Seleccionar página

Se lo propusieron y triunfaron

Abr 21, 2008 | Institucional

Por Pastor Virviescas Gómez

El presidente de Postobón y cabeza de más de 12.000 empleados en todo el país, Héctor Fernando García Ardila, se recibió el pasado viernes 4 de abril como Contador Público en el Auditorio Mayor de la UNAB.

Como uno más de los 143 graduandos, García Ardila asistió al desayuno que los directivos encabezados por el rector Alberto Montoya Puyana les brindaron en el Centro de Servicios Universitarios, CSU, y luego -acompañado por su esposa y sus dos hermanas- esperó pacientemente que su nombre fuera pronunciado por el maestro de ceremonias, Guillermo León Aguilar, para subir y reclamar el diploma que lo acredita como uno de los seis primeros profesionales que en la historia de la educación superior nacional se gradúan bajo la modalidad virtual.

Sentado en la cuarta fila, no pudo ocultar su satisfacción cuando fue llamado a recibir la distinción Cum Laude, merced a su promedio acumulado de 4,38. En ese instante se abrazó con su amigo Juan Carlos Galeano Muñoz -quien por su promedio de 4,56 obtuvo distinción Magna Cum Laude- y dirigió unas palabras cargadas de emoción.

El día anterior había estado en el departamento del Cesar, revisando in situ la operación de dos plantas embotelladoras, y subió al estrado con la misma energía de un joven de 20 años. García Ardila, de 54, es además economista con posgrado en Alta Gerencia y maestría en Finanzas.

Empezó hablando de deber, honor y privilegio, ¿vocablos que en este día especial se conjugan ahora que esta primera y pionera promoción del programa virtual de Contaduría Pública de nuestra querida UNAB, concluye sus cinco años de intenso y fructífero ciclo pedagógico¿.

Deber, explicó, ¿porque resulta justo y necesario expresar el más sincero mensaje de gratitud a toda esta ejemplar comunidad universitaria, directivos, docentes, funcionarios, alumnos y egresados, todos parte fundamental de la gran familia UNAB, quienes con enriquecedor y mutuo aprendizaje, tuvieron la visión pionera en el país, de hacer de la virtualidad un insumo activo y preciado para la difusión de la Educación Superior¿.

Honor, dijo, ¿porque el reto de asumir las nuevas tecnologías como parte del crecimiento intelectual del hombre y del ciudadano, pone a nuestra UNAB a la altura de los grandes centros educativos en Colombia y fuera de ella. Aquí se compartió, se trabajó, se interactuó, se confió ciento por ciento en la responsabilidad individual, se exigió con rigor y calidad, y se constituyó a través del ciberespacio toda la confraternidad educativa y docente que nos animó sin desmayo¿.

Y privilegio, afirmó, porque como primera promoción ¿llevaremos por siempre en nuestro cotidiano ejercicio profesional la huella de compromiso y proyección de servicio que caracteriza al egresado UNAB. Ni los agobios laborales propios de cada quien, ni las diversas circunstancias que confluyen cuando un programa no presencial se está implementando por primera vez, fueron óbice para ¿construir¿ literalmente esta experiencia con que hoy contamos y que nos permite acercarnos con gran respeto a las ciencias contables, pilar fundamental del conocimiento financiero, económico, inversionista, sustrato empresarial, garante de transparencia y equidad¿.

García Ardila, quien como sus compañeros comprendió desde un primer momento el significado de la palabra responsabilidad, incluso sacrificando momentos de alegría con sus familias por estar leyendo un documento o enviando un trabajo a medianoche, vaticinó ¿muchos éxitos a una forma novedosa, práctica y actual de expandir instrucción y pedagogía¿.

Su mensaje final fue claro: ¿no ha sido necesario ver para creer en nuestra apuesta contemporánea por la virtualidad y la conectividad como herramientas indispensables de la enseñanza actual. Todo lo contrario; hemos creído y por lo tanto, hemos visto¿.

¿Hemos creído, siempre en la UNAB, en su pujanza, en su sentido de innovación, en calidad, en su pertinencia y lo que hemos visto, como resultado ahora y siempre, son y serán, presentes y futuros profesionales de óptimas condiciones humanas y formativas al servicio de Colombia y de los más altos ideales de convivencia, productividad y cohesión social de nuestra patria¿, apostilló el presidente de la principal empresa productora de bebidas gaseosas y aguas el país, quien desde ahora lucirá con orgullo en la solapa de su saco el escudo de la UNAB.

 Una ilusión cumplida

Juan Carlos Galeano Muñoz, ingeniero de sistemas, magíster en Administración de Empresas y alto funcionario de la Universidad del Norte, con sede en Barranquilla (Atlántico), fue otro de los graduandos destacados.

En su discurso, manifestó que el deseo de seguir aprendiendo lo llevó a invertir buena parte de los últimos cinco años en el programa de Contaduría Virtual de la UNAB y enfatizó que no hay limitantes cuando se quiere continuar estudiando.

¿Nunca me conformé con cumplir, sino que siempre traté de hacer las cosas de forma excelente¿ El ejemplo es lo mejor que puedes dar, y qué mejor ejemplo que ser excelente en lo que haces; si lo logras entenderás y encontrarás la felicidad en lo que haces¿, señaló.

Ir al contenido