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UNAB graduará dos dermatólogas

Jun 20, 2012 | Institucional

Por Ricardo Jaramillo P.
La Facultad de Ciencias de la Salud de la UNAB graduará el viernes 13 de julio la primera promoción de la Especialización en Dermatología. María Claudia Guzmán Serrano y Vanessa Torres Gómez, dos médicas egresadas de la Universidad, recibirán sus títulos en la ceremonia que se cumplirá en el Auditorio Mayor del Campus El Bosque a las 4 p.m.

Ellas iniciaron su formación el 30 de junio de 2009, cuando empezó labores la Especialización en Dermatología, cuyo Registro Calificado fue aprobado mediante la Resolución 6028 del 11 de septiembre de 2008 del Ministerio de Educación, por un periodo de cinco años. El Programa tiene cohortes anuales de dos estudiantes y su duración es de tres años.

En entrevista publicada en la edición 303 de Vivir la UNAB (13 de julio de 2009) las entonces nuevas residentes manifestaron que escogieron la Universidad para cursar la especialidad porque conocían su calidad académica. Hoy, tres años después, sostienen que sus expectativas se cumplieron.

“Cuando iniciamos, sabíamos que debíamos afrontar todos los obstáculos que se le presentan a un programa nuevo, que teníamos que trabajar bastante para que se diera a conocer; cuando fuimos a los Congresos fue un tanto difícil pues a la UNAB no la conocían en este campo, entonces llevamos trabajos, investigaciones y la verdad el resultado fue bueno. Eso lo sé, porque en los últimos meses hicimos una rotación electiva y salimos de la ciudad; estuve en Bogotá en la Universidad Nacional -que fue de las primeras en el país en ofrecer Dermatología- y noté que nuestro nivel académico está bien, al nivel de otras instituciones que llevan bastante tiempo con la especialización”, dice Guzmán Serrano.

Su compañera comparte la opinión. “Mis expectativas se cumplieron por completo. Cuando arrancamos el Programa uno tiene muchas preguntas relacionadas con cómo va a ser su desarrollo, pero en este momento siento tranquilidad de saber que cursamos tres años de residencia a la altura de cualquier residencia en el país y dimos el nivel que buscábamos”.

El coordinador académico de la Especialización, Hernando Mosquera Sánchez, indica que gran parte de los objetivos iniciales de la formación de dermatólogos UNAB se ha cumplido. “Por ejemplo, en investigación no habíamos tenido líneas ni proyectos concretos y en este momento ya tenemos seis proyectos en curso, eso es importante porque nos permite ganar experiencia y formar una escuela de investigación en la academia; otro aspecto positivo es la proyección que hemos tenido a nivel general, ya la comunidad médica cuenta con nosotros, sabe que existe la Especialización, tenemos reconocimiento, hemos logrado publicar artículos en revistas de Dermatología y pensamos que estamos en toda esa apertura hacia la vida académica y universitaria; quizás prueba de eso es que en la última selección de aspirantes a Dermatología (cohorte que iniciará el 1 de julio) la mayoría no eran de la UNAB; de hecho, se presentaron 32 y 24 eran de otras universidades”.

Mosquera Sánchez afirma que un factor que contribuye al alto nivel académico del Programa es el número de residentes. “Hemos mantenido el número de residentes en dos, a pesar de que podría ser tentador decir que debido al número de candidatos podríamos formar más, pero somos conscientes de las limitaciones de los escenarios de práctica, de la tutoría que requiere un buen proceso de enseñanza y entonces hemos resistido a esa tentación y permanecemos con lo que habíamos planeado: dos estudiantes por cohorte, es decir, seis residentes”. Además de las dos futuras dermatólogas, el Programa lo cursan actualmente Argemiro Pallares y Claudia Liliana Medina (primer año), y Xiomara Ríos y Jessica Vergara (segundo año).

El coordinador académico le dijo a Vivir la UNAB hace tres años que el “factor diferenciador” de Dermatología de la Universidad frente a otras universidades del país es la formación integral del especialista; hoy considera que en ese aspecto el balance es positivo, “pues ese sello planeado desde un principio se ha presentado; lo que más nos caracteriza es esa formación integral, hacemos énfasis en las ciencias básicas -que no se ve en otras escuelas- y en la relación de las enfermedades de la piel con enfermedades sistémicas de órganos internos; por ejemplo, nos hemos involucrado mucho en Medicina Interna, en las interconsultas de pacientes hospitalizados por diferentes causas en hematología, oncología, reumatología, etc. somos consultantes y no estamos enfocados exclusivamente a trastornos propios de la piel sino en la piel como parte integral del organismo, como expresión de cualquier alteración del balance interno del organismo”.

Tras tres años de estudio, las dermatólogas hablan con propiedad sobre las oportunidades de mejora que tiene el Programa.

“A futuro hay dos cosas importantes para fortalecer: las líneas de investigación, porque eso le da reconocimiento a la Facultad, y constituir un centro de referencia reconocido, que la Universidad cree un espacio especial para que trabajemos los especialistas ahí y que sea reconocido nacionalmente”, afirma Guzmán Serrano, mientras que Torres Gómez sostiene: “En la medida que el programa crezca, irá madurando en muchos aspectos; la investigación se fortalecerá en tanto los residentes apoyen esa labor, lo cual ya se hace con los proyectos de grado; también se podría ampliar los escenarios de acción porque cuantos más dermatólogos estén en formación, más espacios ganaremos”.

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