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Niños que reciben afecto afrontan mejor los retos

Jun 15, 2005 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Mary Correa Jaramillo
msocorro@unab.edu.co
Psiquiatras, psicopedagogos y psicólogos coinciden en que el cariño que reciben los niños desde sus primeros años y, aún antes de nacer, es fundamental para la formación de hombres y mujeres seguros de sí mismos, capaces de luchar contra las dificultades diarias y logran un aprendizaje más rápido y con mejores resultados.

Durante el Segundo Encuentro de Educación Preescolar, a comienzos de junio en la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), el tema del incentivo al afecto, el manejo del juego como forma de desarrollar pensamiento crítico y la necesidad de que los maestros de los primeros años reciban una preparación de calidad para responder a las necesidades de la compleja vivencia que afrontan los pequeños, hicieron parte de las conferencias.

Tres expertos de Chile, Colombia y México participaron en estos debates y con ellos conversó 15 para conocer los cambios educativos en los que debe trabajar el país.

Maestros deben ser mediadores de ternura
Silvia López de Maturana, doctora en Pedagogía de la Universidad de Chile dice que no hay recetas para la educación de los niños, pero si existe un elemento fundamental que es el afecto: “El ser humano necesita formarse en un ambiente cálido, rodeado por ternura y con valores”.

La psicopedagoga recomendó a los maestros de preescolar y jardines infantiles tratar con mucho cariño a los pequeños para que ellos se sientan seguros y aprendan más fácil. “Hay niños y niñas que llegan tan maltratados de sus hogares, que requieren una dosis mayor de estímulos por parte de su maestro para que puedan recuperar la autoestima y vencer sus temores ante el fracaso”, explica la doctora López de Maturana.

En su concepto, los maestros son responsables de que sus estudiantes consigan una mayor calidad en valores y por eso el sistema educativo debe estimular el aprendizaje de calidad y los cambios en la conducta de los docentes, a fin de que estos aprendan a abrirse más a la lúdica del juego, se acerquen a la vida de los pequeños y sepan respetar y comprender las diferencias que cada alumno tiene en su proceso de aprendizaje.

Luego de su recorrido por varios países de Latinoamérica, la psicopedagoga chilena reconoce que a los maestros les falta capacitación en el manejo del juego y del afecto, que les permita mediar con ternura en conflictos en que los niños resultan ser las víctimas.

En el embarazo hay quedar cariño al bebé
La falta de afecto, la negación del alimento y la desatención que recibe un bebé en el vientre de su madre, por parte de ella misma o de su padre y el entorno, son factores que inciden para que cuando nazca, ese hombre o mujer crezca con temores, baja autoestima, dificultades al tomar decisiones y pueda llegar incluso a inclinarse por la violencia para resolver conflictos.

La psiquiatra Isabel Cuadros Ferré, una de las directoras de la Fundación Afecto de Bogotá, reveló que de acuerdo con estudios realizados por varias entidades dedicadas al cuidado de bebés y madres gestantes, el 50% de los niños que nacen cada año en Colombia, desde hace unos 5 años, no son deseados por sus padres y llegan al mundo con una pérdida emocional que repercute en su autoestima.

Esta psiquiatra dice que un país en el que los niños se sienten rechazados por su familia y su entorno no puede esperar tener índices de desarrollo intelectual elevados. “Los niños a veces resultan ser grandes desplazados porque nadie quiere saber de ellos”, indica la psiquiatra Cuadros Ferré y recomienda que tanto padres como maestros revisen sus relaciones con los pequeños porque los estímulos de afecto que ellos les prodigan, les ayudan a construir la autoestima y favorecen el desarrollo intelectual y emocional.

En Colombia, cada año 14 mil niños son abusados sexualmente, otros 10.000 reciben maltrato físico y, tan sólo en Bogotá, unos 300 menores de 15 años intentan quitarse la vida, según estadísticas de Bienestar Familiar. Por eso Isabel Cuadros sugiere que el país tenga políticas públicas para el manejo de problemas de la violencia intrafamiliar porque “este país necesita que llegue el día en que ya no existan los 62.000 casos denunciados en promedio cada año sobre maltrato en las familias”.

Los niños tienen derecho a maravillarse
Si algo caracteriza a un niño que se siente seguro y rodeado de afecto es que formula constantemente preguntas, se maravilla ante lo que le rodea, sabe recrearse y se siente capaz de resolver las pequeñas dificultades. Un niño inseguro, en cambio, prefiere guardarse sus dudas, oculta su capacidad de asombro y comienza a evidenciar problemas para solucionar situaciones del día a día. Por eso es importante la capacidad de padres y maestros para dar afecto e incentivar la curiosidad en los pequeños, sostiene Pablo Flores del Rosario, doctor en Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Este investigador de la conducta infantil afirma que “los niños, por las preguntas y por la forma cómo se maravillan del mundo, son filósofos naturales. Lo que le toca a padres y maestros es hacer conscientes esas habilidades”.

Flores del Rosario recomienda que a los niños que están en el proceso de aprendizaje no se les ‘atiborre’ de conocimientos, sino que se les permita combinar el juego con la curiosidad por el mundo que les rodea, además de que se les estimule a desarrollar el afecto con sus compañeros, padres y maestros y éste será el mejor modo de lograr en ellos un pensamiento crítico.

“Si se le exige mucho al niño en el manejo de conocimientos y se dejan de lado los otros aspectos importantes para su formación, tendremos personas más memorísticas y menos analíticas, seres sumisos que siguen unos lineamientos predeterminados, pero que poco se esfuerzan en pensar por sí mismos”, aclara Flores del Rosario.

La TV, maestra equivocada
El mundo que muestra la televisión colombiana, cargado de violencia y temáticas para adultos, se convirtió en la única opción de aprendizaje para 7 millones de niños en Colombia que hoy no pueden ir a la escuela por falta de dinero, porque viven lejos de los centros educativos o debido a que sus escuelas permanecen vacías pues la violencia hizo ir a los maestros que los orientaban.

Un estudio de Unicef y la Fundación Imaginario señala que en campos y zonas periféricas de las ciudades los niños tienen en la televisión una maestra, con enseñanzas a veces adecuadas pero en la mayoría de los casos incorrectas porque las temáticas son para adultos.

Esa realidad debe preocupar a productores, realizadores, educadores, padres de familia y al propio Estado, dice Fernando Parada, miembro de la Fundación Imaginario y uno de los promotores del Compromiso Nacional por una Televisión de Calidad para la Infancia en Colombia, que surgió tras la Cuarta Cumbre Mundial de Medios de Comunicación para la Infancia, realizada en Brasil en 2003.

En Colombia se han efectuado reuniones de análisis en Bogotá, Medellín y Cali. En Bucaramanga se reunieron 20 representantes de medios de comunicación y docentes de las facultades de Comunicación Social, Producción en Artes Audiovisuales y Educación de la UNAB para conocer el documento de compromiso por una televisión infantil de claridad.
La idea es continuar trabajando en concentrar esfuerzos para conseguir cambios y vincular a más personas a este empeño. Entre los primeros acuerdos está el de revaluar las franjas infantiles de programación y producir programas de corte familiar que entretengan pero que lleven mensajes claros y formativos.

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