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Con la pandemia aumentarán los problemas mentales y los suicidios

Abr 30, 2020 | Institucional

Por Pastor Virviescas Gómez*

El autor de esta frase es Bernardo Useche Aldana, presidente del Colegio Colombiano de Psicólogos, miembro de la Asociación Colombiana de Salud Pública, docente por más de 44 años y exdirector del Centro de Investigaciones en Ciencias de la Salud y Psicociales de la UNAB.

Así como expresa directamente lo que piensa dentro y fuera de la consulta -lo que con frecuencia lo mete en líos-, de la misma forma concede esta entrevista a En Mayúsculas debido a la pandemia de covid-19 que está afrontando el planeta.

Ninguna autoridad estaba preparada para afrontar el nuevo coronavirus, mucho menos los que se han robado los recursos de la salud pública. ¿Los psicólogos tampoco lo estaban?

En febrero de este año los psicólogos como gremio no teníamos consciencia de la tormenta que el coronavirus venía creando en su recorrido desde Wuhan (China), donde primero se detectó. En el Colegio Colombiano de Psicólogos establecimos hace dos años un programa de prevención del suicidio cuando concluimos que algo andaba muy mal en los cerebros y las mentes de muchos colombianos. La experiencia de ese programa nos facilitó conformar el pasado 11 de marzo, solo cinco días después de haberse reportado el primer caso de coronavirus en el país, un Equipo de Respuesta Psicológica al brote de covid-19. Desde ese día trabajamos en diversas líneas de acción para aportar nuestro grano de arena a la atención psicológica de los afectados por la pandemia.

¿Les preocupa a los responsables del sistema de salud el componente psicológico y emocional que genera esta amenaza?

La preocupación por el impacto psicológico de la pandemia existe en el Ministerio de Salud. El problema es si esa preocupación se materializa en medidas concretas debidamente financiadas por el Gobierno nacional con recursos nuevos y distintos a los que se destinan a la salud mental en el actual sistema de salud y los cuales son absolutamente insuficientes.

Se verán filas de pacientes pidiendo cita con un psicólogo? ¿O el covid-19 no dejará secuelas en la salud mental y en el comportamiento? ¿Bastará con agüitas de valeriana?

El 10 de abril el diario El País (España) tituló: “Todo el mundo en Wuhan padece un trauma”, lo cual ilustra muy bien que al igual que en la economía el impacto psicológico de la pandemia sobre la población será de una enorme dimensión. En Colombia, los efectos se acumularán sobre la ya precaria salud mental de la gente. Décadas de múltiples violencias y de profundas desigualdades socioeconómicas constituyen, entre otros, los determinantes sociales de problemas como el suicidio cuyas estadísticas en los años recientes son alarmantes. No hay duda que aumentarán las consultas psicológicas. De hecho en las líneas de emergencia ya ese número ha subido significativamente.

¿La gente se volverá menos sociable? ¿O por el contrario esta crisis sanitaria llevará a que se exprese más afecto y solidaridad?

Esta crisis puede sacar lo peor o lo mejor de todos nosotros. La crisis tendrá un efecto de acuerdo como se logren moldear los perfiles de personalidad de cada quien. Especialmente en dimensiones como Introversión – Extroversión o Cicatería – Generosidad. También de hasta dónde las realidades de la pandemia como las desigualdades en ingresos y acceso a la salud motiven a cambiar la cultura de sálvese quien pueda que ha impuesto la economía neoliberal. Enfrentar con eficacia y efectividad la pandemia exige de cooperación, solidaridad y por supuesto afecto, afecto genuino y no interesado.

¿Qué papel viene a jugar Dios en esta historia o todo esto es producto de la evolución? ¿Oraciones o medicamentos?

Dios y la religiosidad para las personas creyentes constituyen un gran apoyo psicológico. Igualmente la experiencia de una dimensión espiritual no religiosa. Pero no se puede olvidar que el coronavirus es una amenaza biológica que para controlarla requiere finalmente de terapias biológicas (medicamentos) y desarrollos biotecnológicos (vacunas). Las medidas no farmacológicas como la cuarentena tienen como objetivo evitar contagios mientras se gana tiempo para desarrollar medicinas o vacunas.

¿Se disparará la tasa de esquizofrénicos y suicidas?

Sin duda, con la pandemia aumentarán los problemas mentales y los suicidios. Pensando con el deseo: no creo que se “disparen”. Las personas que ya presentan trastornos mentales como la esquizofrenia deben recibir cuidadosa atención.

¿El sistema de salud y el Gobierno de Iván Duque están poniendo el foco necesario sobre la salud de mental de los colombianos?

La salud mental ha sido la cenicienta por décadas en el sistema de salud. MinSalud presentó en 2018 la Política Nacional de Salud Mental, cuyo contenido se ajusta a los lineamientos internacionales existentes. Planeación Nacional presentó el 14 de abril el Documento Conpes 3292 con la estrategia del Gobierno para promover la salud mental en el país. El documento reconoce el continuo deterioro de la salud mental en Colombia y calcula que la estrategia propuesta tendrá un costo estimado de un billón 120 mil millones de pesos. Las  EPS continúan siendo el actor predominante en el sistema y brillan por su ausencia en cuanto a presentar una estrategia de salud mental distinta a la actual de intermediar la consulta psicológica y psiquiátrica con un manual tarifario inaceptable.

¿Los departamentos de personal deben pararle bolas a las consecuencias psicológicas y reforzar esa área? ¿O que cada empleado y trabajador se las apañe como pueda?

Si las empresas no invierten en garantizar que se preste apoyo psicológico a los empleados durante la pandemia -y esto puede incluir el nombrar personal especializado-, y si no se aseguran de prestar los servicios psicosociales de ley y que el personal tenga acceso y tiempo para ejercicios preventivos como ejercicios de relajación, relajación muscular y visualización derivados del yoga o a la meditación, estas empresas terminarán por ver afectadas seriamente la productividad, el ambiente de trabajo y abrirán la puerta a la desconfianza institucional.

Además de ignorancia y estupidez, ¿qué otros factores hacen que haya tanta gente que crea en las noticias falsas y en la cadenas anónimas que dicen imbecilidades?

La cultura de la pereza intelectual, del facilismo, del evitar reflexionar, de posar de que se sabe sin saber, del chisme. Somos un país de chismosos sin criterio para verificar el contenido del chisme.

¿Esta pandemia generará un boom de ideas innovadoras o una generación de desquiciados?

No sé. Habrá que esperar. Hasta ahora lo que vemos es la misma corrupción y la misma violencia…

¿Cuántos psicólogos hay en Colombia? ¿Tienen trabajo en su campo o a qué se dedican? ¿Se puede vivir dignamente de la Psicología?

A partir del 2006, el Colegio Colombiano de Psicólogos ha expedido aproximadamente 110.000 tarjetas profesionales. En total podemos ser alrededor de 140.000. Si nos basamos en que sumando el desempleo y el subempleo en la llamada economía informal, el 60 % de la población no está trabajando o se encuentra en el “rebusque”, yo diría que un porcentaje similar de los psicólogos se encuentra en esa situación. A esto hay que agregarle las pésimas remuneraciones. Hay psicólogos a quienes las EPS/IPS les pagan $8.500 por consulta. También hay miles de psicólogos con salarios aceptables o muy buenos, especialmente en el área de la psicología organizacional, al igual que psicólogos clínicos reputados cuyo valor de la consulta es de $400.000.

*Jefe Medios Impresos UNAB

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