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Las universidades no pueden ser islas

Sep 24, 2012 | Institucional

Por Ricardo Jaramillo P.
Los estudiantes universitarios del país manifestaron su intención de hacer sentir su voz en la concepción y formulación de una nueva Ley de Educación Superior.

Así lo manifestó Élber Giovanni Páez Archila, presidente de la Federación Nacional de Representantes Estudiantiles de Educación Superior (Fenares), durante la mesa regional de trabajo efectuada en la UNAB el miércoles 12 de septiembre.

Fenares congrega a aproximadamente 150 representantes estudiantiles ante Consejos Superiores, directivos y académicos de las universidades públicas y privadas del país. Según Páez Archila, el propósito de las mesas regionales es dar a conocer las propuestas del gremio con miras a una reforma a la Ley 30 de 1992 o de Educación Superior, luego de que en noviembre del año pasado el Gobierno Nacional retirara del Congreso de la República el proyecto de reforma, situación motivada principalmente por las propuestas de estudiantes en todo el país.

Según el dirigente estudiantil la nueva Ley debe centrarse en cuatro aspectos básicos: financiación, autonomía y gobierno, calidad de la educación y bienestar universitario.

 

Los académicos le atribuyen a la Ley 30 éxitos como el aumento de la cobertura al 35,5% (1,5 millones de estudiantes), fortaleza en posgrados en el país y la transformación del Icfes y el Icetex, ¿entonces por qué reformarla?

Si bien es cierto que se han tenido algunos avances en el tema de la educación superior en Colombia lo claro es que esos avances han sido a costa de la mala financiación que se les ha entregado a las universidades públicas, lo cual genera un aumento de cobertura pero no un incremento en los recursos, lo cual conlleva a que las universidades empiecen a buscar formas de financiación externas, olvidándose de su quehacer misional y esto por lo general termina socavando la calidad académica.

En el caso de las privadas el aumento de la cobertura les ha significado un crecimiento con base en las matrículas y la financiación que se hace a través del Icetex, pero las familias se han visto afectadas porque no hay un control estricto acerca de los aumentos que hay en los costos de las matrículas anualmente. Puede haber ciertos avances, pero necesitamos sentarnos a hacer una revisión concreta de unos puntos fundamentales para que se vaya avanzando en la misma medida: respondiendo las necesidades de la sociedad, pero también hacerlo con criterios de calidad.

En lo referente al Icfes creo que es una institución a la que le quitaron su aspecto misional fundamental que era el fomento a la educación superior y ahora simplemente es un ente que maneja los exámenes Saber 11 y Saber Pro; en el tema del Icetex hasta hace poco se tuvo un avance significativo al bajar las tasas de interés a cero, pero en lo relacionado con el endeudamiento hacia futuro habría que hacer unas revisiones porque el Estado no puede simplemente apoyar a la educación superior a través de créditos, sino debe buscar formas más accesibles de fortalecer el subsidio a la demanda.

 

Los contradictores de la reforma que se cayó argumentaban que la relación universidad-empresa-Estado que proponía le apuntaba a la privatización de las universidades públicas y a la creación de entidades con ánimo de lucro; según Fenares, ¿cómo debe ser esa relación?

Debe existir, lo que pasa es que no se ha consolidado en el pa&

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