La docente e investigadora de la UNAB, Hilda Leonor González Olaya, participó en el proceso nacional de construcción de los nuevos Lineamientos para la Implementación de la Simulación Clínica en Colombia, un documento que establece un consenso interprofesional sobre estándares, currículo, evaluación y competencias docentes en la formación en ciencias de la salud.

De acuerdo con la docente González Olaya, uno de los principales motivos que impulsó la formulación de estos lineamientos fue la identificación de un vacío estructural en el país. “El principal vacío identificado fue la ausencia de directrices nacionales basadas en evidencia que orientarán la implementación de la simulación clínica en nuestro país. La caracterización nacional reveló una gran heterogeneidad en infraestructura, formación docente, inserción curricular y métodos de evaluación entre las diferentes facultades, lo cual dificulta la evaluación del impacto educativo y la calidad de la educación basada en simulación”, explicó.
Este proceso fue liderado por la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), que en 2024 conformó el Comité Nacional de Simulación Clínica con representantes de universidades de todas las regiones del país. Desde este espacio, la docente UNAB participó como representante de la región Oriente y aportó a la construcción colectiva del documento.
Uno de los momentos clave del proceso fue el encuentro nacional realizado en Medellín, en el que participaron docentes y profesionales que trabajan en simulación clínica en diferentes contextos del país. Allí se utilizó una metodología estructurada denominada técnica de rejilla, que permitió recoger múltiples percepciones y criterios. Según la investigadora, este ejercicio fue fundamental para lograr acuerdos representativos de la realidad nacional.
“A través de esta metodología se recogieron diferentes percepciones y criterios, garantizando que las recomendaciones reflejaran la realidad del país. De otra parte, para dar respaldo científico a las recomendaciones, se realizó una revisión de alcance sobre mejores prácticas en simulación a nivel internacional”, afirmó.


En cuanto a los estándares que considera prioritarios para las facultades de ciencias de la salud, la docente destacó el papel central del componente humano y pedagógico. “La formación docente en simulación clínica es muy importante porque asegura una adecuada implementación de esta estrategia. Lo segundo es el diseño pedagógico estructurado y basado en estándares nacionales e internacionales, y de la mano con lo anterior es fundamental que los programas hagan una inserción en el currículo de manera transversal y longitudinal”, indicó.
Finalmente, González Olaya advirtió que uno de los principales retos será la adopción efectiva de los lineamientos a nivel nacional, lo cual requiere un compromiso institucional sostenido. “Para Ascofame, el reto más importante es acompañar a las universidades en la capacitación de los docentes. De igual manera, las universidades deben comprometerse con la sostenibilidad financiera de los centros de simulación, la implementación de estándares internacionales y la adopción de buenas prácticas pedagógicas”, concluyó.






