular como hermoso que ha llamado la atención de artistas y turistas de todas las procedencias, quienes se deslumbran con la transformación que ellas le dan al fique, la piña y hasta la planta conocida como ‘lengua de suegra’ (sansevieria trifasciata por su nombre científico).
Ellas conforman la Fundación San Lorenzo de Barichara (abril de 2001), que con el apoyo de la Universidad UNAB tienen logros considerables y aspiraciones enormes.
Una muestra de su arte son los 43.066 sobres de 29 por 41 centímetros hechos en papel de fique, los cuales han servido desde el año 2005 para que los graduados de la Universidad UNAB reciban y conserven sus diplomas.
“Lo que hay detrás de una hoja de papel son personas, tiempo… hay amor al trabajo, hay amor a lo que hacemos…”, manifiestan Serafina Sánchez –quien además prepara el más sabroso sancocho de chorotas–, Margarita Suárez, Hercilia Velásquez, Aida Janeth Velásquez, Yadira Bueno, Amparo Angarita, Ana Lucía Sánchez, Gloria María Sánchez, Deysi Viviana Viviescas y las demás mujeres oriundas de esta provincia guanentina, que de no haber sido partícipes de esta iniciativa tendrían un futuro incierto debido a las limitadas oportunidades laborales que hay en esa comarca de calles empedradas.

La base de operaciones de estas hacedoras de papel –cuyas edades van de los 25 a los 70 años–, son las antiguas bodegas de la Compañía Colombiana de Tabaco (Coltabaco), que se las dio en comodato, el cual fue renovado por la empresa de energía Celsia (actual propietaria de las instalaciones).
Todo empezó cuando el profesor mexicano Juan Manuel de la Rosa les impartió un taller para que aprendieran la fabricación de papel a partir de fibras naturales tomando como referencia las hojas de la planta de morera, alimento exclusivo del gusano de seda. Luego vino una exposición con artistas de México, Venezuela y Colombia, cuyos dividendos, más el apoyo económico de las universidades de América (rector Jaime Posada), Central (Rubén Amaya), Externado de Colombia (Fernando Hinestroza) y UNAB, les permitió crear la Fundación, de tal forma que sus primeros frutos fueron la restauración y puesta en funcionamiento de la Biblioteca del Instituto Técnico, la casa natal del expresidente liberal José Bonifacio Aquileo Elías Parra Gómez (1825-1900) incluido un auditorio, la ludoteca y el propio Taller de Papel.
La presencia reiterada del experto de Zacatecas –amigo del poeta Darío Jaramillo Agudelo– les generó interés y de tantas fibras que se encontraban por los caminos, les dio por experimentar con el fique, una planta endémica de la región. Su fibra es larga, fuerte y gruesa, lo cual hace que el papel que se haga con ella garantice resistencia y excelente calidad.
Los motores del proyecto, además de Gloria y Beatriz quienes siendo antioqueñas hace tres décadas se enamoraron de este rincón de Santander, fueron el expresidente conservador Belisario Antonio Betancur Cuartas –padre de Beatriz– ; Alfonso Gómez Gómez por la época cabeza de la Junta Directiva de la Universidad UNAB y el rector de ese momento, Gabriel Burgos Mantilla, quienes vieron en la creación de la Fundación San Lorenzo de Barichara la oportunidad para estimular la creatividad de los lugareños, generar nuevos empleos y elevar la dignidad colectiva.
“Hemos logrado muchas cosas, en parte por el apoyo incondicional de la UNAB que desde el comienzo ha estado cerca a nosotros”, resaltó Betancur Álvarez, quien se asombró gratamente al conocer la cifra de sobres que han hecho para esta Universidad, calificándolo como “un ingreso vital y fijo” para la Fundación.


Asesoría de la UNAB
Precisamente, el rector de la Universidad UNAB, Juan Camilo Montoya Bozzi, y el secretario general y jurídico, Juan Carlos Acuña Gutiérrez, atendieron la visita de Correa y Betancur el pasado 29 de mayo, quienes expresaron el propósito de estrechar todavía más la relación entre las dos instituciones en materias como asesoría medioambiental, formación técnica e incluso venta de los productos.
El primer aspecto abordado fue el del tratamiento del agua utilizada en la fabricación del papel de fique, que además requiere de considerables cantidades de cal. UNAB Ambiental los ha venido acompañando no solo para disminuir el consumo del preciado líquido –de por sí escaso en Barichara–, sino también para minimizar en lo posible el impacto de los residuos, aparte de reutilizar el agua en el mismo proceso complejo y dispendioso que implica adquirir los atados de fique para ablandarlo con cal y agua en tanques, ser lavado, molido –ya no con un mazo sino mecánicamente– y convertido en pulpa para hacer el papel, para luego secar, prensar, plegar y estampar –en el caso de los sobres para los diplomas a ritmo de unos 50 por día–.
Luego acordaron que Transformación Social UNAB les brindará acompañamiento a las hacedoras de papel en aspectos como gestión administrativa y capacitación en asuntos técnicos en los que la Universidad tiene experiencia acreditada por el Ministerio de Educación Nacional (MEN).

Y, por último, el rector Montoya Bozzi anunció que la Tienda UNAB (latienda.unab.edu.co) comercializará los productos elaborados por esa entidad sin ánimo de lucro –entre los que se cuentan cabros, lagartijas, serpientes, jirafas, elefantes, gatos y perros– como una forma de hacerlos más visibles y ampliar su mercado entre la comunidad universitaria y los mismos habitantes de esta capital.
“De la UNAB van a venir a mirar cuáles son más que las necesidades, las ambiciones de estas maestras del papel. Eso les abrirá un mundo muy importante de ideas y posibilidades”, dijo Correa Arango. Dos de las 16 integrantes pronto partirán a Estados Unidos convidadas por la artista neoyorquina Tatiana Arocha para contar su experiencia en la reputada Escuela de Diseño Parsons.
“Estas mujeres baricharas tienen muchas ganas de aprender y su mirada no es cualquiera, sino enfocada al arte, por lo cual su horizonte es demasiado amplio”, complementó Betancur Álvarez, para quien “la UNAB y la Fundación tenemos un matrimonio que tiene que ser indisoluble”.
El nombre de la Fundación está inspirado en la Villa de San Lorenzo de Barichara, que a su vez rinde tributo a san Lorenzo de Roma, un diácono que fue quemado vivo en una parrilla el 10 de agosto del año 258, cuatro días después de ser decapitado el papa Sixto II como producto de la persecución ordenada por el emperador Valeriano, quien prohibió el culto cristiano.