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¡Sonríe siempre! Nidia Zafra y su historia de labor social con comunidades indígenas del Amazonas

Nov 22, 2022 | Graduados

Hace un año y dos meses me encontraba en mi ciudad, Bucaramanga, cuando llegó a mi vida una oportunidad que, al inicio, me llenó de expectativa: hacer parte del Plan de Intervenciones Colectivas del Amazonas (PIC), iniciativa destinada a trabajar con las comunidades indígenas dirigida a promover la salud y calidad de vida, la prevención y control de los riesgos y daños en salud de alta externalidad, para alcanzar las metas prioritarias en salud definidas en el Plan Nacional de Salud Pública.

Cinco días después de enviar mi hoja de vida y comunicarme con el personal de selección encargado, tomé un vuelo con destino a Leticia. Al llegar, me encontré con un panorama maravilloso, paisajes, diversidad de naturaleza, animales, frutos, culturas. Panorama que hasta el día de hoy me sigue enamorando y motivando. 

Posterior a mi llegada inicie lo que sería la travesía en el Amazonas, en la cual partimos un grupo de profesionales (enfermeros, auxiliares, psicólogos, profesionales en seguridad y salud en el trabajo, trabajadores sociales), inicialmente nos trasladaron en una avioneta hasta Puerto Leguizamo, donde tomaríamos nuestro barco, aquel en el que vivimos, cocinamos y compartimos por dos meses. 

Iniciamos el recorrido por el rio, visitando una a una las comunidades de los corregimientos Puerto Santander y Miriti, corregimientos que hacen parte del Amazonas, y que suman alrededor de 45 comunidades. Como coordinadora de esta ruta tuve la oportunidad de tener un contacto más cercano con las autoridades indígenas de cada comunidad, chamanes, capitanes, curacas, quienes son personas que me enseñaron de su cultura, sus costumbres, su modo de vivir, de pensar, cosas que pude evidenciar en las familias. Alimentos que consumen como (casabe, copoazu, camucamu, boruga, babilla, diversidad de pescados como el pirarucu, pez típico del Amazonas), tradiciones que conservan como “La pelazón”, una especie de ritual que hacen a las niñas cuando inician su primera menstruación. Los lugares sagrados que conservan, como la maloca indígena, una construcción en madera con un techo enorme de hoja de palma, considerado un espacio sagrado de conexión profunda con el universo, en donde se establecen relaciones de reconocimiento y respeto con todo lo que los rodea, este lugar vendría siendo para ellos el útero de la madre tierra. 

La experiencia fue sumamente gratificante para mí, ya que desde la universidad me orientaron hacia el trabajo y manejo integral de la persona, viéndolo como un ser holístico y teniendo en cuenta su cultura, conceptos que han sido de gran ayuda para el trabajo con la población indígena. El panorama cambia totalmente cuando vienes de una ciudad, en la que tienes comodidades, acceso a educación, trabajo, facilidad de transportarte de un lugar a otro, instituciones de salud de alta complejidad, insumos ilimitados, llegar al Amazonas es evidenciar condiciones de vida precarias, problemas de movilidad, hay comunidades desde donde las personas deben viajar por días en un peque o chalupa para poder tener acceso a una institución de salud, así mismo para conseguir víveres y poder subsistir, sin embargo, llegar al Amazonas también te abre los ojos a buscar oportunidades para mejorar la calidad de vida de aquellas personas que necesitan no solo que traten su enfermedad sino que promuevan los derechos humanos, que busquen generar cambios positivos. 

En cuanto a la atención en salud con la población indígena, no ha sido solo enseñarles sobre cuidados, recomendaciones en salud, tratar sus enfermedades, ha sido una enseñanza mutua, ya que ellos implementan su medicina tradicional, en cada comunidad hay un médico tradicional, llamado también curaca o abuelo, y es a él a quien acuden cuando alguien presenta alguna alteración en salud, sin embargo, ellos también tienen en cuenta que hay un límite hasta donde su medicina convencional puede llegar y que en ese punto necesitan de la ayuda de la medicina de los blancos, como nos suelen llamar, por lo que es alentador ver como se complementa y como la población indígena se abre a dar a conocer sus tradiciones, su medicina, y además de eso, nos permite hacer parte de ello. 

En este momento, y después de esa travesía conociendo de la cultura amazonense, continuo trabajando con la E.S.E Hospital San Rafael de Leticia, pasé por el servicio de urgencias y actualmente hago parte del equipo de epidemiologia, además de esto incentivé una iniciativa llamada “Sonríe siempre”, la cual fue aprobada por la subdirección científica del hospital y la cual lidero. Esta iniciativa consiste en un conjunto de actividades como musicoterapia, cuentos, pintura, poesía, payasos, trovas, con el fin de generar espacios agradables a los pacientes del Hospital y al personal asistencial que trabaja acá, disminuyendo así los niveles de estrés que se vive diariamente en las instituciones de salud.  Estas actividades se vienen realizando cada semana, en compañía de otras personas que me apoyan llevando su música, su talento y su alegría a los diferentes servicios del hospital, recibiendo una buena acogida por parte de pacientes y personal de salud. 

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