Seleccionar página

“Se han dejado en el olvido las costumbres y recetas de nuestros ancestros”

Oct 21, 2020 | Institucional

En esta nueva edición del boletín Generaciones UNAB destacamos la labor realizada por Florisalba Mosquera Díaz, graduada de la Tecnología en Gestión Gastronómica de nuestra Universidad.

Mosquera Díaz nació en un pequeño pueblo del Chocó, llamado Andagoya, es portadora de tradición de la gastronomía del Pacífico y ha dedicado su vida a rescatar los valores ancestrales de nuestra cultura gastronómica.

Además, es coordinadora del programa Cocina para Todos, un proyecto social que capacita jóvenes en riesgo social, de estratos uno y dos, como técnicos auxiliares en cocina.

Háblanos de tu experiencia profesional

Como profesional de cocina mis primeros momentos laborares fueron en un restaurante japonés, donde laboré por 10 años junto con profesionales con gran conocimiento en cocina japonesa. Luego trabajé como chef asesor para diferentes marcas de productos como: Pietrán, Zenú, Rica Rondo, entre otras, donde me desplazaba por todos los almacenes de Cali brindando alternativas de preparación de sus productos.

Después hice parte del área de formación en la Corporación Universal de los Andes ejerciendo como docente en las diferentes áreas de cocina. En 2009 inicié labores con el Centro de Capacitación Don Bosco en los diferentes convenios existentes (Sena, I.C.B.F, Usaid, Addivoca, Alcaldía y Fundación Gases de Occidente).

Desde 2015 me desempeño como Coordinadora del programa de Cocina para Todos en alianza con la Fundación Gases de Occidente.

¿Por qué es importante mantener viva la cocina tradicional colombiana?

Porque a través del tiempo se han dejado en el olvido las costumbres y recetas de nuestros ancestros, ya que nos han mostrado mucha cocina de otros lugares, obligándonos a dejar en el olvido nuestras raíces y perdiendo nuestra tradición.

¿Qué es lo que más te gusta de la cocina tradicional y qué la hace única?

Poder expresar a través de diferentes escenarios la cultura, sabor, color y sazón; que se pueden manifestar a través de la música, la poesía y el canto.  

La hace única la mano de las cocineras tradicional, nuestra salsa madre con las hierbas de azotea, el amor y la pasión que le ponen cada uno de los cocinero y la frescura de nuestros ingredientes hacen única a nuestra cocina.

¿Cómo podemos impulsar o animar a los jóvenes para que rescaten y mantengan viva la cocina tradicional de nuestro país?

Permitir que los jóvenes participen en diferentes escenarios con personas portadoras de tradición. Realizar trabajos de investigación, charlas, eventos gastronómicos y trabajo en equipo.

También es importante que las instituciones de cocina tengan un espacio en sus programas académico de cocina tradicional y ancestral, y que sean ellas las que transmitan en su formación la tradición, esto permite que los estudiantes se enamoren.     

 ¿Cómo influyo la formación de la UNAB en la labor que realizas?

Me permitió adquirir instrumentos de formación para continuar con calidad técnica en el área de cocina. Así como poder replicarla a los jóvenes y que ellos identifiquen la diversidad de la gastronomía. 

En lo social lideras el programa Cocina para Todos ¿cómo ha sido tu experiencia con los jóvenes vulnerables de la ciudad de Cali?

Desde el programa Cocina para Todos hemos rescatado y construido alianzas estratégicas que nos han permitido rescatar vida a través de la gastronomía, para que los jóvenes puedan salir del entorno que habitan y se preparen de manera técnica, adquiriendo habilidades de actitud y aptitud en la cocina y así poder incursionar en el mundo laboral.

Ir al contenido