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Con trabajos de clase los jóvenes desplazan el miedo a la esperanza

Abr 23, 2007 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Carlos Alberto Santos Rueda
csantos2@unab.edu.co
Con el entusiasmo de poder culminar con buenas notas su primer semestre acad?mico, diez j?venes desplazados por el conflicto armado interno estudian una carrera universitaria, que iniciaron en enero pasado, mediante un proyecto piloto denominado Cauce y efecto, una generaci?n de esperanza, impulsado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
?Con esto se pretende abrir las puertas para el acceso a la educaci?n superior a la gente que se encuentra en situaci?n de desplazamiento, que habita el ?rea metropolitana de Bucaramanga y que por dificultades econ?micas no ha podido pagar sus estudios?, se?al? C?sar Baeza Hidalgo, coordinador de la iniciativa.
El desplazamiento forzado es una de las consecuencias m?s fuertes que ha generado la violencia en Colombia. Seg?n cifras del SUR (Sistema ?nico de Registro) y de la Agencia Presidencial para la Acci?n Social, en el a?o 2006 hubo un registro de 172.722 personas desplazadas. Asimismo, la situaci?n resulta igual de preocupante para el departamento de Santander, el cual registr? un n?mero total de 46.588 casos,? hasta octubre del a?o pasado.
El proyecto, Cauce y efecto, una generaci?n de esperanza tuvo cuatro etapas de selecci?n y recibi? 85 solicitudes, cuenta con el apoyo de tres instituciones educativas de la ciudad: Universidad Aut?noma de Bucaramanga (Unab),? Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) y la Universidad Santo Tom?s de Aquino (Usta). ?Se les coment? la necesidad de abrir espacios de futuro, puesto que hay un alto nivel de deserci?n en el bachillerato, as? como j?venes que no ven en la educaci?n una posibilidad para cambiar sus condiciones de vida?, agreg? Baeza Hidalgo.
Esas universidades decidieron brindar su apoyo y ofrecieron becas que cubren el ciento por ciento del valor de la matr?cula. De la misma forma, Acnur contribuy? con un subsidio para alimentaci?n, transporte y materiales de estudio.
Para superar la crisis
Esperanza Acevedo, una de las beneficiadas con la iniciativa de educaci?n superior de Acnur y quien habita en el Gonz?lez Chaparro, a las afueras de Floridablanca, un barrio que cobija a 350 familias, expres? la alegr?a que le gener? este beneficio, pues finalmente puede estudiar lo que siempre ha deseado. ?Me dio mucha felicidad cuando me enter? de las becas. Yo sal? hace dos a?os del colegio y antes ten?a un trabajo con el que ganaba 198 mil pesos mensuales, y hac?a un curso en el Sena, pero no es lo mismo que estudiar lo que uno quiere?, declar? esta joven, ahora estudiante de Psicolog?a en la UPB.
En su familia, tomaron la decisi?n de que s?lo ella se presentara al concurso, a pesar de que su hermano Enrique, de 21 a?os, tampoco ha podido estudiar. Sin embargo, determinaron que ?l trabajar?a para sostener a su familia, mientras Esperanza cumple con su carrera.
La Ley 387 de 1997 define que el desplazado es toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional, abandonando su localidad de residencia o actividades econ?micas habituales, porque su vida, su integridad f?sica, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas. Se puede presentar desplazamiento en cualquiera de los siguientes casos: conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas a los Derechos Humanos, infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que alteren dr?sticamente el orden p?blico.
El resto de j?venes en situaci?n de desplazamiento que est?n vinculados a este programa educativo proceden del Magdalena Medio, Cesar, Norte de Santander y Arauca. Ellos fueron favorecidos con las becas y tambi?n iniciaron sus clases este semestre. Los estudiantes son: Yohanna Mar?a Rueda (ingenier?a de mercados), Jorge Harvey Ni?o Mahecha (ingenier?a mecatr?nica) e Iv?n Dar?o Moreno (administraci?n de empresas) en la Universidad Aut?noma de Bucaramanga. Elver Alexis Alvarado Prado (arquitectura), Luzmayra Mercedes Daza Gonz?lez (odontolog?a) y Ver?nica Fajardo Ropero (derecho) en la Universidad Santo Tom?s de Aquino. Y finalmente, a la Universidad Pontificia Bolivariana, junto con Esperanza, ingresaron ?rika Tatiana Murillo Calder?n (administraci?n de empresas), Jos? Luis Parada Sierra (comunicaci?n social) y Wilson Fernando Garavito (ingenier?a mec?nica).
Cada alumno en este proceso debe cumplir unos requisitos si desea continuar con el beneficio que le han otorgado. ?Se les pide un promedio acumulado m?nimo de 3,6. Asimismo, tienen que aprobar todas las materias y una vez finalicen la carrera, deben cumplir con un compromiso extra acad?mico que consiste en trabajar, durante un a?o y con una intensidad de seis horas semanales, en planes que ayuden a la poblaci?n desplazada, ya sea en asesor?a de proyectos o haciendo parte de alguna instituci?n que est? enrolada en la misma causa?, explic? Baeza.
Todav?a faltan algunos aspectos
Aunque la iniciativa se encuentra en periodo de prueba, su objetivo principal es ampliar la cobertura con el fin de beneficiar a los 9.132 bachilleres desplazados que viven en Bucaramanga. Sin embargo, se hace cada vez m?s necesaria una participaci?n activa por parte de los entes estatales para que el proyecto tome fuerza y pueda establecerse en definitiva como un plan de subsidio educativo. ?Hace falta un poco de voluntad de otras instituciones gubernamentales para apoyar de manera espec?fica a la poblaci?n desplazada que ha sufrido diferentes problem?ticas, aparte de sus necesidades econ?micas?, coment? Baeza Hidalgo.
Por su parte, Roberto Mignone, representante adjunto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Colombia, afirm? que el convenio realizado es una novedad. Sin embargo, todav?a resulta algo reducido para los cerca de 50 mil desplazados que calculan viven en la capital santandereana. ?Es un proyecto piloto muy peque?o, pero pensamos reproducirlo en ciudades como Bogot?, Medell?n y Barranquilla?, asever?.
Mientras tanto, Acnur tiene asignado un personal encargado para monitorear el procedimiento y posteriormente, los resultados del proyecto. Con esto la organizaci?n busca resultados positivos al final del semestre en curso y as? ampliar la cobertura de j?venes bachilleres beneficiados. ?Por el momento, sabemos que la iniciativa est? en su proceso inicial. El a?o pasado fue la propuesta, el dise?o y la concertaci?n de algunas cosas con las universidades afiliadas. Los j?venes se encuentran estudiando sus respectivas carreras. Creo que todo esto, poco a poco contribuye con una mejor construcci?n de pa?s, en la medida en que cada vez m?s personas tengan acceso a la educaci?n?, concluy? Baeza Hidalgo.

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