Adolescentes que trabajan podrían sufrir trastornos mentales

Seg?n estudios realizados por el grupo de Neuropsiquiatr?a de la Universidad Aut?noma de Bucaramanga, Unab conformado por; el m?dico Germ?n Rueda, director del proyecto, ?lvaro Navarro, m?dico investigador, Mauricio Escobar, m?dico psiquiatra de ni?os y el m?dico Paul Camacho de la Fundaci?n Cardiovascular, los j?venes en Bucaramanga manifiestan una prevalencia alta de trastornos mentales.

Luego de un proceso de medici?n en los adolescentes de la ciudad el hallazgo fue inesperado, pero que correlacionado con la frecuencia de otros trastornos como la depresi?n "s? puede ser l?gico, porque definitivamente nuestro pa?s es uno de los que m?s prevalencia de trastornos mentales tiene en el mundo, en realidad somos el segundo, el primero es Estados Unidos", afirm? Rueda.

En t?rminos cl?nicos TOC, es un trastorno mental de ansiedad en el que las personas que lo padecen tienen pensamientos, temores o preocupaciones irracionales que tratan de superar mediante una actividad ritual. Las im?genes o los pensamientos perturbadores y frecuentes se denominan obsesiones y los rituales repetidos que se llevan a cabo para evitarlos o disiparlos se llaman compulsiones. Suele iniciarse en la adolescencia o principios de la edad adulta, no se descarta la posibilidad de que pueda comenzar en la infancia. La persona tiene pensamientos intrusivos que se repiten una y otra vez, entre los cuales hay temas m?s frecuentes por ejemplo, el del pensamiento que la gente se siente sucia, como otros de tipo sexual, violento, religioso, pero que no son de acuerdo al pensamiento del individuo, sino que ?l lo mira como pensamientos rid?culos o intrusos. Rueda se?al? "no se trata de que la persona piense una idea religiosa acorde a sus preceptos, sino por ejemplo pensar que su vida la rige el diablo, entonces obviamente eso va en contra de lo que piensa y lo pone intranquilo, nervioso, ese trastorno nosotros lo medimos entre los adolescentes de Bucaramanga".

La idea primero era saber cu?ntos adolescentes ten?an el trastorno obsesivo compulsivo, "supimos que el 7%, y fue mediante una entrevista cl?nica que les hac?a un psiquiatra el cual cog?a a cada adolescente, se guiaba por unas preguntas y as? hac?a el diagn?stico", dijo Navarro. Adicional a esto se determin? la frecuencia de la depresi?n, descubriendo que hab?a una asociaci?n, entre el trastorno obsesivo compulsivo y el hecho de que trabajaran, sin embargo no se pudo determinar qu? es primero. Otro hallazgo importante fue ratificar la comorbilidad dentro de los trastornos mentales, ya que s? es muy probable que las personas que tengan un trastorno mental posean otro a su vez, en este caso el trastorno obsesivo compulsivo se acompa?aba del trastorno depresivo mayor.

Rueda afirma que la importancia del hallazgo es que la asociaci?n entre el TOC y el hecho de trabajar no se hab?a documentado en todo el mundo, "la verdad nosotros nos sorprendimos porque nos parec?a hasta obvio, pues son personas sometidas a m?s estr?s por el trabajo, pero resulta que la mayor?a de estudios se hacen en pa?ses desarrollados, donde los ni?os y los adolescentes no trabajan".

El estudio se realiz? en el a?o 2005, a 390 estudiantes entre los 10 y 17 a?os de edad, matriculados en siete colegios entre p?blicos y privados de la ciudad de Bucaramanga. Ellos recibieron entrevista y fueron escogidos aleatoriamente, eran representativos de los adolescentes de los diferentes estratos. Se realizaron varios pasos en el estudio, "lo primero fue validar dos escalas de encuestas una para depresi?n y otra para obsesivo compulsivo, miramos la prevalencia, luego hicimos la confiabilidad de la entrevista", aclar? Navarro. Este ?ltimo es otro proceso t?cnico para saber si la entrevista que se estaba aplicando serv?a o no, para luego hacer el estudio de asociaciones.

"Lo que hicimos fue coger un grupo peque?o de la poblaci?n de un colegio p?blico y a ellos le aplicamos todo lo que hab?amos analizado y realizado para el estudio pero en una peque?a escala", explic? Escobar.

Para esto los ni?os firmaron un documento conocido como ?consentimiento informado?, junto con sus padres para la aprobaci?n del estudio. Una vez se tuvo este documento "procedemos hacer primero una encuesta escrita la cual aplicaban y despu?s de eso pasaban al consultorio, donde se les volv?a a aplicar esa misma encuesta momento previo a la consulta que era conmigo, en la que se utilizaba un formato de entrevista semiestructurada, la cual permite dar m?s flexibilidad en cuanto a la pregunta, la relaci?n entre el paciente y uno, se presta para hablar de otro tipo de cosas sin enfocarse s?lo en la pregunta", dijo el psiquiatra.