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Benkos Biohó. La representación del cuerpo negro desde el hecho histórico

Jun 18, 2020 | La calle del medio

Por: Carlos Durán

INTRODUCCIÓN

Las frases transmitidas por los esclavos negros en Cartagena a inicios del Siglo XVII, que se refieren probablemente a la apariencia física y la libertad, luego que Domingo Biohó huyera hacia la Matuna; encierran un enorme significado desde las palabras que representaron el cimarronaje, para la identidad imaginada de los esclavos africanos que, desde el Siglo XVI, llegaron al Virreinato de la Nueva Granada. Cientos de años después, con el advenimiento de la nación colombiana como un constructo de identidades culturales, quizá fueron conservados significados similares, algunos cambiaron o se afianzaron posteriormente con el establecimiento de la Constitución de 1991, que consolidó a Colombia como una nación pluriétnica y multicultural, estandarizando el término afrocolombiano. La representación del cuerpo de los negros tiene interesantes connotaciones desde la sociología cultural que visibiliza una realidad mediada por relaciones sociales complejas, revisadas desde fuentes históricas.

Se trata de imaginar a un ser humano cuya referencia ya tiene significado de por sí desde lo histórico, conservando a partir de lo cultural, la identidad a dos niveles: el nivel implícito y el explícito. Es decir, desde la idea propia de cultura y desde la idea de una cultura real vivida. Revisando lo que se piensa como acervo propio, como una unidad de adaptación grupal para conseguir la continuidad, en lo que se denomina afrocolombiano; junto a la mirada aprendida y compartida por la historiografía, que tiene influencia en los estudios de Benkos Biohó como figura representativa desde lo exógeno.

Factores para una mirada desde los cuerpos

La resistencia a la esclavitud en tierras colombianas ha sido un tema de la historiografía desde antes de la Constitución de 1991 que reconoció a Colombia como una nación multiétnica. La figura de héroe libertario Benkos Biohó también ha estado fraguada desde la leyenda construida a inicios del siglo XX, quizá enmarcada dentro de la llamada generación del centenario, que mantuvo viva la edificación de héroes nacionales. No obstante, la tradición oral tomada desde el Siglo XIX por la población negra cartagenera, ubica a Benkos Biohó como un rey africano que, siendo secuestrado de su lugar de origen, junto a su esposa y sus hijos, fue vendido en Cartagena al capitán Alonso de Campos. El esclavo se fugó, consiguiendo adherir en su empresa a otros oprimidos de las haciendas cercanas.  Su huida fue registrada por las autoridades españolas durante los últimos meses de 1559 junto a su esposa, sus hijos, tres mujeres esclavas y 19 hombres negros esclavos. (Ali, 2013)

Aunque la idea de proponer a Benkos Biohó como rey suena muy bien para la leyenda construida alrededor de su personaje, también podría distar de su figura histórica; ya que en numerosas ocasiones la consecución de esclavos obedecía a raptos o a la venta de súbitos por parte de los mismos reyes o gobernantes africanos. Incluso si en uno de esos secuestros ocurría el caso de un miembro de alto rango, generalmente se pagaba un rescate solucionando de esta manera el asunto. (Rodney, 1970) También las fuentes históricas especifican que en la zona de origen de Biohó, no existían monarcas sino nobles, y según algunos historiadores al interior de aquella sociedad era común la aspiración a convertirse en señores de sus propias aldeas. Éste quizá fue el caso del famoso cimarrón, y es muy probable, en el caso de que se tratara de un noble, que no habiendo logrado negociar su libertad antes de salir de las islas, terminó arrastrado a los mares del caribe español. (Ali, 2013)

La acción de rebelión, conocida como cimarronaje, consiguió la edificación de un poblado; defendiendo desde allí, y con ataques en la zona durante más de dos décadas, cualquier intento de recaptura. El liderazgo, registrado por las autoridades españolas como violento, peligroso y astuto, consiguió negociar un pacto de paz, logrando que las autoridades respetaran el poblado libre, con el compromiso de cesar sus acciones y dejar de autoproclamarse rey, incluso con el otorgamiento de facultades para usar vestimenta de noble. Es muy probable que el auto reconocimiento de negro sublevado obedecía a ese mismo espíritu de rebeldía y de reconocimiento de un hombre con dotes de gobernante y guerrero, ejemplo de libertad para los esclavos. Incluso luego de muerto Benkos Biohó, su nombre y apellido fue usado por otros esclavos líderes, algunos probablemente familiares, que lo adoptaron.  Le ejecución del sublevado en marzo de 1621, luego de 22 años de su huida, estuvo plagada de constantes intentos de sometimiento por parte de las autoridades españolas desde 1559 hasta 1613. La Matuna, una región inhóspita cercana a los Montes de María, se constituyó en un poblado con estructura militar, cuyos guerreros hacían frecuentes actos de saqueo en las haciendas cercanas, pero que no pudo ser sometido debido a una férrea defensa. En 1613 las autoridades españolas y los cimarrones de la Matuna firmaron una paz que duró 14 años hasta la ejecución de Benkos, ordenada por el Gobernador García Girón, como consecuencia de amenazar con una lanza a unos guardias españoles en la entrada a la muralla en Cartagena.

La figura del cuerpo de Benkos Biohó podría entenderse más allá de la figura histórica de un solo individuo, también desde la semilla representada y extendida en otros rebeldes que adoptaron el nombre de Dominguillo Biho, Domingo Biho, o Domingo Bioo, quienes también fueron ajusticiados por las autoridades españolas en el transcurso de la segunda mitad del siglo XVII. Es la figura que se vuelve héroe y cuyo nombre fue apropiado con un significado especial. Siendo descrito por el coronista fray Pedro Simón como “tan brioso, valiente y atrevido”, es de destacar que el origen étnico bijagó, al que pertenecía, corresponde a ciertas características antropológicas para los hombres, como la de tener alta estatura y cuerpo delgado y musculoso. Quizá ser corpulento, sobresaliente; son características traídas desde la tradición oral, junto a la de ser indócil, que sirvieron para acrecentar un liderazgo de autoridad carismática entre los esclavos africanos. Ser brioso significaba en el Siglo XVII ser animado, valeroso; y ser atrevido según el diccionario de Covarrubias de 1611, significaba ser “determinado y arrojadizo en acometer una cosa, sin considerar primero lo que le podría seguir de hacerla”.

Cualquier análisis sobre el cuerpo de Benkos Biohó y su significado, debe iniciar con la relación entre la propiedad corporal en términos de esclavitud, es decir como la no propiedad del cuerpo mismo, ya que está detentada como una herramienta y una mercancía sujeta al trueque y la negociación por parte de otro ser humano. Incluso, los cimarrones nacidos en los palenques, al ser recapturados pasaban a ser propiedad del rey y quedaban a disposición de la Real Hacienda. Ser esclavo en el Siglo XVII significaba además del sometimiento a dolorosos castigos por parte del dueño, la disponibilidad a voluntad para realizar con los cuerpos mutilaciones y violaciones. Éste mismo tratamiento lo realizaron los esclavos escapados al someter a los blancos que capturaban a sufrimientos parecidos, tales como torturas e incluso beberles la sangre. (Navarrete, 2003)  

En cuanto al significado de ferocidad que tenía el cuerpo de los cimarrones, se podría mencionar el uso de pintura corporal negra y roja que empleaban durante sus ataques, como una evocación de las luchas tribales africanas, y la representación de los juegos de guerra usando los puños que tuvo su devenir en numerosos boxeadores nacidos en San Basilio de Palenque, especialmente en la década del 70. (Friedemann, 1998)

Son varios factores los que se podrían tener en cuenta para un análisis del significado corporal del cimarrón. El primer factor interesante es el de la libertad del cuerpo, cuya búsqueda coincide con un aspecto cultural de los pueblos de Guinea, especialmente los pertenecientes a las islas Bijagó en la Guinea Portuguesa: la creencia que, tras la muerte, el cuerpo regresaría libre a su isla nativa. Por ello la alternativa de fugarse y/o morir en el intento representaba igualmente la libertad. De hecho, quizá una de las representaciones que quedó para la historia colombiana fue la enseñanza de la negociación política y el auto reconocimiento mutuo, luego de un periodo de violencia. Las autoridades españolas, de hecho, tuvieron que negociar y ceder a regañadientes ante la incapacidad del sometimiento. Igualmente, las características sociales del pueblo Bijagó que tuvieron como consecuencia la tendencia a escapar, a rebelarse o a cometer suicidio, llevaba a que los esclavos de esta región fueran difíciles de negociar en los mercados del caribe.

El segundo factor es la afrenta a los cuerpos como elemento que podría fundamentar varios significados. Dentro de las causas por las cuales huían los esclavos, muchas tenían que ver con estas prácticas violentas. La primera eran los castigos físicos, y la segunda la amenaza de venderlos o de trasladarlos a otras tierras lejos de sus familias o de un bienestar ya alcanzado. La libertad debe entenderse también desde el aspecto del cuerpo que se puede trasladar libremente, o realizar tareas no necesariamente forzadas. Dicha libertad es emancipación corporal también. El miedo al castigo físico es el miedo al cuerpo ofendido, ya que la emancipación, es decir la huida hacia los palenques libres, conllevaban penas que iban desde los cien azotes para los ausentados con menos de quince días, del corte del miembro genital para los de un mes, y para quien se extendiera un año sin someterse a las autoridades, sería penalizado con la muerte. (Navarrete, 2008)

El tercer factor tiene que ver con la adaptabilidad del cuerpo a las condiciones ambientales que, en la geografía de los montes de María, mantiene unas condiciones difíciles pero naturales para Benkos Biohó; que representan contrariedades y obstáculos enormes para sus perseguidores españoles. De hecho, es muy probable que dado el origen del cimarrón en Guinea Bissau y en las islas Bijagó, estuviese preparado para sortear pantanos y organizarse construyendo su propia identidad y luego enseñarla a los demás esclavos fugados. (Arenas Valencia, 2015) Los cuerpos libres de los cimarrones tienen en la resistencia y la adaptabilidad ambiental un elemento diferenciador que afianza una identidad colectiva.

El cuarto factor se podría encontrar en el uso del cuerpo como arma de resistencia y de combate, de acuerdo a las habilidades guerreras que Benkos Biohó trajo a América cuando fue secuestrado junto a su esposa  Wiwa, su hija Orika, y su hijo Sando Biohó. Como luchador Bijagó era experto combatiente con la lanza y en el uso del escudo para detener los ataques, junto a la toma de aldeas desde embarcaciones o en tierra, así como el establecimiento de una sociedad militarizada. (Ali, 2013)

Un quinto factor podría ser referido en cuanto al fenómeno del cimarronaje, entendido como un vínculo entre el cuerpo libre y el espacio en el cual se desarrollaría una nueva relación con la naturaleza, lejos de áfrica, pero construido y defendido constantemente. Con el tiempo el cuerpo negro ha inscrito en Colombia una extensión cultural desde espacios de lucha y de reconocimiento. En la expresión de Margaret Olsen, se trata de un yo articulado a través del tiempo que se extiende hacia la sociedad, hacia los demás, y que se arraiga en un territorio. (Olsen, 2002)

Conclusión

Hablar de la representación del cuerpo negro es integrar una superposición de imágenes mentales que necesariamente llevan a la acción; partiendo del mismo concepto que el cuerpo es, más allá de un fenómeno natural predeterminado, una construcción cultural, que también se afianza en la gestación histórica.

Precisamente, al ser un esclavo, Benkos Biohó, recibe una lectura desde el exterior; desde las autoridades españolas que lo ven como un cuerpo sujeto de leyes severas y ajustado a la propiedad de otros. Pero, al mismo tiempo, al interior del líder que se emancipa y se sacude de esa sujeción, se exterioriza su propia identidad más allá de los límites, hacia la sociedad, hacia los demás esclavos que deciden sublevarse, y entre todos re definen un nuevo espacio en el que van a vivir como una sociedad nueva, y que deciden defender con ferocidad.

Las autoridades españolas, como los demás colonizadores europeos forzaron y vieron el cuerpo de los conquistados con un elemento sobre el cual escribían su propia cultura, sin embargo, los procesos de resistencia generados para identificarse como hombres libres, hicieron que los esclavos re definieran su propia lectura a cerca de ellos mismos.

De la misma manera, la identidad cultural diversa de los cuerpos negros esclavizados en América, traídos desde diferentes lugares en África, que provenían de diferentes etnias, con sus propias guerras, sus diferencias y sus opresiones, se termina al apartarse de los europeos e identificarse como un “nosotros” en los palenques. De esta manera, Domingo Biohó no crea una comunidad africana sino americana – africana, estableciendo un reino articulado en la diferencia con el blanco.

Tendríamos entonces que proponer cinco factores a tener en cuenta para escudriñar un significado desde el cuerpo histórico de Benkos Biohó como figura del cimarronaje: La muerte como libertad corporal, la afrenta al cuerpo, el cuerpo como resistencia y diferencia en la adaptabilidad ambiental, el cuerpo como arma, y finalmente la construcción vinculante del cuerpo con el espacio de manera corporativa y con una nueva identidad.

REFERENCIAS

 Ali, O. H. (2013). Benkos Biohó: African maroon leadership in New Granada. In J. A. Meuwese, Mark, & Fortin (Ed.), Atlantic biographies : individuals and peoples in the atlantic world (p. 353). Leiden: Brill.

Arenas Valencia, H. (2015). Da Guiné-Bissau à Colômbia . Benkos Biohó , resistência e ( é ) palenque . Um caso da diáspora africana. C.S Ciencias Sociales, 16, 234–242.

Friedemann, N. S. de. (1998). San Basilio en el universo kilombo-África y Palenque-América. In A. Maya (Ed.), Geografía Humana de Colombia (pp. 79–102). Bogotá: Instituco colombiano de cultura hispánica.

Navarrete, M. C. (2003). Cimarrones y palenques en el siglo XVII. Universidad del Valle.

Navarrete, M. C. (2008). San Basilio de Palenque: Memoria y tradición. (U. del Valle, Ed.). Cali.

Olsen, M. (2002). African reinscription of body and space in New Granada. In M. Santa, Arias & Mariselle (Ed.), Mapping colonias spanish América. Places and Commonplaces of identity, culture, and experience. Londres: Bucknell University Press.

Rodney, W. (1970). A History of the Upper Guinea Coast, 1545–1800. New York: Oxford University Press.

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