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Desplazados y minas desvelan al CICR

Abr 21, 2008 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Pastor Virviescas G?mez

Todas las consecuencias y el dolor que d?a tras d?a sigue dejando el conflicto armado interno colombiano preocupan a Pierre Dorbes, delegado en Bucaramanga del Comit? Internacional de la Cruz Roja (CICR), pero hay dos asuntos que no le permiten conciliar el sue?o a ?l y a sus colaboradores: el sufrimiento de la poblaci?n en condici?n de desplazamiento y las v?ctimas de las minas antipersona, mal llamadas ?quiebrapatas?.

As? lo reconoci? Dorbes en la presentaci?n del informe anual de la gesti?n del CICR en Colombia, documento con el que este organismo muestra su compromiso con la atenci?n a una crisis humanitaria que sigue llamando la atenci?n de la comunidad internacional por m?s que ha bajado la intensidad del conflicto y que, en teor?a, se desmovilizara la mayor parte de los grupos paramilitares.

En un informe cargado de cifras que deber?an conmover al m?s fr?o de los actores armados y al m?s indiferente de los colombianos, Dorbes se?al? que durante el a?o 2007 el conflicto sigui? golpeando a la poblaci?n civil, cuya integridad f?sica y moral debe ser respetada, y dentro de ella, con m?s severidad, a los afrocolombianos, ind?genas, los m?s pobres y a los menores de edad.

El a?o pasado el CICR asisti? a 2.417 personas amenazadas para que se pudieran trasladar a un lugar m?s seguro y cumpli? diez a?os de atenci?n humanitaria a la poblaci?n desplazada, en los cuales ha estado al lado de un mill?n 24 mil adultos y ni?os (222.579 familias) que han tenido que pagar el precio de perder tierras, cultivos y vivienda porque en Colombia no se obedece el Derecho Internacional Humanitario que proh?be? que las partes obliguen a los civiles a desplazarse.

Quiz?s el caso m?s sonado de la acci?n del CICR fue la recuperaci?n de los restos mortales de los 11 diputados del Valle del Cauca que murieron a manos de las Farc, pero este organismo internacional no se detiene en su empe?o de buscar ?mecanismos para profundizar el di?logo confidencial con las partes y compartir con ellas sus preocupaciones sobre las consecuencias humanitaria del conflicto armado?.

Otro hecho que destac? Dorbes es que la atenci?n cada d?a tiende a mejorar, merced a la coordinaci?n de actividades de asistencia humanitaria de emergencia que realizan el CICR, la Cruz Roja Colombiana y la Agencia Acci?n Social, pero ?es necesario fortalecer a?n m?s la respuesta para mejorar el sistema de sustento de la poblaci?n desplazada y as? lograr que recuperen sus derechos?.

Luego de realizar una evaluaci?n para establecer las necesidades m?s sentidas, el CICR entrega alimentos por un periodo m?ximo hasta de tres meses y hasta seis meses para familias que por ejemplo tienen un miembro discapacitado o est?n a cargo de adultos mayores que se encuentren solos en la jefatura del hogar. Tambi?n les da ?tiles de aseo y de cocina, ropa, s?banas, colchonetas, chinchorros y toldillos, y apoya la ejecuci?n de proyectos agropecuarios destinados al autoconsumo, as? como la construcci?n de aulas, comedores, puestos de salud y sistemas de abastecimiento de agua con la participaci?n de la comunidad, lo cual genera un alto sentido de pertenencia.

Antioquia (19,3 por ciento), Caquet? (9,3%), Choc? (7,7%), Bol?var (7,2%) y Norte de Santander (6,2%) son los cinco principales departamentos expulsores de poblaci?n y Antioquia (20,1%), Caquet? (9,2%), Bogot? (8,0%), Sucre (6,7%), Norte de Santander (6,2%), Choc? (6,1%) y Santander, con el 5,7 por ciento, son los principales receptores. El 68,5% de los 1.119 municipios colombianos registraron casos de desplazamiento durante 2007, siendo El Charco (Nari?o), TAME (Arauca), Puerto As?s (Putumayo), Urrao (Antioquia), Buenaventura (Valle) y Vista Hermosa (Meta) los m?s afectados.

De los casi 70.000 desplazados a quienes el CICR entreg? asistencia -que no se puede confundir con el total de casos en el pa?s-, el 77% lo hizo de manera individual, lo cual le preocupa al organismo porque ?la mayor?a no desea regresar a sus lugares de origen y deben asentarse en los sectores m?s deprimidos de las ciudades a donde llegan?. El 58% huy? por amenazas de muerte, 11% por presi?n para colaborar, 9% amenazas de reclutamiento forzado y 5% por enfrentamientos armados; en tanto que en los desplazamientos masivos las principales causas fueron: enfrentamientos armados (38,5%), amenaza de muerte (19%) y muerte de familiares (8%).

Si estas estad?sticas no resultan escalofriantes, qu? decir al ver que el 52% de la poblaci?n asistida por el CICR durante 2007 son menores de edad (26,7% ni?os y 25,5% ni?as), 26,6% mujeres y 21% hombres.

A pesar de la magnitud de este flagelo, el CICR llama la atenci?n que en general los medios de comunicaci?n del pa?s no se interesaron por realizar el debido cubrimiento y por lo tanto el debate p?blico no alcanz? a dimensionar la magnitud del problema. El CICR no entiende c?mo en Colombia se le presta tanta atenci?n a la far?ndula, mientras que se ignora a las v?ctimas. Sin embargo insiste, y por ello continuar? en 2008 con la campa?a ?Desplazarse no es s?lo huir, es perderlo todo?.

Otro mal que se le suma

Y como si este panorama no fuera suficiente, salta a la escena un enemigo casi invisible: las minas antipersona y los restos explosivos de guerra que en 2007 dejaron m?s de 200 v?ctimas civiles.

Heridos y mutilados por un lado, e impacto socioecon?mico y sicol?gico por el otro entre las v?ctimas, sus familiares y sus bienes, porque estos artefactos mortales restringen por igual el acceso a las zonas de cultivo y a las escuelas, est?n al acecho y no distinguen v?ctimas, por lo que muchas veces son los mismos guerrilleros quienes las pisan, sin ignorar los soldados y polic?as que caen en ellas.

El CICR no s?lo persuade de estos efectos a las partes en conflicto, sino que desarrolla actividades de educaci?n para reducir la exposici?n de la poblaci?n civil y promover comportamientos seguros, entrega pr?tesis a los pacientes y hasta construye albergues para que mujeres embarazadas y posparto reciban atenci?n m?dica sin el riesgo de transitar por zonas contaminadas.

Durante 2007 el CICR document? en Colombia 379 desapariciones, 345 ejecuciones sumarias y 44 tomas de rehenes. Desapariciones que entre en los ?ltimos 13 a?os arrojan 4.400 casos documentados por el CICR, que representan a su vez los miles de familias que viven con la angustia de no conocer el paradero de sus seres queridos. A ellos se suman los ni?os y ni?as que siguen siendo reclutados por actores del conflicto y cuya cifra precisa no posee el Comit? Internacional de la Cruz Roja.

En medio de tantas dificultades, de la limitaci?n de recursos y al margen de las controversias pol?ticas y militares porque por encima de cualquier factor est? su neutralidad, el CICR, seg?n la jefe de la delegaci?n en Colombia, B?rbara Hintermann, seguir? presente para prevenir y aliviar el sufrimiento de tantos colombianos.

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