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Así se vivió la fase de actividades académicas prácticas en la UNAB

Jul 28, 2020 | Información y decisiones institucionales, Institucional, Regreso Seguro

            

Junio y julio, fueron los meses en los que la UNAB de manera progresiva regresó a hacer uso de laboratorios y espacios de práctica atendiendo las disposiciones de las autoridades relacionadas con el cumplimiento de la densidad poblacional permitida en los diferentes espacios.

Los campus El Jardín, El Bosque, Centro de Servicios Universitarios – CSU y el Centro de Conciliación y Consultorio Jurídico, recibieron a más de 600 personas entre estudiantes, docentes y administrativos de apoyo a laboratorios en donde las medidas de distanciamiento físico y bioseguridad en todos los ambientes fueron la clave en este regreso seguro.

“Para hacer posible esto la Institución invirtió en esta primera fase más de 185 millones en elementos de protección personal, de limpieza y desinfección, señalización, alistamiento del bus UNAB y elementos necesarios para el cumplimiento de los protocolos establecidos como termómetros, tapetes, puntos de higienización y canecas”, afirmó Nimia Arias Osorio, directora de Gestión Humana de la UNAB.

Los programas de Enfermería, Medicina, Derecho, Gastronomía, Música, Artes Audiovisuales, Negocios Internacionales, las ingenierías de Sistemas, Energía Mecatrónica y Biomédica, así como las tecnologías en Regencia de Farmacia,  Gestión Gastronómica e Investigación Criminal y Ciencias Forenses; hicieron parte de esta fase práctica con bioseguridad. 

1.351 estudiantes estuvieron activos dentro de las diferentes aulas de clase dispuestas y ajustadas a las necesidades para que todo este componente práctico pudiera ser tomado por nuestros estudiantes. La Universidad estuvo trabajando en franjas diferentes desde las 6 a. m. hasta las 4 p. m. garantizando que el distanciamiento físico se diera y que no se tuviera dentro de las instalaciones más gente de la que se podía albergar con estas nuevas normas protocolarias.

Dentro de este proceso se puede destacar “el trabajo interdisciplinario y en equipo de los diferentes programas, dependencias administrativas y contratistas de la UNAB, la gestión rápida de los directores de programa para ajustar las programaciones académicas a los horarios, aforos requeridos y las solicitudes de información para el reporte a la Alcaldía de Bucaramanga y Floridablanca y la apropiación del protocolo por parte de los estudiantes, docentes, administrativos y contratistas que hicieron presencia en la UNAB”, dijo Nimia Arias. 

Esta fase de activación de la Universidad permitió evidenciar:

  • La importancia de la estrategia de comunicación con la cual se logró impactar en los públicos objetivos que retornaban a las instalaciones. 
  • La estructura y ordenamiento de nuestro proveedor de limpieza, mantenimiento y aseo para un rápido alistamiento de los campus cumpliendo los protocolos de bioseguridad.
  • La necesidad de tener estructurado un sistema de calidad como el que existe en la UNAB para dar una rápida respuesta a la activación.
  • La premisa de la mejora continua como base para la actualización del protocolo a la luz de las normativas y necesidades de la Institución. 

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