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¡Juguemos Ba-Tanda!

May 31, 2024 | Ingeniería e innovación

¿Ha soñado con ser un poderoso cacique guane? ¿Daría lo que fuera por probar un plato de mute con yuca al horno y arroz blanco? ¿Viajaría por cielo, mar y tierra para devorar un sancocho de chorotas o una sopa de ruyas? ¿Se ha preguntado qué pájaro es ese que canta tan bello? ¿Tiene invitados y quiere recorrer con ellos los caminos de piedra? ¿Le han hablado de la ceiba barrigona (Cavanillesia chicamochae) pero no la identifica? ¿Desconoce las raíces y tradiciones de quienes habitan en el Cañón del Chicamocha?

De haber tenido al menos cuatro respuestas afirmativas entonces váyase preparando para jugar Ba-Tanda, un chispazo de Julianny Katherine Núñez Vásquez, coordinadora técnica de “Entre los Alpes y los Andes”, un proyecto que ha sido posible desde el año 2018 gracias a la integración de esfuerzos de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), el municipio de Crolles, la ONG Tétraktys y la Universidad UNAB, con el cual se han visto beneficiados los municipios de Aratoca, Barichara, Capitanejo, Cepitá, Curití, Jordán, Los Santos, Molagavita, Villanueva y Zapatoca.

Julianny Katherine Núñez Vásquez, coordinadora técnica de “Entre los Alpes y los Andes”. / Foto Pastor Virviescas Gómez
Ba-Tanda, el juego creado por Julianny Katherine Núñez Vásquez. / Foto Pastor Virviescas Gómez

Pudo ser “Pingo” o “Vamos a jugar, mano”, pero esta sangileña –graduada del programa de Administración Turística y Hotelera– y sus colegas se inclinaron por Ba-Tanda, que según su explicación se deriva de ser merecedor (ba en guane) y de duelo (tanda), argumentando que “todos somos merecedores de conocer nuestro territorio”. Un juego de palabras que invita a los participantes a demostrar que dominan el patrimonio cultural y natural de la región y por lo tanto pueden ganarse el título honorífico de cacique del Cañón del Chicamocha, dados sus saberes en temas de fauna, vegetación, gastronomía, caminos y artesanías.

¿Qué compone el juego Ba-Tanda?

Experto en animales (Montes truculente, en latín), conocedor de la comida típica (Coctionex traditionis), experto en vegetación y sus beneficios medicinales (Herbarius colecter), autoridad en artesanías y oficios (Artificex antiquarum), experto en aves e imitador de sus cantos (Avis vigilantus) y explorador de los caminos ancestrales con sus historias y leyendas (Custodis trashumante) son seis de las 150 cartas verdes, amarillas, moradas y azules de esta baraja que viene empacada en una llamativa caja de madera, al estilo de los bocadillos veleños.

Cada lámina incluye puntaje, descripción, datos curiosos, más las categorías (poderes) de abundancia, peligro de extinción o pérdida del saber, sirviendo de comodines las estampas de los municipios para remplazar cualquier carta de experticia. Además, hay tarjetas que indican que se debe ceder el turno o trocar las cartas con el vecino, aunque también se pueden retar por parejas o equipos formulando preguntas y esperando respuestas satisfactorias.

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“Ba-Tanda también es importante para poderle transmitir información veraz a los visitantes nacionales y de otras latitudes”, explicó Julianny Katherine, quien deliberadamente no incluyó los avestruces que algún ocurrente encerró en el Parque Nacional del Chicamocha (Panachi), ignorando que estas aves son de África y no de estas breñas santandereanas.

Ba-Tanda se deriva de ser merecedor (ba en guane) y de duelo (tanda). / Foto Pastor Virviescas Gómez.

Los integrantes de “Entre los Alpes y los Andes”, dirigidos por el profesor Juan Carlos Rodríguez Marín, en sus múltiples viajes por carreteras y trochas ya han entregado ejemplares de Ba-Tanda tanto en las bibliotecas y casas de la cultura como en los principales colegios de primaria y bachillerato de los diez municipios que hacen parte del proyecto, con la aspiración de que se interesen en esta fase experimental y lo repliquen, para que en esa medida más jóvenes pero también más guías, restaurantes, hoteleros, agencias y turistas se motiven a adquirirlo.

Además, sus responsables han realizado dos herramientas pedagógicas: una exposición fotográfica itinerante de 14 pendones y tres videos de una serie animada sobre el Cañón del Chicamocha disponible en Youtube, todo ello con el propósito de que niños y adultos se apropien de colibríes, ñeques, hormigas culonas, guacharacas, orquídeas, sombreros, mochilas y manjares como la pepitoria, la carne oreada o el cabrito que hacen tan singular y llamativa a esta región con las imágenes captadas por Adrián Peña, Luz Andina Films y el propio equipo de “Entre los Alpes y los Andes”. Así que: ¡A jugar Ba-Tanda!

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