En el año 2004 la UNAB le había conferido el Doctorado Honoris Causa en Música.
Al sepelio llevado a cabo en su natal Zapatoca (Santander), asistieron el vicepresidente de la Junta Directiva de la UNAB, Alfonso Gómez Gómez, y el Coro UNAB, dirigido por su discípulo Rafael Suescún Mariño, quienes le brindaron un tributo al forjador de generaciones de coristas.