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Alfred Vormfelde, Doctorado Honoris Causa en Administración

Sep 21, 2009 | Institucional

Vivir la UNAB transcribe los principales apartes del discurso pronunciado por Alfred Vormfelde, en la ceremonia de entrega del Doctorado Honoris Causa en Administración por parte de la UNAB.

 

Concurren en mi corazón y en mi mente sentimientos de inmenso agradecimiento por este alto honor con que hoy me distinguen, al igual que múltiples recuerdos, ideas y conceptos forjados o adquiridos a lo largo de mi vida. Estos dos elementos me convocan a reflexionar sobre mi existencia y sobre la importancia de una profesión y un ejercicio disciplinar que en suma son los que explican el que mi trabajo y desempeño merezcan este reconocimiento.

Se bien que mis ideas y formación proceden de uno de los momentos más pletóricos de la historia y desarrollo de la institución Universitaria, el generado por un importante grupo de pensadores alemanes, inspirados todos ellos por la majestuosa presencia de Emmanuel Kant,  que en el siglo XIX forjaron varios de los principios que aun hoy guían a las  universidades, entre ellos las funciones misionales de Investigación, docencia y extensión, y la poderosa fusión de docencia  e investigación que conforman el Seminario Alemán.

Desataco de entre ellos al reconocido pensador Guillermo de Humboldt a quien se le adjudica el haber sido un defensor de la libertad de cátedra y de la autonomía universitaria y por quien se rinde cada vez más culto, en consideración a que su labor permite que hoy existan en el mundo multiplicidad de conceptos, instituciones y metodologías que concurren en el propósito común de exaltar el talento humano, su capacidad y formación y su importancia en el desarrollo y crecimiento de las economías y por ende del bienestar humano.

Yo, señores, tengo una formación que se inscribe en las denominadas  ciencias económicas y administrativas y a su ejercicio he dedicado buena parte de mi vida profesional, pero por diversas razones he estado también ligado a los aspectos pedagógicos y de administración educativa, por ello, finalmente, he podido asumir la responsabilidad, que hoy se me transforma en un honor, de aplicarme a un proyecto de cuyas repercusiones este país, que tan amablemente me ha acogido, empieza a recoger sus frutos y las cuales espero que en un futuro se manifiesten en un mayor bienestar para sus gentes y una mayor estabilidad y proyección para sus empresas.

Existe amplio reconocimiento sobre la presencia alemana en Colombia, incluso puede sentirse esta presencia en algunas de las características de los ciudadanos de estas amables tierras de Santander, ya en la reciedumbre de su carácter, ya en la donosura y belleza de sus mujeres, ya en el empuje y decisión con que enfrentan su destino o bien incluso en su apariencia física y sus orgullosas genealogías.

En los últimos tiempos esta presencia ha estada signada por el interés en cooperar en una diversidad de temas, entre ellos los ambientales, los tributarios, los de convivencia y paz y más recientemente los de formación profesional, tema en el cual se ha venido trabajando desde mediados de la ultima década del siglo pasado y que hoy tiene un connotada presencia en el acontecer de la nación, con un modelo que se expande por sus aulas y empresas e incluso por algunas nuevas Instituciones de Educación Superior, una de las cuales lleva el nombre de nuestro Alexander von Humboldt, como un reconocimiento a la dilatada y fructífera presencia alemana en este país.

Pero, ¿Porqué el interés en la educación superior y porqué un nuevo modelo?, las razones son múltiples pero sin duda una de ellas es el reconocimiento que existe en torno a la innegable importancia de la formación, cualificación y promoción del talento humano como la principal herramienta para superar los dilemas del subdesarrollo y para apuntalar el crecimiento e inserción en las tendencias de la globalización e internacionalización. De otro lado, diversos análisis  planteaban la necesidad de aportar a la creciente oferta de programas de formación profesional y a la cada vez más cualificada oferta de instituciones de renombre que se daban en Colombia, desde un modelo que ha demostrado ser totalmente pertinente para acercar el mundo académico a la realidad, proyecciones y expectativas de los distintos sectores económicos y de contera un aporte a la sostenibilidad y promoción del mercado laboral, desde una oferta de talento humano competente y pertinente en un entorno empresarial en expansión y consolidación.

Colombia es un país en donde se dan vertiginosos pasos hacia la consolidación de un nuevo modelo de sociedad  y una nueva economía y resultaba de enorme interés académico y de gran utilidad mutua para los países , el validar y aplicar un modelo que se ha convertido en una marca representativa de Alemania, el sistema de formación dual.

Es a la implementación de este modelo a lo que he dedicado lo mejor de mis esfuerzos en estos últimos años, encargado para ello por la cooperación de mi país en Colombia.

Es bien reconocido el amplio mundo de modelos e instituciones que posee Alemania en materia educativa, algunos de ellos de tal grado de complejidad que hacen virtualmente imposible su extensión a otras latitudes; pero de entre ellos el que mejor se identifica no solo con las exigencias propias del modelo, sino con las necesidades del medio en el que se va a implementar, es el modelo Berufsakademie, que entre nosotros en Colombia se ha dado en denominar como Universidad Empresarial.

Este modelo posee la inmensa bondad de articular la formación profesional de carácter puramente académico, a la aplicación y práctica directa en el ámbito empresarial, logrando generar de un lado la anhelada síntesis entre concepto y práctica y de otro permitir a las empresas desarrollarse como formadoras o gestoras de conocimiento.

Como todo lo que proviene de Alemania, este modelo está altamente formalizado y su aplicación está rigurosamente diseñada, con lo cual se pudo hacer transito entre su aplicación en el ámbito alemán a la realidad y practicas colombianas.

Su éxito proviene del ofrecimiento de muy puntuales beneficios a cada uno de los involucrados, así por ejemplo, vincula al estudiante a un ambiente en el cual aporta desde su ejercicio como colaborador en formación, recibiendo una formación complementaria que valida lo aprendido en clase, acercándolo al competitivo mundo laboral y preparándolo para su adecuada inserción en el desempeño disciplinar. De otro lado el empresario deriva enormes beneficios y economías en los procesos de selección, inducción, preparación y promoción de su talento humano, obteniendo permanente actualización acerca de los nuevos desarrollos en las diversas áreas de aplicación científica, a la par con la posibilidad de desarrollar sus mejores elementos de Responsabilidad Social Empresarial.

Igualmente, las Instituciones de Educación Superior incorporan una nueva alternativa de formación, en un ámbito de alta competencia y ante la marcada exigencia de opciones que se adapten a los cambiantes gustos y tendencias de los mercados, optimizan el uso de sus equipos humanos, técnicos y logísticos, aumentan las posibilidades de éxito de sus egresados y logran un nivel de acercamiento y relación con el ámbito empresarial que difícilmente se ha dado a lo largo del tiempo.

Bien podría pensarse que nada novedoso tiene este sistema, si se tiene en cuenta que estudiantes realizando prácticas en las empresas es algo que existe de vieja data en el país, pero sin duda se debe reconocer que existen profundas diferencias entre lo regularmente empleado por las Universidades Colombianas y lo propuesto por el modelo dual: En principio mencionemos que el papel del docente, tradicionalmente asociado a la transmisión de conocimientos y al ejercicio de la cátedra, se complementa ahora con la necesidad de dotar al estudiante de elementos y herramientas que guíen su accionar en las empresas, en las cuales a su vez aparece la figura del instructor, el cual guía el proceso de practica, permite la validación del conocimiento en su aplicación y aprovecha el ejercicio del estudiante como un elemento que aporta en el proceso productivo.

En segundo lugar, el estudiante no hace una práctica que se concentra en un solo momento y que regularmente se concreta a un aspecto puntual o proyecto final, sino que la practica se da a lo largo de todo el proceso de formación, permite la rotación del estudiante por todas las áreas funcionales de la empresa y lleva finalmente a que el estudiante formule un proyecto productivo que recoge lo mejor de su conocimiento y experiencia específica en la empresa. Al concluir, el empresario tiene la posibilidad de contar un talento profesional en el cual está presente lo mejor de su Know ¿how.

Finalmente gana la Institución educativa, que abre escenarios para sus egresados, genera una masa crítica de contactos y posiciona su servicio en un ámbito en el que frecuentemente se dan el desconocimiento y la insatisfacción.

Ahora bien, ¿Podemos asegurar que el modelo ha incubado en Colombia? Debemos manifestar que para un proceso que, amén de innovador, es particularmente desafiante, los resultados son ampliamente satisfactorios, pero el camino a recorrer es todavía tortuoso y exigente.

Se ha avanzado mucho, pero siguen siendo igualmente enormes las dificultades para que el empresariado abra definitivamente sus puertas al modelo. Siguen siendo grandes las dificultades para posicionarlo como un aporte al sostenimiento y competitividad de las empresas, sigue prevaleciendo una cultura del escepticismo y el prejuicio hacia lo no conocido; se sigue desconociendo y en no pocas oportunidades menospreciando el enorme potencial de innovación que pueden aportar los estudiantes; se sigue trabajando sobre la base de un mercado de profesionales sobredimensionado del que es posible realizar selecciones exitosas que regularmente no lo son, con enormes costos e ineficiencias; se sigue dando una gran confusión entre los propósitos y alcances del modelo dual versus el posicionado y muy reglamentado modelo SENA; en fin,  se requiere un cambio de paradigma que como es común será lento en su consolidación pero terminará por consolidarse.

De otro lado, las instituciones oficiales que regulan, controlan y vigilan la educación en Colombia, aún no están totalmente familiarizadas con el modelo dual, no están pensadas para estas nuevas aplicaciones y se encuentran totalmente comprometidas con los procesos de acreditación y en general con la política sectorial, a la cual dicho sea de paso se adhiere totalmente este nuevo modelo.

Traigo a colación lo referido por  el profesor Frederick Harbison, reconocido tratadista del anteriormente llamado tema de los Recursos Humanos:

¿Las habilidades, los conocimientos y la capacidad de la fuerza de trabajo son capaces de un crecimiento casi sin límites, y en la mayoría de los países están desarrollados muy por debajo de sus posibilidades prácticas.

Aún careciendo de dotación literal de recursos naturales y de capital material, los países pueden prosperar llevando al máximo la utilización productiva y el desarrollo eficaz de sus fuerzas laborales.

Muchos países en desarrollo esperan demasiado de la educación formal. Pretenden que produzca habilidades que se aprenden mucho mejor en el trabajo. Abrigan la esperanza de que les dará gerentes, administradores y estadistas, sin darse cuenta de que tales personas adquieren realmente la mayoría de sus habilidades en el crisol de la experiencia practica¿

Quiero decir con esto que es probable que estemos desaprovechando un momento histórico, pero los hechos son tozudos y de igual manera se debe ser propositivo, por ello el modelo se apresta a presentarse como una propuesta más adecuada a las expectativas del empresariado colombiano de la actualidad, el énfasis entonces se centrará ahora en los proyectos de emprendimiento, en la adaptación del modelo al servicio de las Pymes, tan propias de la economía en la actualidad y tan necesarias para garantizar un futuro más estable y en la generación de una oferta muy cualificada que este en capacidad de atender a grupos de empresas muy caracterizadas, con escalas y niveles que difícilmente podrían tener de manera individual.

Pero permítanme comentarle de los éxitos, quizá algunos de ustedes no se hayan enterado de que los estudiantes del modelo dual han logrado excelentes resultados y destacadas posiciones en las pruebas ECAES, desvirtuando de manera contundente que un modelo de carácter practico y de menor duración que los modelos clásicos fuera de menor calidad académica. Igualmente hay que destacar que en un medio en donde el desempleo abierto y el subempleo invisible son tan manifiestos, los egresados del modelo dual han logrado niveles de inserción laboral notablemente superiores a otros modelos, resultado apenas natural de lo aquí expuesto y una de las razones por las cuales este modelo se replica por toda América latina, llegando hoy a una red que se espera sea de 11 miembros próximamente.

Regularmente los gobiernos privilegian la inversión en capital físico, ya que generalmente producen beneficios en el corto plazo, pero la educación, que requiere muchos años para madurar como inversión, produce los mejores resultados en el largo plazo, por ello se perfilan retos a enfrentar de inmediato en el propósito de posicionar el modelo, no solo como una alternativa, sino como un aporte a la solución de varios problemas estructurales del empresariado colombiano, entre ellos el afinamiento de la identificación, vinculación y seguimiento a las empresas y la promoción del modelo entre estudiantes y padres de familia a efectos de ser reconocido como una de las principales opciones de formación profesional.

Igualmente se requiere trabajar muy intensamente a nivel oficial con el propósito de que el modelo sea interiorizado e incorporado en la planificación y fijación de política sectorial a futuro, aunado a ello se requiere elevar el nivel de cualificación del docente del modelo dual, ya que por las especificidades del mismo, debe ser un colaborador altamente comprometido, muy motivado, altamente compenetrado con su labor, muy estable y definitivamente muy diferente al prestador de servicios que con frecuencia ejerce la labor en nuestras universidades.

Estos retos pasan inicialmente por un paso que el país está en mora de dar, el reconocimiento de la necesidad de que exista un mayor nivel de relación, confianza y compromiso entre el sector educativo, el empresariado y el estado, un triunvirato que en general apunta al mismo fin, se inspira en los mismos nobles propósitos y busca los mismos logros, pero que regularmente se comportan como islas cuando no como ajenos participes en un mismo destino.

Ya que han tenido la gentileza de escucharme disertar sobre el campo de acción en que me desempeño, el mismo que me ha permitido tener el honor de relacionarme con las instituciones y las personas que trabajan en este apasionante y comprometido tema de la educación superior, permítanme igualmente que les mencione que son muchas las razones por las cuales llevaré en alto el nombre de esta noble institución que hoy me engalana con tan significativo reconocimiento, el primero de ellos es que en él reconozco no solo un tributo a mi propio trabajo, sino a la estirpe de la que tan honrado me siento, a mi país que tanto ha merecido de la humanidad y por la que tanto a dado, a la profesión de la que me enorgullezco y la cual tiene aún un papel tan importante por desempeñar en los dramáticos momentos por los que el mundo atraviesa.

Igualmente el reconocimiento de que esta noble Alma Mater que está ya presente en el imaginario del país como una de las de mayor calidad, será igualmente mi Alma Mater y que la magna presencia  de la Universidad Autónoma de Bucaramanga tendrá en mi siempre a un fiel representante, y la sincera manifestación de mi leal adhesión a sus principios y valores y a la defensa y promoción de su buen nombre.

A las directivas de la Universidad, que han tenido a bien otorgarme este reconocimiento, quiero expresarles mi agradecimiento representado en mi ratificación en el compromiso de seguir trabajando por los ideales que inspiraron a quienes en buen momento decidieron aportar al desarrollo de este hermoso país, a partir de la cooperación en la implementación de este modelo.

En general a todas las personas que han permitido el buen desempeño de mi labor en este país, mi sentimiento de gratitud.

A todos los asistentes la gratitud de un hombre para quien esta distinción no solo lo llena de orgullo sino que lo ratifica en su compromiso.

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