Seleccionar página

Colombia ya se asomó al mundo

Ago 28, 2012 | Institucional

Por Ricardo Jaramillo P.
Un abogado graduado de la UNAB, exprofesor de las Facultades de Derecho y Comunicación Social, es una de los “fichas clave” del Gobierno colombiano ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

Se trata del bumangués José Luis Ramírez León, quien es ministro Plenipotenciario de la Misión Permanente de Colombia ante la OEA, algo así como el “segundo a bordo” de la delegación diplomática que encabeza el embajador Andrés González Díaz.

Ramírez León, quien además de ser abogado, profesor y diplomático ha ejercido como periodista, pues integró la Unidad Investigativa de Vanguardia Liberal del que también fue director encargado y fue asesor editorial de El Espectador, así como columnista de esos diarios.

Volvió a la UNAB por invitación de la Facultad de Derecho para ofrecer la conferencia “Las nuevas realidades de la política exterior colombiana y latinoamericana”, que se efectuó el martes 14 de agosto en el Auditorio ‘Jesús Rey Mariño’, como parte de la conmemoración de los 40 años de actividades de la Facultad.

Ramírez León inició su trasegar por la política exterior hace 21 años cuando el entonces embajador ante la OEA, Julio Londoño Paredes, lo llevó a integrar la Misión Permanente. También fue Ministro Plenipotenciario en la Embajada de Colombia en Caracas (Venezuela), jefe de gabinete del Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia y Ministro Consejero de la Misión de Colombia ante la OEA. Antes de su cargo actual se desempeñó durante siete años como secretario general de la Corporación Andina de Fomento (CAF), cuya sede está en la capital venezolana.

En su diálogo con Vivir la UNAB afirmó que el país debe apoyarse en la educación superior para superar obstáculos como el ‘parroquialismo’ y su irregular geografía para posicionarse internacionalmente.

“Ahí las universidades juegan un papel determinante, pues en la medida en que a sus estudiantes les abran las mentes al mundo, no se les volverá a cerrar, la posibilidad de que hagan maestrías o doctorados en otros países, vivan otras culturas y apliquen eso aquí rompe ese provincialismo que a veces padecemos. El ex presidente Alfonso López Michelsen solía decir que vivíamos en el Tíbet de América Latina, allá arriba en la parte más alta de la montaña, mirándonos el ombligo y se nos olvidaba que había un mundo gigantesco alrededor; eso ya comenzó a cambiar, Colombia ya se asoma al mundo, tiene una proyección internacional importante que le ha dado otros niveles de aproximación, no solo en la región con sus vecinos más inmediatos, sino en otros lugares”, afirmó.

Sostuvo que si bien la política exterior de Colombia en los últimos Gobiernos ha girado en torno a asuntos dominantes como el narcotráfico o la lucha contra el terrorismo, ya hay otros temas que empiezan a tomar protagonismo en su formulación.

“El narcotráfico y el terrorismo van a seguir estando ahí mientras sean un problema; sin embargo, Colombia ha tratado de luchar por todos los medios para diversificar su agenda de relaciones exteriores. Hay una palabra que se inventó un académico norteamericano para calificar a las agendas de los países, las llamó ‘intermésticas’, es decir, son internacionales y domésticas al tiempo; los temas domésticos de alguna forma signan los temas internacionales, su agenda interna es la proyección después a nivel internacional. Si los problemas son de terrorismo y narcotráfico, va a ser muy difícil que no haya una vinculación con los temas externos”.

Y continuó: “Colombia está diversificando su agenda, la canciller (María Ángela) Holguín insiste en que relaciones con países como Estados Unidos ya pasen a otros escenarios e incluyan temas como interconexión eléctrica, agrícolas, atención y prevención de diversos aspectos, y una muy importante: en política exterior, con mucha frecuencia, los países que tienen problemas internos suelen ser receptores de la cooperación y colaboración internacional, eso es obvio, pues resulta que Colombia está pasando a ser un oferente de cooperación, en estos momentos asesora a países en temas como el plan de acción social en Honduras, en materia judicial, como la que brinda el general (retirado) Óscar Naranjo, por intermedio del BID, a México en la lucha contra las drogas, y en otros países en temas de lavado de activos… Es decir, tenemos una capacidad que nos permite pasar de ser receptores de cooperación a ofrecerla. Eso muestra que no queremos dejar los temas de narcotráfico y terrorismo, pero también nos enfocamos en temas en los que hemos avanzado lo suficiente como para colaborar con otros países”.

Para Ramírez León, la Cumbre de las Américas efectuada en Cartagena en abril de este año fue más que el escándalo sexual de los agentes del servicio secreto de Estados Unidos, pues permitió que Colombia demostrara su liderazgo regional.

“Quienes hemos transitado en el mundo del periodismo sabemos que infortunadamente a la opinión pública le interesan las cosas más mediáticas, como el escándalo en el que se ven involucrados unas trabajadoras sexuales y los señores del servicio secreto, o el señor que quería regalarle un burrito a Barack Obama, eso vende muchísimo y sale en prensa, radio y televisión; pero lo importante es que para los jefes de Estado y Gobierno la tarea se hizo y se cumplió como debía, y eso permite que tanto en el tema de narcotráfico la OEA empiece a hacer un estudio profundo y serio en el que hay 47 mandatos que estamos empezando a ejecutar en este momento; ahí es donde Colombia demostró no solo la impecable capacidad de organización de la Cumbre, sino su liderazgo para sacar iniciativas adelante (…) además se habló de temas tan complejos como el de Cuba y su presencia en las próximas Cumbres, la disputa de las Islas Malvinas y las drogas.

 

 

 

 

Ir al contenido