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Desde La Niebla, La ciudad cuenta otra historia

May 7, 2007 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Diana Le?n
dleon2@unab.edu.co
Bucaramanga tiene tres zonas rurales, la primera est? ubicada cerca de Matanza, la segunda encierra los alrededores del kil?metro 9 por la v?a que conduce a C?cuta y la tercera cubre la zona del kil?metro 12 de la misma ruta, en donde est? ubicada la vereda San Jos?.

Precisamente a esta ?ltima se remontan algunos historiadores al afirmar que fue la primera entrada que tuvo Bucaramanga desde el Oc?ano Atl?ntico, uni?ndose como otra ruta que se desprende de la del "Camino de Coro".

Por este camino, el m?s oriental de la ciudad, llegaron los primeros extranjeros, en su mayor?a alemanes a este territorio. Adem?s de la naturaleza que lo rodea y el fuerte viento que corre, todav?a siguen en pie algunas haciendas de familias tradicionales que rememoran el desarrollo de la ciudad.

Una de ellas es la casa en la que hoy se encuentra el restaurante La Niebla, que funciona desde hace 5 a?os. Durante los a?os 20 y 30 este territorio, caracter?stico por su clima fr?o, era un lugar en el que las familias de alta sociedad iban de vacaciones y los reci?n casados pasaban su luna de miel.

Algunos tambi?n lo conocen como El Alto de los Padres. Su actividad se asemeja hoy en d?a al desarrollo que est? tomando la Mesa de los Santos como sitio de esparcimiento.

Para el propietario de este restaurante, Juan Manuel Gonz?lez Puyana, este camino ha perdido importancia y su deseo es recuperarlo como zona agr?cola y tur?stica, "el oriente no existe para los bumangueses. Hace unos a?os la situaci?n de orden p?blico no era la mejor y la gente le daba p?nico pasar de Morrorrico.

Por eso, montar un restaurante como La Niebla era una aventura, una locura, nadie le apuntaba al ?xito del proyecto, pero hoy los resultados son buenos. La idea es desarrollar en la zona un proyecto agrotur?stico, un centro hist?rico y cultural, y dejar que el restaurante se autoabastezca para ofrecer carne y hortalizas de la mayor calidad, vinculados a proyectos ecol?gicos", indic?.

Una trocha de secretos
Pero no es un simple restaurante. La casa se construy? hace 150 a?os y esta zona envuelve toda la historia de desarrollo de la ciudad alrededor de los Puyana y los Mutis. Por estas monta?as entraron los primeros conquistadores que llegaron a la regi?n en el a?o 1500, entre los que se encontraba Ambrosio Alfinger de origen alem?n. Atra?dos por el valle del R?o Magdalena, bajaron por estas monta?as buscando riqueza.

Cuando Bucaramanga era un resguardo de los ind?genas laches, los habitantes de Gir?n empezaron a posesionarse libremente de las tierras de la meseta para cosechar, debido a esta situaci?n la Corona Espa?ola declar? la zona como propiedad suya, entonces las pusieron en venta o remate. Una de las familias interesadas fue la de los Puyana, parientes de Gonz?lez Puyana.

El primer descendiente de esta familia era de apellido O?fare, que lleg? de Espa?a a Gir?n, pero como homenaje al que hizo posible su viaje y quien fue su padrino, se cambi? el apellido por el de Hern?ndez Puyana. ?l tuvo tres hijos: Juan Joseph, Jos? Gregorio y Mar?a Margarita. Gregorio reconoci? estas tierras como trabajadas por ?l y Lorenzo, un hijo de Juan Joseph reconoci? la zona de Quebradaseca, ?lvarez, y Cabecera del Llano pertenec?a a Gregorio.

A su vez, Gregorio tuvo tres hijos, entre ellos Jos?, que velaba por la salud de su madre, por esta raz?n decidieron dejarle las tierras de herencia en su propiedad. Pero Jos? s?lo tuvo un hijo, David Puyana, qui?n se qued? con todas las tierras. ?l vivi? en la "Casa del diablo", y se dedic? a la venta de aguardiente, "pr?cticamente ten?a un monopolio, y empez? a ganar mucha plata, por eso la gente dec?a que ten?a pacto con el diablo", dice Olga Garc?a D?az, esposa de Gonz?lez Puyana, arquitecta e historiadora por afici?n.

Al rematar este territorio, finalmente los compradores fueron Gregorio Puyana y Manuel Mutis. Posteriormente todo queda en manos de Gregorio Puyana, que sembr? uno de los primeros cultivos de caf? en Colombia y las tierras pasan despu?s a manos de Francisco Puyana.

M?s pecados, m?s caf?
En 1860 fue la ?poca de la bonanza cafetera y David Puyana, como todo terrateniente de la ?poca, asist?a a las misas del Padre Francisco Romero, quien trajo la idea de los cultivos de caf? como excelente negocio en Europa. Por eso, cuando ?l confesaba en el templo no pon?a a rezar avemar?as como penitencia, sino que les ped?a que sembraran matas de caf?, en vol?menes que variaban, seg?n fuera la gravedad del pecado.

David Puyana comprendi? entonces que ten?a buenas tierras para los cultivos de caf?, por lo que empez? a comprar otras y lleg? hasta La Niebla. Por ello Santander, especialmente esa zona del oriente, fue la primera en comerciar caf? en el pa?s.

Entrando al siglo XX los bumangueses encontraron en la regi?n un sitio para "temperar", como una tradici?n de descanso. Muchas familias de la alta sociedad ten?an sus fincas en este territorio. Manuel Enrique Puyana, quien era nieto de Juan Joseph e hijo de Jos? El?as Puyana, le compr? treinta hect?reas a Adolfo Harker.

Manuel E. Puyana, tuvo nueve hijas y a cada una le construy? una hacienda en esta regi?n. M?s adelante, cada una de esas nueve casas y terrenos fueron pasando a otros due?os. Entre ellos, los padres jesuitas y por esta raz?n se le conoce como el Alto de los Padres. Despu?s de 1960 empezaron a llegar muchos extranjeros a la zona.

"La historia de Bucaramanga se divide en antes y despu?s de la llegada de los extranjeros porque antes la gente no pensaba en los negocios ni en la plata", asegura Garc?a D?az.

Desde La Niebla, la ciudad es otra. Llegar al sitio, simplemente es transportarse a otro momento, por el clima, su naturaleza m?gica y las paredes de haciendas que como la Niebla, cuentan otra historia de la regi?n, que tal vez muchos no conocen.

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