Por Mónica Camacho
mcamacho2@unab.edu.co
Una ciudad todavía pequeña y un país opacado por la violencia no es el principal destino de viaje que un turista quiere para sus vacaciones o para realizar cualquier tipo de actividad. Sin embargo, según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, desde mediados de 2006 y lo que va de 2007 han ingresado al país 89.805 extranjeros, de los cuales 933 han tenido como destino la ciudad de Bucaramanga, de la que dicen es la más “cordial de Colombia”.
Los turistas extranjeros gozan de la mezcla entre la variedad comercial y el ambiente de provincia que acoge a la ciudad, además de ser privilegiada, pues no presenta la congestión agobiante de los grandes centros urbanos del país.
Felipe Sarmiento, administrador y webmaster de la agencia de turismo Cantuhallpa Tierra Extrema, afirma que “Bucaramanga desde hace algunos años ha tenido un crecimiento importante en el sector del turismo y eso se puede ver por la entrada de turistas a Santander. Al ser San Gil y Barichara conocidos en el país y al estar relativamente cerca, muchos de los turistas aprovechan el paso para quedarse unos días y conocer lo que es Bucaramanga”.
Pero, ¿qué tiene Santander de llamativo para que se convierta en un punto de referencia en el mapa de los visitantes, si en Bucaramanga aún es incipiente la actividad turística?
Un viejo refrán dice: “el que pisa tierra santandereana es santandereano” o por lo menos así lo expresan algunos extranjeros con los que 15 conversó, que confiesan estar enamorados de la ciudad y su gente, que los acogió con cariño desde el primer día en que pisaron esta tierra.
A ritmo bumangués
Algunos de los extranjeros consultados, señalan que aunque se sienten santandereanos, no dudan en sacar pecho e izar su bandera cada vez que tienen la oportunidad. Sin embargo, pueden durar tardes enteras compartiendo sus experiencias, hablando de la vida y de lo hermoso que es Colombia, además de la calidez de su gente, que no dudan en relacionar con el clima característico de la zona.
De acuerdo con datos del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, a Bucaramanga llegan alemanes, españoles, italianos, venezolanos, ecuatorianos, argentinos, chilenos, costarricenses y, en menor número, pero también visitan la ciudad, estadounidenses, japoneses, coreanos y chinos.
En 2006, por ejemplo, alrededor de 500 extranjeros llegaron a la región por asunto de negocios y algunos, todavía continúan aquí, porque desarrollan algún trabajo específico para el cual fueron contratados, señala el DAS.
Para los extranjeros más jóvenes como Daniel Gerhard, (un visitante de Nueva York), Bucaramanga es un sitio enigmático, pues cumple con las condiciones perfectas para gozar en pleno de la juventud. Sitios de rumba bacanos, comida deliciosa, la mayoría de cosas que se ajustan al bolsillo, así describen a la ciudad.
Aunque todavía no salen del asombro de ver cómo la gente se las rebusca en todo tipo trabajos, como por ejemplo, la venta de minutos que ya hace parte de la geografía colombiana, confiesan que ésta es una tierra de mujeres hermosas y que cualquiera puede enamorarse de una santandereana, “porque son echadas pa’lante.
Ronald Gutiérrez, quien es presidente de la colonia chilena en Bucaramanga, vive aquí hace 30 años y afirma que lo que más le gusta de los santandereanos es que “dicen las cosas de frente. El santandereano es sincero y esos detalles a uno lo atraen, los chilenos nos amañamos aquí. Temo irme a Chile porque ya estoy amañado en Bucaramanga. Si me voy a mi patria chica quedo dividido en dos, así que prefiero ser una sola persona y ya ser un bumangués completo”.
La colonia chilena que él dirige está conformada por cerca de 80 personas, quienes se reúnen habitualmente para realizar actividades que fortalezcan su identidad natal.
Este chileno pisó tierra colombiana, buceó por mar cartagenero y se quedó, pues recibió una buena oferta de trabajo, aunque éste no fue su único motivo, además se enamoró de una bumanguesa, quien lo trajo a vivir a esta tierra.
Música para todos los gustos
La mayoría de extranjeros que se queda en la ciudad habla español, pero no se acostumbran a reconocer el significado de algunas palabras y expresiones que hay en Santander y en general del territorio colombiano porque existen muchos modismos y palabras con doble significación.
Por su parte Brenda López, una mexicana que visita regularmente a su familia en Bucaramanga, no duda en afirmar que lo que más le llama la atención es el plato más representativo de la región, la hormiga culona, que constituyó el alimento del pueblo indígena Guane y que además son utilizadas como afrodisíaco. “No puedo dejar de comerlas”, afirma Brenda y dice que es difícil dejar la ciudad, pues se siente en casa.
Los visitantes, encantados con la ciudad y las costumbres aceptan que ya han cambiado algunos de sus gustos. Durante la pasada Feria del Libro de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Ulibro 2007, el grupo de argentinos que estuvieron en el IV Encuentro de Colonias Extranjeras, además de deleitarse con el tango interpretado por músicos de Bucaramanga, no dejaron de pedir los ritmos colombianos que enloquecen como la cumbia y el vallenato.
Ciudad de oportunidades
Mohamed Sati nativo del “Lebanon” (Líbano), como él mismo explica, reside en la ciudad desde hace 5 años y no duda en afirmar que “Bucaramanga es buen vividero y tiene buenas oportunidades de trabajo; acá reciben a los extranjeros como si fueran de esta tierra y el trabajo de uno es valorado. Además, es una ciudad tranquila y la gente es amable con nosotros. Por esto nos gusta responder de la misma forma, generando en nuestros almacenes empleo bien pago a las personas que lo necesitan”.
Everton Cardoso, un brasileño que estuvo en Bucaramanga realizando un intercambio estudiantil, afirma que lo que más le hace falta es el “desayuno de Chiflas y los cafés del parque Las Palmas” y añade que nunca va a borrar de su mente la hospitalidad de los santandereanos. Aunque está de nuevo en Brasil, dice que: “Colombia no es como la pintan”.
