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La salud se alió con la tecnología

Oct 1, 2006 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Viviana Vega y Solanye Baños
vvega@unab.edu.co

Bogotá, Cali y Medellín son las ciudades más reconocidas en el país por el desarrollo e implementación de tratamientos y cirugías que mejoran la calidad de vida de los colombianos.

Sin embargo, Bucaramanga no se ha quedado atrás y se ha fortalecido en varios campos de la medicina, destacándose incluso en el ámbito internacional.

La Fundación Cardiovascular de Colombia y la Fundación Oftalmológica de Santander Carlos Ardila Lülle (Foscal)  son los dos centros médicos más consultados por propios y extraños, en busca de la mejor opción para curar dolencias mínimas o que requieran un proceso complicado.

La Fundación Cardiovascular de Colombia, FCV, lleva 20 años comprometida con los corazones de los colombianos. Ésta es la institución del sector con el mayor número de reconocimientos:

obtuvo la acreditación en salud en febrero de 2005 y el Premio Colombiano a la Calidad de la Gestión en el 2003, siendo la segunda empresa santandereana (la primera fue el ICP) en obtener tal distinción.

Dentro de sus logros está la realización de seis transplantes de corazón, en menos de dos años. Entre ellos, se destaca el practicado a una niña de ocho años, quien es la persona más joven en ser transplantada en Colombia.

“Se está generando un proyecto llamado ‘Centro Internacional de Trasplantes’, porque a pesar de la escasa cultura de donación de órganos en el país, la institución ha alcanzado un lugar de privilegio en este campo y queremos construir un lugar adecuado para realizar con mayor frecuencia y a mayor escala todo tipo de trasplantes”, asegura Víctor Castillo Mantilla, director ejecutivo de la FCV.

Su calidad traspasa las fronteras. Un ejemplo de ello son las jornadas “Corazón a Corazón”, en las que niños enfermos que no tienen seguridad social, han accedido a consultas especializadas, exámenes diagnósticos y cirugías gratuitas en sitios remotos del país.

Cerca de 3.500 menores se han beneficiado con el programa. Del mismo modo, se ofrecen en el exterior planes o paquetes de salud cardiovascular, cirugía plástica y estética, neurocirugía y ortopedia.

Precisamente por la imagen que proyecta y porque los costos son menores que en otros países donde los sistemas de salud resultan ser lentos, los extranjeros acuden a ella, afanosos por encontrar una solución a sus problemas de salud.

Ese es el caso de Ilvia Pérez, una panameña que llegó a la ciudad con su hijo Marco, de 14 años. Él ha sido operado dos veces en su país natal, sin resultados favorables.

 “En Panamá no podían hacer nada más y el Instituto del Seguro Social nos mandó aquí”, expone su madre.

Desde el 13 de septiembre se encuentran en Bucaramanga y se hospedan en un lugar acondicionado por la clínica para casos como éste.

Asegura que la han tratado bien y espera que el viaje no haya sido en vano. Sin embargo, está segura de que la calidad de la empresa se verá reflejada en la salud de su hijo.

Ojos y algo más

Bucaramanga ha logrado posicionarse en la atención de problemas oftalmológicos y sus tratamientos son recomendados por médicos de otras regiones del país e incluso del exterior, especialmente en el caso de la Fundación Oftalmológica-Centro Médico Carlos Ardila Lülle (Foscal).

Ésta es reconocida por sus tratamientos relacionados con la vista y por poseer la infraestructura adecuada para realizar cirugías de ese tipo.

En la actualidad cuenta con seis salas dotadas con avanzada tecnología para realizar intervenciones para la corrección de problemas visuales.

Sin embargo, no sólo por ello se destaca: también por su atención, cobertura en salud y, fundamentalmente, por su innovación en otros campos, como en el del tratamiento contra el cáncer.

El Centro de Cáncer y Enfermedades Hematológicas Virgilio Galvis Ramírez, perteneciente a la clínica, ofrece el más sofisticado acelerador lineal de última generación en el mundo, según lo señalara la Oficina de Comunicaciones de la Foscal, en un comunicado.

Este es un equipo que promete revolucionar el tratamiento de esta enfermedad, cada vez más común en nuestro medio.

Esta máquina genera radiación de manera artificial, sin necesidad de una fuente irradiante en su interior, con lo que se aumenta la precisión del tratamiento, lo que lleva a una mejor curación y evita que se afecten órganos vecinos.

La Ardila Lülle ofrece además atención en todo lo relacionado con esta enfermedad, aunque la cirugía sigue siendo la terapia predilecta: el 60% de los pacientes se someten a ella. La quimioterapia es otra opción que busca matar las células cancerosas mediante medicamentos muy fuertes.

Además de atender a los pacientes, la institución asesora a sus familiares sobre los cuidados respectivos, en la búsqueda por mejorar la calidad de vida, tanto del que padece la enfermedad como del que la vive a su lado.

Muy pocos podrían pensar que en Santander existe una organización de la salud que va a la par de muchos centros médicos europeos y norteamericanos, pero la Foscal, al tener características únicas en Latinoamérica, reconocidas por las certificaciones de calidad otorgadas por organismos nacionales e internacionales de control de salud, se ha posicionado como epicentro en estas áreas, para beneficio de los bumangueses.

“La Ciudad Bonita”, pionera en cirugías maxilofaciales

Luego de realizar una capacitación en Estados Unidos, cirujanos de la ciudad se convirtieron en los primeros médicos en Colombia en practicar cirugías maxilofaciales con boca abierta, algo innovador en el país, debido a que anteriormente una persona que se sometía a este tipo de cirugías mantenía su boca cerrada durante dos meses, razón por la cual el número de pacientes era reducido.

“Actualmente somos líderes en implantes de recuperación de dientes. Sólo en Colombia hay cuatro profesionales que cuentan con un programa para la colocación de esos implantes. 

Por eso creo que somos emprendedores en este campo ya que nos interesamos por adquirir recursos tecnológicos de punta que facilitan los procedimientos y la recuperación de los pacientes”, afirma Ricardo Morales, especialista maxilofacial del Centro Médico Carlos Ardila Lülle.

En el último año en Bucaramanga ha aumentado en un 20% el número de pacientes que busca mejorar sus problemas maxilofaciales y de apariencia física.

Según Morales, esto se debe al reconocimiento que han obtenido los cirujanos locales a nivel nacional, a los precios que son un 25% menos que en el resto del país y a programas como Cambio Extremo que “han hecho que las personas quieran transformar sus rostros”.

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