En 2005, la música ucraniana y profesora del programa de Música, Iryna Litvin, creó el Festival de Arcos UNAB, un espacio para que estudiantes de instrumentos como el violín, violonchelo, viola o contrabajo de todas las academias de Bucaramanga y programas universitarios pudieran compartir sus aprendizajes con el público amante de este arte.
Dos décadas después, con el mismo entusiasmo de esta maestra nacida en Severodonetsk, quien se encarga de toda su logística, celebró sus 20 años con una programación que se extendió desde el viernes 25 hasta el domingo 27 de julio, con talleres de instrumentos y de orquesta, así como dos conciertos, uno para la apertura y otro de solistas.
Curiosamente, en esta edición, al igual que en la del 2005, interpretaron juntos los hermanos Julián y Juan Diego Rey Peñaranda, graduados del programa en 2017 y 2023, respectivamente.

«Participar de esta edición me llena de nostalgia porque es el sentimiento de volver a casa. Hace 20 años me enfrenté por primera vez a un público con mi violín, con amigos que hasta hoy seguimos haciendo música juntos y tuve la oportunidad de volverme a encontrar con ellos. La UNAB fue la primera casa en la que toqué en una orquesta de cuerdas y siento que me invaden recuerdos bonitos, con gratituda la Universidad y a la maestra Iryna porque aún tengo la oportunidad de seguir aprendiendo de ella», detalló Julián Andrés Rey Peñaranda.
“Quiero dar inicio a este nuevo Festival de Arcos de la UNAB con mi total gratitud y admiración para los hermanos Rey Peñaranda, porque recuerdo la primera versión que hicimos y ellos, muy niños, vinieron a tocar acá. Es el reflejo del trabajo que hemos hecho durante estos 20 años”, contó con emoción la maestra en la apertura, realizada en el Auditorio Jesús Alberto Rey Mariño del campus El Jardín.

Así fue el Festival de Arcos UNAB 2025
Las jornadas del Festival de Arcos se extendieron el fin de semana con la realización de los talleres de ensamble musical, el concierto de orquestas infantiles y juveniles locales, y su concierto de clausura.


“El festival se ha convertido en un evento importante a nivel nacional porque hemos recibido estudiantes de colegios y academias musicales de varias ciudades del país donde se resalta también el trabajo en las regiones de Santander como Socorro, San Gil o Barrancabermeja. Es una alegría para mí seguir trabajando en generar más espacios porque he recibido todo el apoyo de la UNAB en cada una de las ediciones”, añadió la música.
Precisamente, oriundas de Barrancabermeja, María José Anaya Ávila y su madre Aury Ávila García, empezaron a asistir desde el año pasado al Festival de Arcos de la UNAB. En esta edición, explicaron que hacer parte de este proyecto significa una gran experiencia de crecimiento para su hogar.
“Estamos felices de ser parte de este proyecto que realiza la UNAB porque hace parte del sueño de mi hija de ser música. Acá ella puede experimentar su potencial porque lleva ocho años de formación y es lindo recordar a su papá quien fue la persona que le infundió el amor por el violín”, explicó la mamá de la estudiante.

La UNAB, a través de su programa de Música, el Proyecto Sinfónico y los festivales de arcos y vientos, impacta anualmente alrededor de 500 jóvenes de colegios de Colombia y jóvenes universitarios, con el fin de formar profesionales que contribuyan positivamente a sus regiones.
“Para nuestro programa y sus diferentes proyectos musicales estos eventos significan darle una cara cultural a la UNAB. Venimos trabajando anualmente con el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, además del ejercicio que hacemos la Feria del Libro de Bucaramanga y UNAB Cultural, para seguir afianzando más estudiantes”, afirmó Mabel Rocio Castellanos Garcia, coordinadora del Proyecto Sinfónico UNAB.

