Por Pastor Virviescas Gómez
Los gallos y los vallenatos no atronarán más en el local de la calle 48 No. 39-86, ubicado frente al Edificio de Ingenierías de la UNAB. En su lugar, y desde el pasado martes 25 de julio, la comunidad universitaria cuenta con Banú, un lugar con un ambiente diferente que ofrece lo que sus promotores han dado en llamar “el sabor autónomo”.
La oscuridad y el bullicio del recinto fueron remediados y ahora el espacio da acogida cómodamente a 40 personas que disfrutarán de aire acondicionado, un televisor de plasma de 42 pulgadas y el servicio de almuerzos, sánduches, barra de ensaladas y café.
La Cooperativa Multiactiva de la UNAB (Cupe) decidió tomar en arriendo este local durante un año con opción de prórroga, invertir cerca de 60 millones de pesos (buena parte donados por la British American Tobacco) y acondicionar un restaurante para que allí se den cita estudiantes, profesores, personal administrativo y amigos a degustar un sánduche “Password”, un “Supletorio”, un “Código” y hasta un “PFU”, que en este caso no indispone, sino que por el contrario reconforta porque es de jamón y queso y cuesta $1.700.
Quienes cuidan su figura o su dieta, cuentan con la barra de ensaladas, pero también hay seis variedades de café, que van de los $500 a los $1.200, perros americanos ($2.600) y franceses ($3.100), recomendados para ver la reaparición de Zinedine Zidane, acompañados de gaseosa, milo, agua, té o jugos naturales. Eso sí, no venden bebidas alcohólicas y los fumadores pueden contener sus deseos.
Los almuerzos tienen un costo de $3.500 y su administradora, Paola Ramírez -egresada de la Facultad de Administración Turística y Hotelera-, dice que garantiza un menú cada día y que desde el lunes 31 de julio incluirá sopa, que en principio se había descartado.
El nombre de Banú fue seleccionado entre 23 propuestas presentadas. El ganador fue el arquitecto al servicio de Urbanas, Guillermo Díaz S.
El servicio es de lunes a viernes de 7 de la mañana a 8 de la noche.
