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El telón del juego

Ago 22, 2008 | Institucional

Isaac Bashevis Singer, Nobel de Literatura 1978 y autor ocasional de libros para niños sostenía que siempre era mucho más fácil escribir un libro de éxito para  adultos, que  uno para  chicos.  Como él, muchos saben que el mundo de la literatura infantil es un universo de magia, de luz y creación constante; es el mundo de  la fantasía, de la imaginación.

Ese mundo, patria natural de los niños, al que de vez en cuando volvemos los mayores cuando nos permitimos jugar o hacer “castillos en el aire”, tiene una puerta por la que sólo entran los que no temen que los árboles bailen, las nubes chismoseen, las piedras corran,  un bastón se convierta en varita mágica, las semillas anden despistadas, las brujas merodeen con duendes y hadas y se produzcan otros mil prodigios que los desmemoriados de infancia llaman “niñerías”, pero los poetas y maestros reconocen como el umbral del conocimiento, el paraíso de la sensibilidad, morada eterna de la ternura donde la felicidad es un derecho de todos los habitantes.

María Janeth Mantilla obtuvo desde su niñez un pase de entrada libre a ese mundo mágico: en sus venas corre sangre de artistas que muy pronto se manifestó en lo rítmico de su danza folclórica, en la gracia para recitar la picardía de la copla y en la interpretación de personajes costumbristas que su maestra Carmen Rosa le encomendaba segura del talento que la jovencita siempre derrochaba en el escenario.

Al elegir la docencia, María Janeth penetró en el castillo de la literatura infantil donde de la mano de los pequeños  disfrutó el  jugar y el soñar, pero no se olvidó  de retornar el don, enseñándoles a  aprender. 

Más adelante, resolvió meter de cabeza allí también a sus alumnos, futuros maestros, y para  conseguirlo ha usado su propia vara mágica disfrazada de libro: El Telón del Juego.  Como perfecto emisario del mundo de la fantasía, este libro trae incorporada una pócima cuyos ingredientes: poesía limpia y risueña, mitos de la tierra, tradiciones familiares, ágiles imágenes, canciones, juegos, bailes, seres maravillosos, producen un elixir de palabra sabia, divertida y pegajosa: un arma formidable para enseñar  y para aprender.

El Telón del Juego es un hijo del espíritu luminoso de esta maestra que conocí cuando era una niña que se divertía sobre el sencillo tablado en los escenarios escolares; que he admirado por su continuado esfuerzo en pro de saturar de arte la vida de los niños y de los jóvenes que en su aula descubren como hacer del magisterio un arte intelectual.  Como sus tres hijas de la carne, este libro está lleno de belleza y como ellas, rebosa de amor y alegría.

¡Enhorabuena, María Janeth!, por hacer realidad otro de sus sueños al que de seguro se unirán muchos otros en el futuro próximo, porque una sensibilidad desbordante como la suya, así lo exige.  Usted acaba de abrir el telón y cuando el auditorio son los niños, no puede agotarse la obra, porque ellos no se cansan cuando juegan y  porque  el maestro es el depositario de los sueños  que ellos harán realidad si su espíritu ha sido fortalecido con altos ideales y su mente con el conocimiento necesario para hacer de su vida, una obra con final feliz. Así, que María  Janeth, felicitaciones y esperamos la próxima.

MARY FUENTES SARMIENTO
Bucaramanga, agosto 15 de 2008.

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