La doble titulación para el programa de Ingeniería Biomédica es apenas el primer paso de una relación entre la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) y la Universidad UNAB que promete generar grandes frutos. Así lo expresaron los rectores de la UACH, Luis Alfonso Rivera Campos, y de la Universidad UNAB, Juan Camilo Montoya Bozzi, al suscribir el convenio el pasado 25 de noviembre en la Sala de Juntas del Edificio Administrativo Armando Puyana Puyana.


Al cierre del convenio, el rector de la universidad mexicana accedió a esta corta entrevista:
Decía usted en su intervención que la UACH encabeza la formación en ingeniería aeroespacial en todo México. ¿Así de alto vuela su universidad?
Esperamos que sí. Hay que pensar como actualmente piensa el estudiante, inclusive como el que todavía está en preparatoria o en bachillerato y que mañana viene a la universidad. Hay un antecedente tan sencillo y tan complicado que me remite a mi hijo que estudia ingeniería aeroespacial y me dice que para comprar un avión hay que solicitarlo con dos años de antelación y que la gente los seguirá utilizando para viajar en el mundo. Entonces se agrega esa lógica a una motivación como el tema de los alimentos, que siempre los vamos a necesitar o como en otras materias que por más cambios que tengamos en nuestra modernidad vamos a seguir necesitando de ellos.
¿Por qué ‘pegarse’ el viaje desde el norte de México hasta Colombia y concretamente a Bucaramanga y la UNAB?
Primero, por su gente. Colombia se identifica mucho por ser proactivos, por ser muy positivos, por ser abiertos y por salirse de su zona de confort para buscar cosas extraordinarias. Hemos visto a gente interesada de esta Universidad en las reuniones donde buscamos oportunidades de internacionalización y eso nos da la certeza de que hay mucho interés. Al verlos una sola vez ya sentimos esa garantía y creo que ambas instituciones compartimos información e hicimos clic. Este es el tipo de relaciones que queremos hacer. Hay universidades que presumen el número de convenios que tienen; nosotros no. Nosotros presumimos los resultados que esos convenios nos generan.

¿Qué expectativas se pueden generar desde Santander hacia la UACH?
Creo que muy positivas porque es una puerta que se les va a abrir para relaciones internacionales y para sueños. Si usted me pregunta cuál es el perfil del estudiante que queremos tener: el alumno con sueños, porque es más fácil direccionarlo para que los cumpla en espacios como éste, para que salga de su zona de confort y venga a otro país, un país que lo acoge con el abrazo latino que nos genera fraternidad, un ambiente alegre y muchas cosas positivas que tenemos ambos pueblos.
¿Usted esperaba encontrar tantas coincidencias con la UNAB, no solo en los programas que ofrecen sino por ejemplo en su localización cercana a fronteras binacionales o en el propósito de trabajar de la mano con el sector privado?
No y me sorprenden muchas coincidencias, pero también el liderazgo que tiene la UNAB en tecnología, en negocios y en relaciones con la iniciativa privada y con la sociedad. Eso hay que aprenderle a esta Universidad y por eso nos vamos muy contentos. Esperamos que el rector Montoya Bozzi y su equipo de trabajo nos puedan visitar, para mostrarles nuestras instalaciones pero que nuestra gente sea quien los reciba y nos conozcan. Esto apenas está iniciando y no se limita únicamente al área de Medicina y Ciencias Biomédicas, sino que este es el comienzo. Yo le veo mucho futuro a Artes y también a agrotecnología, por ejemplo, así que esperemos que este sea el primer paso de muchos.
¿El nombre de la UACH qué representa en el concierto de la educación superior mexicana?
Somos 34 universidades autónomas, que han sido pilares en la historia de México para la formación de jóvenes y profesionistas ya consolidados y también de docentes. En nuestro estado tenemos la Universidad Autónoma de Chihuahua y la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Nuestra máxima casa de estudios en México es la UNAM, entonces esta es una carta de presentación de un esquema que permite dar acceso a los estudiantes y a las familias que tienen recursos más limitados pero que por ello no se les impide el sueño de cursar una carrera. Las universidades autónomas tenemos una gran responsabilidad social y estamos muy orgullosos de tener esta relación con la Universidad Autónoma de Bucaramanga.






