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Historia en miniatura recuperada con las manos

Jul 1, 2005 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Fercuna es su seudónimo, es promotora cultural, casada y madre de cinco hijos. Es Elvira Núñez de Trujillo, una pamplonesa que desde niña conjugó su vida con las manualidades. “Tenía más muñecas que libros en el pupitre”, escribe en su biografía.

Años después, por esas cuestiones del destino, conoció al cómplice de su labor y segundo esposo: el artesano Jorge Martínez. Juntos formaron en 1959 una microempresa de muñequería típica cuyos productos se exportaron a Francia, Inglaterra y España.

Ese fue el inicio de esta pareja, ambos actualmente con 82 años, en la fabricación de muñecos y muñecas de diferentes tamaños, en especial pequeñas, y con los trajes típicos de las regiones de Colombia. Desde entonces han participado en muchas cosas, desde la elaboración de 10 mil muñecas -cuando vino el Papa Juan Pablo II- hasta concursos y exposiciones de pesebres en centros culturales.

Hoy tienen más que eso: los indígenas Bari, el viejo pueblo de Cúcuta, el primer lugar del país donde se cultivó el café con fines comerciales, la Batalla de la Loma de Bolívar y el Templo del Congreso son algunos de los protagonistas de las 13 maquetas que componen el Museo Francisco de Paula Santander, elaborado por ellos en homenaje al prócer cucuteño.

Este museo en miniatura, hecho a mano con arcilla, yeso, cerámica, madera, hojas y fibra, lo hicieron durante ocho años (1980-1988). Jorge explica que “todo fue estudiado” pues para hacer las maquetas tuvieron que documentarse y hablar con historiadores.

El pequeño museo fue declarado bien de interés cultural, lo que para Elvira es “el renacer no sólo del Gran Santander, sino de la historia de Colombia”. Todo el mes de julio estará expuesto en la Casa de Santander, en Bogotá.

Ivonne Rodríguez

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