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Abogada UNAB, doctora Cum Laude en Holanda

May 14, 2007 | Institucional

Por Pastor Virviescas Gómez

Irma Johanna Mosquera Valderrama se graduó como abogada en la UNAB en 1998, y a los pocos días se fue a Canadá a estudiar inglés y francés en la Universidad de McGill (Montreal); de allí pasó a Holanda para visitar a su novio, luego a España a realizar una maestría en Derecho Comparado de la Unión Europea en la Universidad Rey Juan Carlos y regresó a Holanda, país en el que hace un par de semanas concluyó su doctorado y fue reconocida con la distinción Cum Laude, que en la historia de su área en ese país europeo solamente se la han adjudicado a tres personas.

Con su tesis doctoral en Derecho Tributario, hoy convertida en un libro publicado por la Universidad de Groningen, Mosquera Valderrama está más que convencida que no se equivocó cuando al graduarse de bachiller en el Colegio Santa Teresita de Bucaramanga decidió venir a la UNAB a estudiar en la Facultad de Derecho.

De esa época recuerda con afecto a profesores como Mónica Cortés Falla, de quien fue su monitora en Derecho Romano, y quien le asesoró su tesis. También su recorrido matutino desde el barrio El Prado, con escala en la iglesia de San Pío a las 6 de la mañana, para orar y luego asistir a clase, y cómo llegaba a sentarse en primera fila a tomar apuntes y hacer sus aportes.

Irma Johanna, de 31 años, es hija de Rodrigo Mosquera y Aminta Valderrama, dos comerciantes que le enseñaron a esforzarse y nunca perder la sencillez. Cualidad que hoy conserva cuando en medio de risas relata la historia de su vida y saca del bolso el libro Leasing and legal culture. Towards consistent behaviour in tax treatment in civil law and common law jurisdictions, que al ponerlo en términos sencillos para quienes no entienden del tema o no han pasado del primer nivel de inglés, es el análisis de las regulaciones que en materia de leasing existen en Estados Unidos, Francia, Holanda y Colombia.

Y ese es precisamente el mérito de Mosquera Valderrama, que no se contentó con indagar los antecedentes de esta práctica que nació en los Estados Unidos de postrimerías de la Segunda Guerra Mundial -cuando no había recursos de financiación y debieron recurrir al arrendamiento de maquinaria, con la posibilidad de convertirse en dueños más adelante-, sino que comparó la implantación legal -transplante, dice ella- del leasing en los otros países.

¿Miré cuáles fueron las reglas del leasing que se dieron en Estados Unidos, Francia, Holanda y Colombia en el Derecho Privado, Derecho Contable, Derecho Tributario y Derecho Financiero, estudié la historia y expliqué por qué existen las diferencias. También analicé la cultura jurídica que hace que en cada país las normas evolucionen de una forma u otra, por lo que en Colombia, por ejemplo, lo que se hace es proteger a los bancos en materia de leasing, mientras que en  Holanda lo que se hizo fue observar las ventajas del leasing desde el punto de vista tributario¿, precisa.

Por esa razón los siete jurados que le calificaron su tesis doctoral, después de una defensa de 45 minutos y un debate de 15, decidieron quitarse la toga y otorgarle la distinción Cum Laude a esta joven bumanguesa que aparte de haberse ganado una beca Fullbright de seis meses de investigación en Estados Unidos, ya se desempeña como docente en la Universidad de Utrecht (Holanda) en las materias de Derecho Comparado Tributario y Derecho Tributario Holandés, y además es profesora invitada de las universidades Javeriana y Externado, en Bogotá.

Su sueño es profundizar en la docencia universitaria y convertirse en una ¿dura¿ asesora tributaria de una multinacional, campo en el que ya tiene experiencia en el grupo de servicios financieros de la Pricewaterhouse Coopers (donde labora en la actualidad) y con un bufete de abogados de Madrid (España). No descarta trabajar para el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo (Ocde) diseñando sistemas tributarios para los países o examinando la conducta de los mismos en materia tributaria, respectivamente.

Su mente está ocupada la mayor parte del tiempo en estudiar y hacer comparaciones entre el Derecho Romano-germánico y el Derecho Anglosajón, pero en el recorrido en automóvil de hora y media hasta su oficina no le baja el volumen a las canciones de Carlos Vives, así los policías de tránsito la miren con cierta curiosidad, en un país del que destaca la tolerancia y la libertad, así como que no valen los prejuicios sino el comportamiento como ciudadanos y su capacidad de trabajo.

El resto del día se lo dedica a su esposo Pim Bernhard Pouw, un ingeniero aeronáutico que se la pasa diseñando herramientas para construir aviones, cuando no pensando en las playas de la Isla Tortuga (Costa Rica), en donde conoció y se enamoró de Irma Johanna, a quien le enviaba cartas en inglés que le ayudaba a traducir Tricia Palomino, su compañera de salón en la UNAB.

Irma Johanna domina el inglés, el francés y el holandés, aún no se enreda con el castellano y tampoco deja de reírse. Por donde va dice con orgullo que es de una ciudad llamada Bu-ca-ra-man-ga y que estudió en la UNAB, así en ambos casos deba deletrear los nombres. Ni qué decir cuando se ve precisada a repetir sus apellidos.

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