Por Pastor Virviescas Gómez
Ante cerca de 300 profesores y funcionarios de la UNAB, los docentes Arnaldo Helí Solano Ruiz y Orlando Bermúdez Merchán, recibieron en la noche del pasado jueves 30 de junio el Reconocimiento a la Excelencia Docente, representado en una réplica en mármol y bronce del Reloj Solar que está ubicado en el CSU.
El rector Gabriel Burgos Mantilla manifestó que "el Reloj Solar es símbolo de la lucidez. Pues la lucidez es el don, el talento que nos permite ver, percibir la realidad y a la vez nuestra relación con ella, es decir establecer nuestra relación con respecto al Cosmos".
Y agregó: "El Reloj Solar es, entonces, una imagen o metáfora bastante adecuada para simbolizar el sentido y razón de ser del maestro: humilde pero efectivo y sapiente orientador de la colectividad, cuya función es la de, por una parte, vincular a los estudiantes con el logos, la luz del saber, la ciencia, y por otra la de enseñar, no la ruta a seguir, sino el modo de desenvolverse en lo real sin extraviarse".
Solano Ruiz cursó estudios de Ingeniería Industrial en la UIS y de Contaduría en la UNAB de forma simultánea. Es especialista en Finanzas, de Eafit-UNAB, especialista en Revisoría Fiscal y Auditoría Externa de la UNAB, tiene una maestría en Finanzas dentro del convenio TEC-UNAB y una maestría en Economía dentro del convenio Javeriana-UNAB. Ha cursado diplomados en Ingeniería Financiera, Habilidades Docentes, Fundamentos en Educación Virtual y Gestión de Proyectos. Su experiencia laboral se remonta a más de 20 años en empresas como Cementos del Norte, Cajasan, Nacional de Cigarrillos y Clínica Metropolitana.
En la UNAB, ha sido docente la Facultad de Administración de Empresas, en programas de especialización en el área económica y de la administración y en la Facultad de Contaduría Pública. Fue decano de Ingeniería Financiera entre 1993 y 2000, después de lo cual asumió la Dirección de Extensión Universitaria hasta diciembre de 2004, y desde esa fecha ejerce como docente y consultor de la Institución.
Por su parte, Bermúdez Merchán obtuvo su licenciatura en Química de la UIS, se graduó como tecnólogo en Alimentos en Unisur y luego como ingeniero de Alimentos en la Universidad Abierta y a Distancia, Unad. Es especialista en Computación para la Docencia de la Universidad Antonio Nariño y ha cursado diplomados en Ciencia, Tecnología e Informática, y en Habilidades del Pensamiento. Al Instituto Caldas se vinculó en 1981, donde se ha desempeñado en el área de Ciencias, Matemáticas, Química y Tecnología, y desde 1992 labora como coordinador del área de Ciencias y Tecnología de la Institución. También ejerció la pedagogía en la Facultad de Medicina de la UNAB, en el área de Bioquímica entre 1995 y 1997.
Su labor docente lo ha llevado a desempeñarse como asesor científico y pedagógico del Parque Interactivo de Ciencia y Tecnología de Bucaramanga, Fundador y coordinador desde su primera versión, hace 15 años, del Seminario del nororiente colombiano de Profesores de Ciencias organizado por la UNAB y el Instituto Caldas.
Vivir la UNAB les hizo el siguiente quiz a los dos mejores profesores de la UNAB y el Instituto Caldas:
¿Cuál ha sido su principal satisfacción como profesor?
Arnaldo Helí Solano: Haber tenido directivos y familia como alumnos míos. Ese ha sido un reto superior al promedio.
Orlando Bermúdez Merchán: Puedo hablar de muchas, pero en lo que me siento más dichoso es haberme encontrado con el Instituto Caldas.
Si no hubiese sido profesor, ¿en qué otro campo se habría desempeñado?
A.H.S. De pronto me gusta mucho el mundo empresarial. Siempre tuve el dilema si empresa o docencia y creo que ya todo está definido.
O.B.M. Son las cosas del destino. Yo me fui a presentar a la Base Marco Fidel Suárez para aviación porque mi papá andaba más o menos bien del bolsillo. Después de haber pasado y estar listo para matricularme, llegué a la casa para contarle y resulta que mi papá había fracasado. Entonces me presenté a un concurso nacional de becas, gané una para estudiar en la Normal de Piedecuesta y arrancó mi vida, ahí me quedé y no me pesa.
Cómo se considera: ¿un profesor pragmático? ¿Un tipo metódico y cansón? ¿El dueño de la verdad revelada? ¿Alguien que se goza lo que hace?
A.H.S. Trato de que los alumnos gocen en el salón de clase, de forma responsable pero que gocen.
O.B.M. De todo tenemos un poquito. A veces uno mismo se da cuenta que es metódico, que lo soy desde mi formación por ciencias, pero a todas las cosas les pongo el corazón y eso es de pronto lo que me ha ayudado a aguantar bastante tiempo y que una de las cosas que más la gente mira en mí es la paciencia. Siempre he querido servir y en mi profesión esa ha sido la posibilidad que encontré.
¿El momento más simpático de su carrera?
A.H.S. Tener como alumno a Jorge Humberto Galvis Cote (vicerrector Administrativo) y a Pablo Bustamante (miembro de la Junta Directiva de la UNAB), muy buenos directivos pero excelentes alumnos. Han sido tal vez dos de los retos más impresionantes.
O.B.M. Estaba dictando una clase en la que estábamos comprobando la presencia de un cambio químico y el reactivo estaba dañado y yo hágale y hágale y los chinos me decían: "profe, eso no le sale". Terminamos riéndonos y les dije que no siempre salen las cosas bien. Otra vez un peladito llegó a pedirme permiso para ir al baño, pero al instante me dijo "¡uy, no alcancé!", y me tocó llevarlo a hacer lo que no he hecho con mis hijos, ayudarlo a limpiar.
¿Cuál es la parte más aburrida del oficio?: ¿Los reclamos? ¿La calificadera? ¿La copialina? ¿Las reuniones? ¿La bajada de trabajos de Internet?
A.H.S. La calificadera. Es lo más aburrido de la docencia.
O.B.M. Lo más cansón es la calificadera, porque de resto todo lo demás me lo gozo. La calificadera me parece latuda.
¿Qué hace cuando los estudiantes le "sacan la piedra"?
A.H.S. He venido madurando mucho en eso. Morderme la lengua y controlarme. Tratar de no salirme de las casillas.
O.B.M. Eso es lo que más los descontrola, porque yo les sonrío. Puedo estar con la soberbia más grande, pero lo que hago es sonreirme y entonces desarmo a todos y muchas veces piensan que me estoy burlando, pero no, es mi forma de ser y mi forma de disipar esos malos momentos, porque todos alguna vez nos ponemos colorados.
¿Ha pensado "tirar la toalla" como profe?
A.H.S. Nunca, nunca.
O.B.M. No, esta es mi vida.
¿Ya leyeron la cartilla del PEI?
Ambos sonríen y se van a celebrar con la música de los años 70 con el grupo Mediterraneus, que amenizó el cóctel de integración en el que se destacó por su alegría el equipo de la Facultad de Derecho, que gozó con "La Bamba", y la revelación como cantante de César Darío Galvis, jefe de Desarrollo de Personal y profesor del Departamento de Humanidades, quien interpretó "¿Por qué ahora", de Billy Pontoni.