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Ascun y UNAB le dan bríos a Extensión Universitaria

Sep 10, 2012 | Institucional

Por Pastor Virviescas Gómez
Aprovechando la realización en Bucaramanga los días 5, 6 y 7 de septiembre del IX Encuentro Nacional de Extensión Universitaria -enfocado a la transformación social y productiva del país-, Vivir la UNAB abordó a Bernardo Rivera Sánchez, director ejecutivo de Ascun, una entidad que agrupa a las 83 universidades públicas y privadas más importantes del país, entre ellas la UNAB que sirvió de anfitriona de este certamen junto a la UIS, Santo Tomás y Udes.

 

¿Qué expectativa tenía al venir a este Encuentro de Extensión Universitaria?

Indudablemente que este trabajo que viene realizando la red de vicerrectores de Extensión pues se consolida cada vez más en perspectiva de valorar la Extensión Universitaria como una función sustantiva del quehacer de la universidad. Así ha sido siempre, pero obviamente que como lo hemos reconocido, la función de la Extensión no ha ido al mismo ritmo de lo que ha crecido el desarrollo en el aspecto formativo y de investigación.

Me alegro mucho por los grandes desarrollos que ha logrado, y uno de los resultados importantes de la Red de Extensión ha sido tener ya un documento de política institucional que ha sido avalada por los rectores, donde plantea claramente la razón de ser de la Extensión, cuáles son sus características, porqué no es asistencialismo y sí es una función sustantiva del diálogo de saberes con su entorno, etcétera.

En este noveno encuentro tenemos como un elemento articulador del debate el documento de los rectores, que se está denominando ‘El desarrollo humano sostenible y la transformación de la sociedad para lograr el país que queremos’. De tal manera que bajo ese supuesto del país que queremos, o sea un país en paz con unos ciudadanos éticos, un país capaz de desempeñarse en un mundo globalizado, un país que está vinculado a la sociedad del conocimiento, un país de regiones integrado y un país que piensa en los recursos naturales para las próximas generaciones, me parece que es un reto importantísimo para este noveno Encuentro.

 

¿Qué tanta ventaja les tomaron los problemas y necesidades reales de esta Colombia a las universidades que estaban enclaustradas?

Yo no creo que se pueda mencionar hasta ese punto de que no habíamos salido. Creo que cada universidad tenía su mecanismo de articulación con el medio; lo que no teníamos era lo que nos permite la Red, la sinergia, que entre más juntos nos ven más y hacemos más. Pero no soy tan pesimista en el sentido de creer que la universidad estaba absolutamente enconchada; creo que la universidad siempre ha leído una realidad social y se ha movido en perspectiva de eso. Unas más que otras, unas a mayor velocidad que otras, pero todas tienen su propia estrategia.

Lo que veo del nuevo proceso ahora con la Red de Extensión, sí es que juntos vamos a hacer sinergia y el todo es muy superior a la suma de sus partes.

 

Estamos hablando de problemas sociales, económicos y políticos, pero la esencia es la paz, si es que este país quiere pensar en grande. ¿Ascun cómo toma el anuncio de diálogo con la guerrilla de las Farc formulado por el presidente Juan Manuel Santos?

Desde Ascun le hemos enviado una carta al presidente Santos, en la cual reconocemos el valor de esta decisión, la esperanza que tenemos y ofrecemos todo nuestro concurso para que se llegue a un buen final.

Le decimos que Ascun es fiel a uno de sus objetivos fundacionales, hace cincuenta y cinco años, de afirmar y divulgar los principios fundamentales de la educación superior para contribuir a la convivencia nacional y al progreso espiritual y material de la Nación. Recordemos que Ascun nació en medio de la situación político-social vivida en el régimen militar (del dictador boyacense Gustavo Rojas Pinilla), el último que hemos tenido y espero que sea realmente el último. Por eso recibimos con beneplácito y agradecemos al presidente Santos la información que nos ha dado de iniciar los contactos con los grupos armados al margen de la ley para explorar los caminos que conduzcan a la convivencia pacífica, como un fin esencial del Estado. De tal manera que hacemos votos por una patria sin violencia, obviamente que también sin inequidades, una patria donde no hayan exclusiones, un país para todos, y definitivamente la educación superior y lo que hacemos en  investigación y extensión es clave para ese país.

 

¿La universidad colombiana encaja dentro de las ‘locomotoras’ para el desarrollo que ha propuesto el presidente Santos? ¿Funciona dentro de ese engranaje o no?

Es un tema difícil de contestarle, pero mi percepción es que realmente no se vio la ‘locomotora’ de la ciencia, la tecnología y la innovación, y de alguna manera se puso como el riel para esa ‘locomotora’. Con eso lo que le quiero decir es que aun aceptando que es el riel, qué pesar los rieles que tenemos para las ‘locomotoras’ que se están montando. Hay que hacer un ejercicio real para ampliar la distancia entre ruedas, que es uno de los criterios hoy de porqué Colombia no tiene un buen sistema ferroviario. El símil es que para la potencia de las máquinas, el riel que tenemos en Colombia es muy pequeño, entonces la modernización inicia ampliando los rieles. Eso es lo que tenemos que hacer. Aceptemos el símil: ¡hay que ampliar ese riel! Es decir, hay que hacerlo de más calidad, de mayor cobertura y también más incluyente, que llegue a más regiones ese riel. 

 

¿La reforma a la Educación Superior es un tema ya zanjado o una discusión que nunca va a terminar?

En Ascun este debate no inició con el retiro del Proyecto de Ley el año pasado. En Ascun este debate sobre la Educación Superior que requiere el país, se inició cuando organizamos en Cartagena la Conferencia Regional de Educación Superior. Hicimos seis-ocho foros rectorales a lo largo y ancho de todo el país sobre los temas cruciales como financiamiento, ciencia, tecnología e innovación, regionalización… Todos esos temas los analizamos y hemos venido trabajando sobre ellos desde hace cuatro años, y desde ahí hay dos documentos rectorales, que son pensamiento universitario, dedicados a esos temas.

Lo que vemos desde la perspectiva de los rectores es que el retiro del Proyecto de Ley sí es una oportunidad para recomenzar una discusión como siempre lo quiso el Consejo Nacional de Rectores: comencemos ministra por el principio, donde el final es un articulado, pero ese no es el afán. El afán es cómo estamos y qué queremos, y no es cómo estamos en la Educación Superior y qué educación queremos. El principio es cómo está el país, cómo está la sociedad, qué país queremos, qué país soñamos y ahí s&iaute; qué Educación Superior requerimos para que logremos ese sueño. Definiendo los planteamientos de esa Educación Superior que necesita este país y la sociedad del futuro, pues ahí dirá cuál es el artículo uno, y cuál el artículo dos y el tres.

Así lo dijimos desde cuando la ministra planteó la posibilidad de radicar un Proyecto de Ley. Le manifestamos: ‘Ministra, comencemos por el principio’. Creo que en este momento todos estamos comenzando por el principio. Los rectores están haciendo un documento, y sobre ese documento que esperamos tenerlo para el Consejo Nacional de Rectores de octubre, para sustentarlo y debatirlo, y que ya los rectores lo asuman como una carta de navegación de la política pública para la Educación Superior colombiana, y esa será la apuesta. Estamos intentando acercamientos con los otros actores. De verdad hemos hecho un esfuerzo a través de dos foros regionales, hemos hecho dos grandes consultas con los vicerrectores de las universidades asociadas y consultas específicas con grupos interesados como la Red de Cooperación Internacional y la Red de Bienestar. Tenemos nueve consultas en total, de tal manera que espero llegar con un documento muy sólido, pero también con mucho respaldo de la comunidad académica que está haciendo sus comentarios, sus críticas y sus sugerencias al documento de los rectores.

 

¿Le preocupa la situación de la UIS?

La preocupación es que se vulnere de una manera tan franca la autonomía de una universidad, cuando es un juez el que le ordena a un Consejo Superior a nombrar rector. Aquí yo no tengo ninguna prevención ni con el candidato ni con el juez. No, es simplemente que la interpretación de las normas y de sus estatutos es un asunto de los que saben de esto y por eso se llama Consejo Superior Universitario. A ellos les corresponde esa decisión, sin la injerencia de poderes externos. Es que no se requiere. Esto sí nos preocupa. Como académico, como universitario, me siento seriamente afectado. No es si hay o no hay rector, no es la persona, es que una decisión de un juez sea la que se vaya a imponer sobre la voluntad académica y seria de un Consejo Superior. ¡Por Dios!, a dónde estamos llegando cuando ya tenemos estudiantes que se están graduando en las universidades por órdenes de fallos de tutela.

Por eso creo que el país requiere que se haga un debate serio en torno a un Proyecto de Ley que ya se radicó por iniciativa legislativa en la Comisión Primera de la Cámara y que tiene que ver con la reglamentación del Artículo 69 de la Constitución del 91, que habla precisamente de la autonomía de la universidad. ¿Para qué? Para que cumpla sus fines, para que cumpla la misión que le encomendó la sociedad a su universidad: que es ser consciencia crítica y que para serlo tiene que estar ajena a cualquier poder, independiente de cómo se llame, y que sean los que saben del negocio los que determinen cómo hacer el negocio. Estoy convencido que una universidad tan seria como la UIS tiene unos estatutos suficientemente lógicos, coherentes y racionales que le permiten atenderlos y el Consejo Superior tiene nueve miembros que en su infinita inteligencia y por eso pertenecen a un Consejo Superior, tienen que tener criterio suficiente para aplicarlo independiente de lo que piense un juez de tutela.

 

 

 

 

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